CAPITULO 15
- ¿Todo listo? -preguntó.
-Sipi -respondí divertido. Ella se paró frente a la puerta de mi habitación y con ambas manos en los costados de su cuerpo, sonrió entre risas.
-Tengo un presentimiento de que algo bueno viene en camino.
- ¡¿Estás embarazada?! -pregunté entre burlas y ella se echó a reír.
-No tonto. Es imposible, nosotros nunca... -dijo -. ¿Nos vamos ya? -interrumpió.
-Si -me limité a decir.
Tomé la maleta que mi esposa había empacado con todos los accesorios que una persona necesita para su estadía en el hospital y caminé junto a ella hasta cerrar la puerta con llave y subir al auto. Pero, esta vez yo conducía.
De camino a ese misterioso lugar al que ella le hacía llamar 'calla y conduce' pasamos por un helado, y mientras comíamos de este, una anciana se acercó a nosotros.
- ¿Saben dónde está el baño? -preguntó achinando los ojos para vernos claramente.
-A la derecha, la tercera puerta -le indicó _______ con algunas señas y esta sonrió al hacerlo.
-Gracias, y por cierto... ¿Son novios? -ambos sonreímos, pero a diferencia de ella, yo parecía un caballo con sed.
-Esposos -dijimos al unísono y entonces sentí un cosquilleo horrible en el estómago.
-Que linda pareja hacen juntos -sonrió.
-Gracias -respondí.
- ¿Puedo pedirles algo?, no les llevará mucho tiempo.
- ¿Qué necesita? -preguntó amable _______.
- ¿Puedo leer las líneas de sus manos? -preguntó y ambos nos miramos confundidos.
- ¿Perdón? -preguntó _______.
- ¿Qué si puedo leer las líneas de sus manos?, dicen la vida de una persona -se explicó.
-Claro -dijo mi esposa.
Se sacó el guante que traía puesto y le entregó la mano algo insegura. Luego me miró.
-Si me permite -extendió la mano y tomó la de _______ con delicadeza, repasando cada línea con sus dedos.
La miraba atentamente y de vez en cuando _______ me hacía gestos de confusión.
- ¿Qué dice? -preguntó mi esposa algo nerviosa, igual que yo.
- ¿Hay alguien enfermo en su vida? -preguntó al tiro y _______ me miró al instante.
-Sí -se limitó a decir.
La señora suspiró hondo y luego soltó la mano de mi esposa. Eran malas noticias.
- ¿Qué pasó? -preguntó Minnie.
-Muchas bendiciones vienen a su vida señorita, pero pasará por muchas desgracias para eso -dijo.
- ¿Cómo cuáles? -preguntó atenta.
-Muerte -se limitó a decir.
- ¿Y las bendiciones? -preguntó nuevamente.
-Habrá mucha felicidad en su vida. Se Sentirá completa cuando un alma nueva llegue a su vida, lo verá -sonrió -. Vaya, que cosas que visto. Gracias -tomó mi mano y la estrechó -. Que tengan feliz tarde -y luego se fue.
- ¿Qué crees que significa eso? -preguntó con la vista impregnada al suelo y yo apoyé mi brazo por sus hombros atrayéndola a mí.
-No lo sé bonita -mentí. La persona enferma era yo, y el muerto sería yo, por más difícil que fuese decirlo. Era la verdad.