CAPITULO 20
Recibí llamadas de algunos empresarios que asistieron a la convención y lograron ver toda la escena del día sábado.
No sabía lo vergonzoso que era escuchar a aquel que una vez me pagó un cheque, sermonearme sobre mi forma de actuar.
Sinceramente, y recomiendo no dejar leer esto a niños menores de trece años: me importa más mi puto pene freído más virgen que el aceite de oliva, que las palabras de todos ellos.
Estaba triste. Por ella, por el efecto del tratamiento en mi organismo, porque Louis me veía con lástima, porque Marie y Mitch se fueron, porque mi vida en resumen era un pedazo de popó.
-Ok -dijo Louis -, esto es demasiado. Llevas una semana en este estado, y no permitiré que pase más tiempo -tomó de mi mano y me arrastró de la cama al baño.
-Déjame morir aquí -dije dramático, luego de que Louis me tiró en la tina con ropa.
-No seas estúpido -rio -. Báñate e iremos por un paseo...
-No quiero salir, la prensa va a verme -dije cerrando los ojos para conciliar sueño en la tina.
- ¿Y...?
Encendió el chorro haciendo que toda el agua me callera encima, aún con ropa.
- ¡Eres un...!
-No, no, no -interrumpió -. Nada de insultos mientras yo esté aquí -imitó la voz de su madre y yo reí.
Me dejó solo, luego de colocar una toalla limpia sobre el perchero.
Aproveché mi momento a solas para reflexionar un poco... ¿Qué se supone que debía hacer?.
Cada vez que la llamaba me contestaba Neil o Layam, y me decían que no podía atender el puto teléfono o que no se encontraba en casa. ¿Casa?, su casa solo era a mi lado, en 'n-u-e-s-t-r-o' hogar.
La extrañaba mucho, y no me daba pena admitirlo.
Tal vez, esa pelea traería algo bueno y... no sé, simplemente quería saber que vendría.
Sería bueno salir y distraerme un poco.
(...)
(Narra ______)
Recuerdo su rostro... me veía tan dolido mientras le gritaba aquellas groserías y yo... yo por fin había logrado zafarme.
Lo único que yo quería era apartarme de él, porque... quería mucho al estúpido de Harry. A él, a sus rulos, sus ojos verdes y su adicción por el chocolate.
Sabía, más que nada, que si continuaba con él me enamoraría y... sería mucho más doloroso perderlo.
Vamos, debía ser realista.
Una tarde, luego del primer tratamiento de Harry, o como yo solía llamarlo, 'Rulitos', me senté a hablar con el doctor y le pregunté algunas cosas. Me dijo que Harry tenía una gran probabilidad de sobrevivir y que luego de acabar el tratamiento, el quedaría como nuevo.
Pero... yo aún no les puedo decir la verdad. No van a entenderla ahora.
- ¿Estás bien? -preguntó Liam, como siempre tan paternal y yo sonreí.
-No mucho -dije llorosa. Niall se acercó a mí y me rodeó con sus brazos.
-Esto es lo mejor... si continuabas engañándolo ambos terminarían lastimados.
- ¿Por qué duele tanto? -pregunté limpiando mi nariz con un pañuelo.
Estaba sentada en mi cama, al lado del par de idiotas.