Me odio, Pero te amo

Capitulo 53

Sigo el sonido, dejando a los otros atrás sin pensarlo dos veces.

Por favor, déjala estar bien, suplico a lo que sea que esté escuchando. No puedo perderla también.

Me detengo en el borde del cráter cerca de donde creo que la escuché. Miro hacia abajo y veo a Laura colgando de una repisa a unos pies de distancia. Algunos pedazos pequeños de tierra caen lentamente a su alrededor y puedo decir que en una hora (si tenemos suerte) la cornisa será demasiado pequeña para que ella se aferre.

Laura mira hacia arriba, entrecerrando los ojos ante el flujo constante de partículas que caen sobre ella. - ¿Carm? -

-Estoy aquí. ¿Puedes subir? -

- No lo creo -. Laura hace una mueca y escupe después de que algo de suciedad entra en su boca.

- ¿Puedes cambiar parcialmente? Puedes usar tus garras para subir -.

- No sé cómo -. Laura admite. - Carm, tengo miedo -.

- Lo sé, cariño, yo también. No voy a dejarte caer, ¿de acuerdo? - Intento tranquilizarla. La veo dar una leve sonrisa. Solo espero que mi voz no tiemble como mis manos. Estoy aterrorizada.

- ¿Cómo cambio parcialmente? -

- Necesitas relajarte e imaginar que tus uñas se convierten en garras -.

- ¿Qué pasa si me relajo demasiado? - Ella se enoja. - ¿Qué pasa si accidentalmente me dejo llevar? Carm, no quiero morir en este cráter -. La escucho respirar mientras empieza a entrar en pánico.

-¡ Laura, escucha mi voz! -. Me concentro en mantenerla tan tranquila y relajante como puedo. Su respiración se ralentiza levemente. - Vas a estar bien, Magdalenas. No te relajarás demasiado. Tu voluntad de sobrevivir es demasiado fuerte. No te dejarás ir. Ahora, concéntrate en imaginar tus garras. Puedes hacerlo. Creo en ti -. Observo con orgullo cómo cambian sus manos hasta que consigue sus garras. - Lo hiciste, Creampuff. Ahora mírame. Mírame a los ojos -.

- ¿Lo hice? - Laura sonríe ampliamente, todavía mirándome.

- Lo hiciste. Ahora concéntrate en mí -. Espero que esto funcione. Nunca he hecho algo como esto. - Solo concéntrate en acercarte a mí. Sé por experiencia lo buena que eres trepando, mi pequeña leona -. Lentamente comienza a trepar, clavando los dedos en el costado del cráter mientras se levanta. - Lo estás haciendo genial, mantén tus ojos en mí.- Escala más fácil de lo que pensé que lo haría. Una vez que está a un brazo de distancia, me inclino hacia abajo. - Toma mi mano, Laura. Te sacaré -.

Su mano se sacude visiblemente mientras se sostiene con una mano y me alcanza. Agarro su muñeca y la saco del cráter. Debo haberme esforzado mucho porque lo siguiente que sé es que estoy boca arriba y Laura está encima de mí.

Ella deja escapar un suspiro tembloroso, acurrucándose más cerca de mí. La rodeé con mis brazos, finalmente me permití relajarme. Ella está bien.

- Gracias, Carm -. Laura murmura, besándome suavemente.

- No hay problema, pequeña. Me alegro de que estés bien -.