Me odio, Pero te amo

Capitulo 48

Ella mantiene una cara seria cuando dice: - Me gusta divertirme, Cupcake -.

- Lo sé, pero ¿por qué tienes una pistola Nerf? -

Carmilla sonríe y besa mi mejilla. - Tengo que mantener mi aire de misterio, ¿no? -

- Así que... ¿no tienes idea de dónde vino verdad? -.

- Ni idea. Tal vez el Ginger One trajo una del campus. O tal vez tu padre estaba planeando bombardearnos con bolitas de plástico mientras dormimos -. Agita sus dedos en mi estomago, haciéndome sonreír.

- ¡Laura, Carmilla! - Mi padre grita, de pie en la puerta de la cabaña. - La computadora está parpadeando y dice que tienes un mensaje -.

La miro, alarmado. - ¿Tu computadora puede hablar? -

- No. Esto no es bueno -.

Caminamos rápidamente hacia la cabaña. Mis hombros están tensos y mis puños están apretados, lista para luchar contra una pila de metal sensible. Pero entramos a una habitación tranquila con la luz sobre la pantalla parpadeando.

Papá señala la pantalla, donde aparece una ventana emergente que dice que JP quiere comunicarse por Skype con nosotros. Solté un suspiro de alivio. Realmente no quiero que nada salga mal, así que el hecho de que la computadora de Carmilla no haya cobrado vida queriendo terminar con la mayoría de la raza humana o algo. Realmente es reconfortante en este momento.

- Oye, ¿dónde están Danny y Mattie? - Pregunto.

- Se fueron a buscar provisiones, chiquilla. Dice mi padre. Encontramos un lugar que está más cerca de lo que pensábamos. Y creo que Matska estaba irritada con Danny por algo -. Él se encoge de hombros, dándome una mirada de disculpa. - Lo siento, no sé más que eso -.

- Está bien, papá -. Lo abrazo, sonriendo cuando él me da un abrazo de oso a cambio, levantándome del suelo por un momento antes de volver a bajarme.

- Hola, señorita Karnstein y señorita Hollis -. La voz de JP viene detrás de mí, haciéndome dar vuelta para mirar hacia la laptop. Carmilla debe haber aceptado su solicitud de Skype. - Me temo que no lo conozco, señor. Sin embargo, se ve notablemente similar a la señorita Hollis. ¿Es usted por casualidad su padre? -

Papá se ve impresionado. - Sí lo soy -.

- Encantado de conocerlo, señor Hollis. Soy JP, un amigo de su hija. Y aunque me gustaría conversar más, tengo un mensaje urgente para todos ustedes -. Su rostro tiene una expresión sombría. - Me temo que la señorita Perry hará su movimiento en breve. No sé los detalles de lo que hará, solo que será pronto -.

- Gracias, JP. Tenemos una idea, pero por tu seguridad no voy a decírtelo -. Carmilla dice. - Llegaremos pronto -.

- Salva el mundo, señorita Karnstein -. Él hace una pequeña ovación antes de cortar lo de Skype.

- Sin presión. - Carmilla murmura muy bajito, recostándose en su silla.

Agarro la silla más cercana (que resulta ser la misma en la que Carm pasó tanto tiempo mientras yo estaba cambiando). Extendí la mano y la sostuve, esperando que ella me mirara antes de hablar.

- Oye, estamos en esto juntas, ¿de acuerdo? -