CAPITULO 1
- ¿Estás listo mi niño? -preguntó Nani acomodando mi corbata.
-Creo que lo estoy, ¿Aún tengo tiempo de arrepentirme? -le pregunté y ella rio con intensidad.
-Me desvelé muchas noches niño ocurrente, ya no tienes oportunidad de dar un paso atrás, es ahora o nunca -aseguró con firmeza y yo me sonreí. Me divertía ver a Nani tan emocionada porque yo fuera en buscar de una chica.
-Si te das cuenta que no será alguien a quien yo ame verdad -le dije y ella se encogió de hombros, lo sabía.
-Sr. Styles, están esperando por usted -susurró el encargado del show a mi oído y sentí morir. Marie me persignó, entregó uno de sus besos a mi mejía y me empujó de la espalda para que caminase rápido.
-Y con ustedes, Harry Styles -dijo la entrevistadora con los brazos extendidos y antes de que pisara el escenario pensé en mis adentros "vamos Harry, sonríe. ¿Qué tan difícil puede ser?, la gente normal lo hace" y sonreí.
Caminé hasta el medio del escenario, mientras el público gritaba y aplaudía a la vez y llegué donde la señora me esperaba con un vaso de agua y un par de sillones de cuerina negros. Di mi mejor esfuerzo en sonreír y parecer un hombre agradable, porque quería que esa mujer destinada a recibir mi fortuna mantuviera sus ojos en mí.
-Hola Harry -me saludó con una sonrisa y me vi obligado a corresponderle, haciendo que el público gritara nuevamente
-Hola Rose -saludé al escuchar en mi auricular su nombre
- ¿Cómo te sientes hoy?, porque te ves fascinante -me dijo.
-Me siento bien -mentí -, ¿Cómo te sientes tú?
-Excelente. Bien Harry, así que cuéntanos, ¿qué anuncio tienes para las chicas hoy? -y gritaron, nuevamente.
-Bueno. No tengo un anuncio, tengo una propuesta -le dije y ella se dio por admirada.
-Cuéntanos... -cruzó su pierna derecha sobre su izquierda.
-Busco una esposa -dije sin rodeos y ahora el público gritaba mucho más.
- ¡Wow!, ¿y a que se debe que el empresario más famoso de todo Londres desee casarse de esta manera? -me preguntó y me asombré de no esperarlo. No podía decirle que estaba a punto de morir.
-Quiero compartir mis bienes, y estoy dispuesto a casarme para hacerlo -respondí y me felicité por ello.
-Con una chica, ¿acaso hay algo más detrás de eso? -guiñó el ojo, lo que me hizo pensar que me estaba coqueteando.
-No. Nunca me he enamorado, y no está en mis planes hacerlo. Solo quiero entregarle lo que tengo a alguien...
- ¿Y qué es lo que buscas exactamente? -sonrió, esa si me la esperaba.
-Sencillez, humildad, pureza. Solamente -solamente, no era mucho pedir.
- ¿Belleza? -se escuchó un poderoso "uuuuu" del público.
-No necesariamente, eso es solo un bonus -respondí -no busco belleza, eso es algo indiferente.
- Harry Styles -suspiró -en busca de una esposa... ¿Cómo lo harás?
- Con algún tipo de audiciones, aunque han de ser innecesarias. Necesito encontrarla.
- Bien. Los anuncios y carteleras saldrán al público el día de mañana, ¿en dónde se llevará a cabo?
- En mi casa -sonreí, estaba orgulloso de hacerla llamar mía.
- Señoritas, solo una chica se casará con Harry Styles... ¿Quién será. Esto fue Daily Break y me complace decir, ¡felices juegos del hambre chicas! -y lo siguiente fueron aplausos, gritos, llantos y un Harry fuera.
(...)
- Nani, ¿podrías prepárame un tazón de leche con cereal por favor? -le pregunté recostando mis flojos brazos en el costado de la mesa, frente a ella. Puede que yo fuese un empresario muy importante para la economía de Londres y que fuese conocido como todo un hombre, pero cuando estaba con Marie todo eso se iba a un lado, yo era un niño para ella y me complacía aceptar que me sentía como tal a su lado.
- Claro que si mi niño. Dame un segundo, debo hacer una llamada y te preparo los tazones que quieras -sonrió, aunque su mirada reflejaba mucho mas que preocupación.
- ¿Pasa algo Nani? -pregunté acercándome a ella, quien se había girado de espaldas con la vista al teléfono de la pared
- No Harry. Ve a tu habitación, yo llevaré tu cereal... -me dijo, y no me convenció en lo absoluto.
Mi vieja, los años le estaban cayendo encima y eso me afectaba a mi.
