Capitulo 18

259 26 0
                                    

Poco a poco vuelvo a mí misma de la tortura que mi mente me ha infligido. Estoy temblando pero no hace frío; Estoy envuelto en calidez. El agotamiento debilita mis extremidades y ronroneo cansada, acurrucándome más cerca a mi fuente de calor.


Me despierto sintiéndome descansada. Extiendo mis extremidades, mis ojos aún cerrados


-Maldición Carm, hace frío. Vuelve aquí-. Laura gime, volteándose y arrastrándome nuevamente a sus brazos. Ella es tan fuerte como yo ahora; ella lo hace fácilmente


Estoy desconcertada. ¿Ella me calmó? ¿Era ella esa calidez que me arropaba para dormir? Si ella pudo tranquilizarme tan fácilmente... No puede ser, nadie más ha sido capaz de hacer eso. Ni las amenazas de muerte descriptivas de Mattie no lograban hacerme sonreír. Solo beber sangre me consumia toda la energía que tenía.


- Buenos días-, bosteza Laura. Me quedo en silencio y cierro los ojos. -¿Carmilla? ¿Estás bien?-


El miedo en su voz me hace automáticamente abrirlos. Su cara esta extremadamente cerca de la mía, su boca se volvió preocupada. La miro silenciosamente, mis ojos trazando sus rasgos. Ella es tan bella. Algún día, si ella me lo permite, me encantaría inmortalizar esa hermosa cara aún más pintándola.


-¿Carm? ¿Estás bien? ¿No lo hice bien anoche?- Me atragante por un momento, con los ojos muy abiertos. Hicimos...? Laura no se da cuenta; ella está demasiado concentrada en su paseo inminente.- "No soy buena para consolar a la gente; cuidé niños una vez y nunca me contrataron porque el niño no dejaba de llorar. Creo que tenía que ver más con el hecho de que hacía frío, pero ...- Me empiezo a reír fuertemente. Ella estaba hablando de que ella me consoló después de mi pesadilla. Bueno. -Tu te ries de mi.- Dioses, ese puchero ha vuelto.
Ella es lo más precioso en mi vida.Extraño la sensación de sus labios contra los míos y la indescriptible comodidad que ella me dio más que cualquier otra cosa.


Le sonrío. -Solo riendo. No te preocupes, cupcake, estoy bien-.


-¿Estás segura? Tu pesadilla anoche debe haber sido bastante mala-.


Laura no preguntó qué soñé. Huh.


-Lo fue.- No quiero decir más sobre eso.


Laura parece entender esto y me aprieta la mano. Los murciélagos en mi estómago no son nada nuevo, pero esta felicidad que solo siento en su presencia ciertamente lo es. Y ella me calmó tan fácilmente... ¿Por qué? ¿Cómo? Me golpea como un martillo en la parte posterior de la cabeza.


Oh, mierda.

No solo la quiero. Estoy enamorada de ella.


Me odio, Pero te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora