Momentos

1.7K 132 25
                                    


— ¿No puedes dormir? — Travis reaccionó a las palabras de una somnolienta Katie que salía de la cama en un pijama verde con marrón, muy propio pensó Travis mientras asentía con seriedad mirando por la ventana como el viento ligero mecía los arboles durante la madrugada. — Sabes que puedes contarme lo que sea... — Katie se sentó a su lado con un vaso de agua y recostó la cabeza en su hombro. Pasaron un rato en un cómodo silencio... al menos para Travis, por su lado Katie esperaba que dijera algo, la forma como la había mirado con su pijama la había hecho avergonzarse un poco, ya que nunca se había fijado en esos detalles, en una ocasión había salido solo con una sudadera grande y él ni se había percatado en eso, pero esta vez había vuelto su mirada un par de segundos. Ya era algo.

— ¿Extrañas cómo eran las cosas antes? — En la mente de Travis un sinnúmero de recuerdos empezaban a acompañar esa pregunta cargada de significado, lleno de vivencias, lleno de cotidianidad que ahora era simplemente extraño. A Katie le peso la pregunta, porque en el fondo sabía que era una forma de nostalgia que no llevaba a nada bueno, no para Travis al menos.

— ¿A qué te refieres? — Katie dijo con algo de reserva, ya que realmente no quería saber la respuesta a esa pregunta, claro que quería que todo fuera como antes, pero tal vez eso no la habría llevado a descubrir un lado tan sensible y humano de ella misma, obviamente le simpatizaba Travis, pero todo esto había hecho que en su interior se formara un sentimiento más fuerte que la lastima y la simpatía, algo que todavía no podía nombrar.

— Quiero decir a como era antes de estar atrapada... aquí... conmigo — La mirada de Travis denotaba que estaba roto por dentro, a pesar que las palabras salieron de su boca con timidez, pero la manera en que miró a Katie era un tácito lo siento. Katie tuvo que contener sus ganas de golpearlo, en otro tiempo tal vez hubiera sido el actuar correcto, pero entendía que Travis podía sentirse culpable de que ella solo se dedicara a él.

— No me siento atrapada — Katie tomo su mano, al comienzo Travis no reacciono, pero pudo percibir un ligero apretón en la mano y entonces sabía que no era rechazada, que no era un toque extraño o no deseado. El joven hijo de Hermes sabía que jamás tendría una confesión de Katie sobre si sentía atrapada porque era demasiado noble, y no la merecía lo suficiente como para tener eso de ella.

— Es dulce de tu parte, pero hasta yo puedo darme cuenta de que tu vida dejo de ser tu vida para centrarse en la mía — Travis trato de esbozar su mejor sonrisa, pero sabía que ninguno de sus gestos dejaba de tener la influencia del vacío de su ser, se sentía un poco hipócrita de querer ser romántico en sus frases.

— Fue mi elección — Y ella sabía que no mentía al decir que fue su decisión estar con él desde aquel fatídico día en que la guerra terminó, conocía a lo que se metía, iba a ser duro y lo fue, iba a ser difícil y estaba tornándose en imposible, iba a ser desgastante y lo fue, ya que estaba agotada, pero no podía bajar los brazos, él la necesitaba.

— Creo que fue más un impulso de las circunstancias... por lo cual te estoy eternamente agradecido — Katie sonrió con suavidad, poco o nada le importaba la gratitud de Travis, ella quería recuperarlo, extrañaba sus bromas, extrañaba sus conversaciones absurdas y locas, extrañaba esa forma de ser tan despreocupada que hacía de cada día una aventura. Quería al Travis que era capaz de romper sus barreras convencionales. Travis la veía tan desdibujada de como la había conocido y se sentía culpable por ello, todo su dolor la había dañado también a ella, su soledad la había arrastrado y su depresión la estaba consumiendo también a ella.

— No digas eso — Su voz era una súplica, ya que no quería que Travis se sintiera como que no tenía opción, cuando ella sabía que si lo tuvo y eligió.

Algunas cosas toman tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora