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MARCOS P.O.V

Big Ass, Turbo y yo nos colamos en una urbanización cercana a la heladería, no por el simple hecho de bañarnos (yo tenía una piscina mucho más grande, cuidada y privada), pero nos gustaba esa pequeña dosis de adrenalina en la que saltábamos una verja con poca seguridad. Ese momento en el que las señoras nos miraban con asco, las chicas suspiraban por nosotros, los chicos querían hacerse nuestros colegas y nadie se atrevía a echarnos.

        -Mañana es tu cumple, ¿no? Dieciocho... la cifra. -Sonreí como dándole la razón, pero ambos sabíamos que le estaba llamando idiota- No, es que es LA cifra, con 'la' mayúscula.

OUT P.O.V

        -Sí sí, mucha 'la' y mierdas pero a partir de esta edad puedes entrar a la cárcel, y ya habrías entrado más de una vez si no hubieras tenido de tu parte eso del menor. -Dijo Big Ass que acababa de entrar a la piscina.

        -Ahora eso le da igual, ¿no ves que se va a reformar? -Tanto Big Ass como Marcos alzaron las cejas incrédulos, no entendían eso último. -A ver, si sigues metiéndote en peleas Andrea no te va a querer... Y tu padre te los corta.

Los otros dos le dieron la razón. Marcos iba a reformarse, casi como Danny Succo en Grease. No podía permitirse quedarse en ese "mundo" de peleas, drogas y coches o motos robadas. Tampoco quería involucrar a Andrea.

        -Y bueno, princesita -dijo Big Ass- cuéntanos de tu Andrea. ¿La has visto mucho en este mes? A lo mejor se puso celosa de tu primita... Tiene su edad, ¿no?

        -Tiene su edad pero no se puso celosa, y no la he visto a penas. Ah... y princesita tu madre -le dio un golpe en el costado .

        -Pero cuéntanos cómo sentiste que estabas... ¿cómo dijiste? "enamorado de Andrea"... Sentirías ese golpe de efecto del que todo el mundo habla, ¿no?

        -Dicen que el amor es esa sensación que llega directa al corazón, que te da una punzada y no te deja respirar. Dicen que lo sientes en el pecho, que el corazón vibra y las pulsaciones van a mil por hora. Pero yo no me lo creo. Yo no me creo que un sentimiento tan fuerte llegue así de pronto y se instale en el corazón, sin decirte ni hola ni seguramente adiós. Creo que va entrando venita por venita, circula por todo el cuerpo. Pasa por la vena caba, sala por la arteria aorta, hace todos los recorridos de la sangre e incluso pasa por el líquido linfático. No deja un solo sitio en el cuerpo sin que esas pequeñas mariposas hayan pululado. El estómago se cierra, los brazos y las piernas tiemblan, la cara brilla más, respiras más fuerte, suspiras amenudo, por no hablar de la cabeza. La cabeza es lo que más cambia, donde el amor se instala y funciona como un analgésico que duerme el cerebro. O por lo menos la parte inteligente del cerebro. Hace que lo que los ojos ven se trasgiverse, que la información que te llega se manipule y que todo, pero todo, todo, tenga un por qué. Una razón aunque sea irracional. Duerme el cerebro haciendo que solo la persona de la que estás enamorada lo active, que cuando él o ella aparecen todo empieza a funcionar. Como a mil revoluciones, a toda máquina, gastando las energías que has almacenado durante el tiempo que tu amor no estaba. Y cuando se va, cuentas los minutos que faltan para que os volváis a ver, y tu cuerpo entra en un shock post-amor que vuelve a hacer que todo cambie. Que tu alrededor sea distinto, que tu cuerpo vaya a otra velocidad, que la respiración se entrecorte, que tengas sofocos, y que si no estás con esa persona todo te parece aburrido y triste. Cada vena de tu cuerpo guarda un poquito de información de tu amor: su color de ojos, su altura, su pelo, los recuerdos que almacenan se quedan en tu cuerpo mucho, mucho tiempo. Hasta que encuentras a otro amor que hace que tu cuerpo se vuelva loco, aunque nunca ha estado del todo cuerdo, y que las venitas se reciclen, y tu antiguo amor pase a ser olvidado y enterrado en la parte más oscura y tenebrosa de tu corazón. Allá por donde los nuevos amores ni se atreven a pasar, allá por donde las maripositas se cierran en banda y se niegan a cruzar al otro lado. Y es que el amor no es una sensación que llegue directa al corazón, no es una vacuna directa, es una sensación que embriaga todo el cuerpo y que emborracha a las maripositas hasta que empiezan a bailar.

Todos se quedaron en silencio, como meditando eso que acababa de recitar Marcos. Él mismo notó como si las palabras le salieran de la boca, las tiró como si fueran veneno y se quedó mucho más a gusto.

        -No puedo ni reirme de ti, tío...-Dijo Big Ass -a por ella, tigre.

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El textamen que dice Marcos es un texto que escribí hace tiempo pero no había publicado en ningún sitio. Se ha hablandado Marquitos...

Bueno, las que queráis grupo de whatsapp escribid en los comentarios #VotoGrupo y por Twitter también, claro ( @OHDAAoficial) yo al menos sí que #VOTOGRUPO :)

PREGUNTA: Libro con el que MÁS has llorado?!

Otra historia de amor adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora