Capitulo 27

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El Sr. Hollis me mira desde su abrazo con su hija. - Para ver si mi niña está bien, por supuesto. Y para ayudar de cualquier manera que pueda. Puede que no sea sobrenatural, pero he leído muchos libros antiguos y confiables. Necesitaré que me cuentes, pero espero pueda tener información que pueda ser útil. ¿Dónde se están quedando?-

- Mi cabaña -, respondo. Laura y el Sr. Hollis rompen el abrazo, sonriéndole como si le hiciera bien el día. Lo cual estoy segura de que es así. Sus ojos se detienen sospechosamente en el espacio (o la falta de) entre Laura y yo.

El señor Hollis levanta las cejas. - ¿Solo están ustedes dos allá ahora? ¿Solas? - Él deliberadamente mira lo cerca que estamos de nuevo.

Laura se sonroja. - No es así, papá -.

- Estoy seguro de que no es así -. Le guiña un ojo a Laura. - Las dejaré obtener lo que necesitan allí mientras saco mi equipo de mi auto -.

El Sr. Hollis regresa a su auto. Laura deja escapar un suspiro, relajándose levemente y arrugándose la nariz.

- ¿Carm? Creo que la sal se está acabando -, dice con voz aterrorizada. - Papá huele mejor que mis galletas de chocolate favoritas, que no sabía que era posible y realmente no quiero perder el control y morder a mi padre y... -

- Cupcake -. La corté; apretando su mano en lo que espero sea un gesto reconfortante. - Tengo las sales aromáticas conmigo. Estarás bien -.

Ella exhala un suspiro de alivio. - Está bien, hazlo rápido, por favor. Mis ojos se sienten raros -. Laura me mira y hago una leve mueca, notando cómo sus ojos se vuelven plateados. Saco las sales de mi chaqueta de cuero y las agito bajo su nariz. Ella tose, su cara se enrosca de la manera más linda y se frota la nariz. - Me olvidé de lo extraño que se siente al principio -.

- Trabajaremos en tu autocontrol más adelante, ¿de acuerdo? Ahora debemos conseguir cosas de la tienda de comestibles-.

Laura asiente y caminamos agarradas de la mano hacia la gasolinera / tienda de comestibles. Ella no me suelta, arrastrándome por los pasillos mientras yo llevo una canasta en mi otra mano. Periódicamente lanzamos cosas. Trato de no pensar en cómo sacar mi brazo de su envergadura (Laura es nueva en todo esto, no conoce su fuerza) cuando Laura chilla felizmente, haciendo que algunos compradores nos queden mirando algo extrañados.

- ¡Carm, mira! ¡Tienen todo un pasillo dedicado a los bocadillos! -Laura suelta mi mano y camina por el pasillo, sonriendo ampliamente ante la sorprendentemente amplia variedad de comida chatarra.

- Consigue lo que quieras, cupcake -.

Laura se vuelve hacia mí, - ¿Estás segura? -

- Sí, simplemente no pongas todo el pasillo en nuestra canasta -.

Laura me sonríe, toda su cara se ilumina. Ella baila hacia mí y me besa en la mejilla antes de correr por todas partes y tomar grandes bolsas de pretzels y galletas, galletas, galletas y donas. Si ella no fuera un vampiro, me preocuparía de que sus dientes se pudrieran.

Puse una mano en mi mejilla, donde la besó, con una sonrisa automática y tímida en mi rostro. Se siente como el primer semestre de nuevo.

Cuando Laura termina, sus brazos están llenos de bocadillos. - No creo que esto encaje en la canasta, Carm -.

Me odio, Pero te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora