CAPITULO 3- ¡¿Estás demente Harry?! -Me gritó Mitch - ¡¿Cómo vas a casarte con ella?! , mierda Harry... se te están subiendo las ideas a la cabeza.
- ¿Por qué no?, tú me lo sugeriste ayer -le dije y ella suspiró.
-Pero eso no quiere decir que debas hacerme caso idiota. Solo soy tu secretaria -Reí, me divertía molestar a personas como Mitch, porque me encantaba verla reventar del enojo.
-Hablando en serio, ¿Qué tiene de malo? Tiene un hijo, al que le serviría de mucho la ayuda y bueno, moriré Mitch ¿Cuál es el problema? -pregunté relajado, empezaba a acostumbrarme a la idea de morir.
-La respuesta es no -terminó de decir mientras acomodaba sus portafolios en mi escritorio.
- ¿Ya escuchaste Nani?, Mitch tampoco quiere que me case con Caroline -mencioné al notar su presencia en el salón.
-Ya escuché mi niño. Y digo lo mismo, la idea es pésima -nos dijo, al mencionarlo Mitch asintió con la cabeza y luego rio, lo cual me molestó un poco - ¿Es cierto que ______ pidió ser tu esposa? -dijo sin rodeos y automáticamente Mitch se giró a mirarme y esperaba la respuesta correcta al momento.
- ¿Ella te lo dijo? -pregunté y Mitch puso una de sus manos en su cabeza.
-Sí, ella lo dijo -juntó sus labios, tomó una silla y se sentó frente a nosotros.
- ¿Y qué le dijiste? -preguntó Mitch, curiosa de saber.
- ¿Qué podía decirle? -apoyé mis codos en mis piernas y suspiré alto -soy una mierda.
-Harry -dijo Mitch tocando mi hombro con su mano y esto me obligó a subir la mirada - ¿Qué no es librarte de tu herencia lo que quieres? - tocó el mejor punto, lo que decía era cierto. Yo no buscaba amor, buscaba un heredero -Ella es hija de una mujer humilde, ¿no Marie? -miré a mi Nana y esta asintió con una sonrisa, aún algo insegura -. Ya vive en tu hogar, lo que dice que no debes traer a nadie extraño, porque ella es familiar de la persona que te crió... Harry -me dijo y luego me miró con media sonrisa.
- ¿Qué crees Nani? -pregunté con un gesto extraño.
-Oh no -rio -a mí no me metas en esto mi niño, es tu decisión. No nuestra.
-Solo dime, ¿es ella alguien de fiar? -le pregunté, comenzaba a considerar la idea de tenerla como mi esposa, al menos mientras ella no supiese del cáncer.
-Sí, lo es -se limitó a decir, se puso de pie y salió cantando una canción clásica, como nota de despedida.
La decisión estaba tomada, yo me casaría con ______.(...)
La noche anterior, cuando ella se ofreció a ser mi esposa, muy a parte de quedarme en shock traté de portarme como un caballero y decirle que lo pensaría, pero ¡Al demonio con toda esa mierda de escoger a una chica!, ellas no son animales.
Yo quería únicamente deshacerme de mi fortuna, entregársela a alguien para que se encargase de ella y poder morir en paz, sabiendo que había tomado una gran decisión. Mi Nana lo era todo, y ella era su sobrina, lo que me decía que sin duda Marie se encargaría de maltratarla y hacerla cobrar conciencia si algo malo pasaba con mis negocios.
Era la decisión correcta.
Solo debía fingir una boda, algo de amor y ella nunca sabría la verdad. Porque hacerla saber que moriría en unos meses requería de muchas agallas y hacer frente a lo que pasaría si ella lo sabía. Por más que me dolía aceptarlo, yo la iba a utilizar.
Lo medité toda la tarde, hablé con Mitch e incluso llamé a uno de mis más grandes amigos, Louis, quien trató de aconsejarme lo mejor posible. No sirvió de nada, todos me decían lo mismo, "esta es tú decisión Harry, no nuestra".
Así que, luego de hablar con mi más grande aliado, Dios, y tratar de comprender que estaba a punto de hacer, tomé la decisión. Le pediría matrimonio a la chica grosera de Holmes Chapel, sobrina de mi Nana y nunca la dejaría saber que me había casado con ella porque iba a morir. Fingiría amor.
- ¿Dónde está? -le pregunté a Marie, sosteniendo el anillo en mi mano.
-Dios mío Harry, estás por cometer una locura -puede que lo fuese, pero ya lo había decidido.
-Dime donde está _____, Marie -dije impaciente, si no se lo pedía en ese momento, no lo haría nunca - ¡Nana! -le grité.
-Harry, ¿Qué diablos estás haciendo? -preguntó.
-Voy a casarme, lo que tú me aconsejaste -respondí.
- ¿Es eso lo que quieres? -me miró y respiró hondo.
-Es eso lo que debo hacer Nani... -le dije y ella sonrió.
-Está en el campo, buena suerte -me dijo y yo me giré a correr.
Busqué a los lados, pero no la veía. Corrí aún más lejos y fue donde la encontré, sentada en una piedra alta, mirando al horizonte.
-______ -llamé su atención y ella me miró confundida, al notar que estaba tan formal.
- ¿Pasa algo Señor Styles? -preguntó con una sonrisa, el percance de la otra noche aún le causaba gracia.
- ¿Quieres casarte conmigo? -pregunté sin rodeos, me hinqué frente a ella y le mostré el anillo.
- ¿Es en serio Harry? -preguntó con una gran sonrisa y yo asentí con la cabeza.
- ¿Qué dices?, aquí abajo está algo mojado... -miré a mi alrededor y ella rio fuerte.
- ¡Claro que sí! -respondió con una sonrisa, se abalanzó sobre mí y besó mi mejía.
-Ok, ok -le dije -. Creo que es suficiente, ¿Vamos adentro? -pregunté y ella me miró -¿Qué pasa?
-No me ha puesto el anillo Señor Styles -dijo riendo y yo la imité. La miré a los ojos, y le coloqué el anillo.
¿Qué demonios había hecho?
Me casaría con una completa extraña, por deshacerme de mi fortuna. El cáncer me estaba afectando seriamente.(...)
Al siguiente día todo Londres se había enterado de la existencia de mi prometida, causando controversia en las que no fueron elegidas. Marie no me había hablado al respecto, y Mitch únicamente me pidió que lo mantuviera en secreto.
Pedí a mi secretaria que organizase todo con respecto a la boda, y así lo hizo.
Los campos estaban arreglados, los pasteles acabados y la decoración lista. Había dejado que ______ escogiera todo, porque la boda solo significaba que parte de mi tarea estaba terminada.
Cada mañana ellas hablaban de la boda, del vestido, de los zapatos, del maquillaje y yo trataba de sonreír ante la gran mentira por la que hacía pasar a ______.
Parecía que tuviese quince años, pero era apenas un año menor que yo y ya se veía en ella la emoción de casarse como las chicas lo desean, yo le estaba dando todo... todo aquello que para mí no era más que parte del plan.Algunos días me arrepentía, pero luego me fijaba en lo feliz que ella se sentía escogiendo y comprando todo para nuestra boda, lo cual me atenía de retroceder mi elección. Me daba cuenta que era una mala persona, pensaba en todo aquello que pasaría... porque ella siendo mi esposa debía acompañarme a todas las reuniones y tomar decisiones conmigo, quisiera o no. Y ¿Qué si ella no me agradaba?, porque yo no la amaba y eso se lo dejé muy claro. ¿Cómo amarnos a tan solo unas semanas de conocernos?
Todo estaba más que listo, pero yo no lo estaba.Me encontraba sentado en mi recámara, jugando con un reloj de oro y preparándome nada más que para mi boda. Era tiempo, y trataba de no preocuparme, porque pronto la pesadilla de que moría se apegaba a mi pecho sin dejarme descansar.
-Harry, ya es hora -dijo Mitch desde la puerta, con una sonrisa estampada en el rostro. Ella también estaba preparada, llevaba puesto un vestido violeta y estaba maquillada del todo.
-Ya voy -le dije -y por cierto, te ves muy bien -sonreí.
-Gracias. ¿Todo bien? -Me preguntó y negué con la cabeza, obligándola a acercarse a mí - ¿Qué pasa?
-No quiero casarme -le dije -o al menos no así... ella siquiera sabe mi nombre completo, y más importante, no sabe que moriré a unos meses de ser la Señora Styles, quedará viuda -dije.
- ¿Por qué te afecta tanto si ustedes no se aman?, ambos lo saben -dijo y tenía toda la razón.
Me puse de pie, arreglé mi corbata y caminé a la ceremonia.
-Harry, ¿quieres recibir a _____, como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida? -preguntó y yo miré de reojo a Marie, quien lloraba.
-Sí, acepto -dije.
-______, ¿quieres recibir a Harry, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida? -le preguntó y ella sonrió.
-Sí, acepto -terminó de decir y recordé lo siguiente, yo debía besarla.
-Los declaro marido y mujer -sonrió y todos permanecieron en silencio, la prensa tomaba cuantas fotos podía -puede besar a la novia... -dijo.
Dudoso me acerqué a ella, porque temía besarla. _____ sonrió plenamente y aceleró el momento tomando de mi cuello y besando mis labios lentamente, supuse que era lo que ella esperaba. Porque todas las mujeres sueñan con una boda real, y esto implica un beso real.
Yo, Harry Styles, ya era entonces un hombre casado...
- ¿Listo para la luna de miel? -susurró Mitch a mi oído.
¡¿Luna de miel?!
No, no estaba listo.