- Vamos Nani, yo sé que algo te pasa. ¿Es por tu hermana? -posé uno de mis brazos en su hombro y esta al girarse dejó a la luz sus cristalinas lágrimas, las cuales partieron mi alma. Jamás había visto a Marie llorar, no después de la muerte de mis padres y verla así me hacía sentir que había algo más allá de una enfermedad en el cuerpo de su hermana. -Ella murió, ¿no? -pregunté y mi vieja se desmoronó en llanto, no pude hacer otra cosa mas que ocupar su puesto, ofrecerle mi hombro para llorar y las pocas palabras que lograron salir de mi boca. Yo entendía a la perfección lo que era perder a un ser querido.
- Ve a tu habitación mi niño, ya te llevo el cereal -dijo entre sollozos y asentí con la cabeza, aunque en verdad mis antojos de cereal se habían ido por la borda.
Me senté en el escritorio del estudio junto a mi pieza y comencé a hacer llamadas a mis deudores.
- Aquí está tu cereal Harry -dijo Nani unos minutos después de que yo subiera
- Gracias Marie -respondí con una sonrisa. Tomé el cucharon y metí un bocado a mi paladar -es por esto mismo que no preparo mi propio cereal, el tuyo es mejor. ¿Qué le viertes? -la miré de reojo y la noté inquieta, jugaba con su gabacha y zapateaba la alfombra con precisión
- No le vierto nada mi niño, la diferencia es que yo dejo caer mi amor en las cosas que hago... -se excusó y yo reí. Permaneció en silencio, aun parada en el marco de la puerta, mirándome
- ¿Hay algo que deba saber Nani? -pregunté y giré mi silla a su vista
- Necesito pedirte algo Harry -me dijo -yo sé que he estado trabajando con los Styles un buen tiempo, y no quiero sonar grosera, pero jamás les he pedido un favor. Yo he sido una buena Nana contigo, y lo fui con tu hermana...
- ¿Qué necesitas?, sabes que puedes pedirme lo que quieras -sonreí
- Ya sabes que mi hermana, espero descanse en paz, tiene una hija... y bueno, ella...
- ¿Quieres traerla a vivir a mi casa? -le pregunté al tiro interrumpiendo
- Si tu no quieres mi niño yo entiendo, no es tu obligación ayu...
- Mañana mismo mandaré al chofer a su hogar, no te preocupes que yo me encargo de eso -le sonreí y esta imitó mi acción. Era lo menor que yo podía hacer por mi Nana
- Muchas gracias mi niño, prometo que no va a molestarte y trabajaré contigo el resto de mi vida si lo deseas -sonrió humildemente. Su frase estaba mal dicha, sería el resto de mí vida.
Esa noche estuve pensativo. Luego de deslizarme entre las sábanas de mi Nana todo fue peor, la abracé toda la madrugada porque lloró todo el tiempo. No, lloramos todo el tiempo.
Tenía miedo, así era. No sabía que esperar de la enfermedad y temía dejar todo aquello que valía la pena en este mundo, pero temía el doble dejar a mi Nana sola.
(...)
- Levántate Harry, hoy tienes una agenda apretada -susurró Mitch, mi secretaria, a mi oído.
- ¿No puedes solo cancelar todo lo que hay para hoy? -pregunté escondiendo mi rostro bajo las sábanas y esta la arrebató al suelo -¿Te han dicho cuán odiosa eres Mitch? -pregunté y ella rio.
- Para eso me pagas Harry. Apúrate, el entrevistador del periódico espera en la sala.
Una ducha refrescante, un traje de ceda negro cocido a mano, un par de zapatillas formales y estaba más que listo para salir al ataque.
Me senté a conversar con Adam Shane, el entrevistador, quien hizo decenas de preguntas acerca de mí atrevida decisión por encontrar una esposa, y por supuesto, una serie de entablados acerca de la economía y mis futuros negocios, los cuales beneficiaban a un veinte por ciento, el desarrollo de Londres.
Finalizó la entrevista y me vi a solas con Marie, ya que su sobrina estaba por llegar.
- ¡Tía Marieee! -gritó desde afuera y esta abrió la puerta, dejando ver a una morena de ojos marrón entrar a mi hogar.
- Adelante _____ -dijo. ______, que feo nombre -él es el dueño de la casa -le dijo Nani.
- Hola Hazza -me dijo y yo me sentí ofendido. Le estaba abriendo las puertas de mi casa, y ella viene con apodos de secundaria.
-Harry Styles -me presenté-, ¿tú eres? -pregunté desviando mi mano a mi bolsillo, no sabía qué tipo de gérmenes traía consigo
- Soy _____ Lambert... -se presentó
