Otra historia de amor adolescente

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MARCOS P.O.V

Una llamada, dos, tres, cinco. Y en ninguna de ellas obtenía respuesta. Aún así, me reconfortaba escuchar la melodiosa voz de Andrea en su contestador. "¡Hola! Soy Andrea, en este momento no puedo cogerte el teléfono. Llámame más tarde o déjame un mensaje y lo escucharé después, ciao" 

Sin embargo, tras escuchar tantas veces el mismo mensaje acabé cogiéndole manía y no intenté llamar de nuevo.

Me tumbé en la cama boca arriba. ¿Qué tenía esa chica que me volvía medio loco? Yo no era así, yo nunca había tenido que llamar a una chica o suplicarle que viniese conmigo de picnic. No tenía la necesidad. Ellas siempre venían detrás mía... ¿por qué ella no?

Sonó Promeses de Skrillex, avisándome de que me estaban llamando. Sonriendo, me levanté y agarré el movil, esperando que la llamada entrante fuese de Andrea. Pero no. Era Cristian.

-¿Qué pasa, fiera? -Me dijo gritando desde la otra línea.

-Pues aquí en casa, capullo. ¿Para qué me molestas esta vez?-Realmente no pensaba que Cristian fuera un capullo, era mi mejor amigo y se había portado genial conmigo. Pero los insultos eran ya como motes cariñosos.

-Que estaba con El Turbo y El Big Ass  y de repente, pum, ha aparecido Terminator. Dice que te has cambiado de instituto porque no tienes huevos de pelearte con él y con su panda. Y yo le he dicho que a ti te sobran los huevos que le faltan a él. Y se ha cabreado y dice que el viernes que viene va a ir a la puerta de tu instituto nuevo y te va a partir la cara. -Hablaba rápido, casi no me daba tiempo a entenderle.

-Joder, tío... ¿y tú para que dices nada? -Me estaba poniendo nervioso.

-Porque estaba soltando mentiras él, diciendo que te habías cambiado de instituto por eso... ¿querías que dejara que te insultara así como así?

-No, pero... buff... Es que no eran mentiras, joder. -Hablaba en tono alto- Yo me he cambiado porque no quiero meterme en peleas. No somos un instituto americano, y mi padre está cada vez peor... -Intenté excusarme.

-Claro... y también está ella.

-¿Ella? ¿Quién?

-Pues Andrea, macho. -Abrí los ojos mucho, mientras él seguía hablando- Te está comiendo el coco y tú vas detrás de ella como un perrito faldero.

-Yo no voy detrás de nadie. Esa es una guarra más. -Dije, aunque me dolía mucho decir algo así sobre ella. No la quería, no estaba enamorado de ella, pero se había convertido en una amiga, y yo no digo esas cosas de mis amigos.

-¿Seguro? Por aquí no dicen lo mismo... Bueno tío, te dejo. El viernes si no entras en la pelea te van a joder el doble. Yo sólo digo eso.

-Gracias por avisarme, imbécil.

-De nada, gilipollas. -Y colgó.

¿Qué podía hacer? Yo no quería más peleas. Me volví a tumbar en la cama y pensé en Andrea. Si me viera pelearme con unos macarras, pensaría aún peor de mí, y si ya desconfiaba...

Me sentía como en una película americana, como en West Side Story.

Terminator era el mote de Miguel. Lo llamábamos todos así porque tío con el que se enfrentaba, tío que iba al hospital. Tenía los músculos de acero, a saber qué se tomaba para tener el cuerpo así, porque no pisaba un gimnasio.

Lo último que quería era que Terminator supiera de mi amistad con Andrea, si no, Dios sabe qué haría.

ANDREA P.O.V

"¿Qué hora es? Humm" Me quejé. Estaba todo oscuro. Summer Sadness sonaba como el despertador de la radio, ya eran las siete.

De normal no me solía despertar tan pronto, pero necesitaba repasar un poco de matemáticas.

Me erguí y encendí el teléfono. Mi sorpresa fue máxima cuando vi que tenía siete llamadas perdidas del mismo número. "Macarra- 7 llamadas perdidas - última llamada a las 2 a.m"

Este chico estaba pirado. Pero no pude evitar sonreir. En cuanto me di cuenta de mi reacción, volví a ponerme seria, pero era prácticamente imposible. ¡Oh! Un mensaje de Marcos, qué raro...

     "Ya ha acabado Walking Dead. Te he llamado cien veces y estaba apagado. Suerte en el examen. Yo voy directamente a esa hora, no voy las dos primeras horas. Duerme bien nena, besos ;) "