Capitulo 15

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Hay algo que me inmoviliza. Algo tibio. Entro en pánico, abriendo los ojos rápidamente. ¿Dónde estoy? ¿Maman me puso de nuevo en mi ataúd?
Me relajo cuando veo a Laura en forma humana prácticamente durmiendo encima de mí. Su cabeza descansa sobre mi hombro y ella se acurruca más cerca de mí. Ella debe haber notado inconscientemente que me tensé. Uno de mis brazos descansa sobre su espalda.
Miro al cielo a través de los árboles, contenta de haber elegido un lugar sombreado para dormir. El sol que brillaba directamente sobre Laura agitaría su piel. Bostecé y volví a dormir, el peso de Laura sobre mi pecho hizo que una sonrisa se extendiera por mi rostro, una que no desaparecería  aunque estuviera hundiéndome en la inconsciencia.
Cuando me despierto nuevamente, es porque siento que Laura se está moviendo. Abro los ojos para verla sonrojarse y mirándome. Cuando ella ve que estoy despierta, ella se arrastra hacia atrás hasta que está a horcajadas sobre mis piernas, dejando escapar un sonido. Me siento y nuestras caras están muy cerca. Podría inclinarme y besarla. Pero no. Ella no me quiere  y nunca haría nada que la hiciera sentir incómoda. Los ojos de Laura caen a mis labios y luego a mis ojos, sonrojándose aún más. Probablemente pueda ver cuánto deseo besarla.
Laura se convierte en una pequeña leona, balanceándose precariamente sobre mis piernas. Ella separa mis piernas y se sienta en el suelo entre ellas. La miro, entretenida. Laura me ladra con confusión en su voz.
-Eres un nuevo vampiro, cupcake. Cuando tus emociones se vuelven demasiado fuertes o quieres escapar de una situación incómoda, cambiarás-.
La tomo y ella maúlla mientras la acuné en mis brazos. Me levanto, teniendo cuidado de no moverme demasiado y empujo al cachorro en mis brazos. Laura se sube y apoya la parte superior de su cuerpo en mi hombro. Al menos ella no usó sus garras. Me gusta esta camisa.
La llevo a la cabaña, permaneciendo a la sombra y protegiéndola del sol lo mejor que puedo. A Laura no parece importarle mucho. Ella frota su cabeza contra la mía, ronroneando, durante la mayor parte del camino. Ella me lame la mejilla felizmente. Cuando volvemos a entrar, la detengo suavemente.
-¿Crees que puedes regresar?- Pregunto y Laura niega con la cabeza. Ah, claro, nunca le enseñé cómo. -Piensa en algo que te haga feliz o te tranquilice. Podría ser alguien también, como tu padre-.
Laura regresa fácil y honestamente estoy impresionada. Solo enseñé a Will y le enseñé un poco a JP, y le tomó al querido William una semana antes de poder regresar. Aunque fue divertido perseguirlo porque se convirtió en una lagartija tan grande como mi mano cuando era nuevo.
-Te daré un poco de sangre para beber, y luego voy a Skype a hablar con LaFontaine. Están preocupados por ti-. Le digo a Laura.       -No puedo esperar para contarles lo linda que eres como cachorrita-.
Ya estoy vertiendo sangre en nuestras respectivas tazas cuando ella grita. -¡Soy una leona!-

Me odio, Pero te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora