"Futuro irreal"

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CAPITULO 16

Nos quedamos unas horas más así. En silencio, disfrutando uno del otro.

_______ continuaba acariciando mi cabello, lo cual me volvía loco, y de vez en cuando pasaba sus manos por mí no-barba porque decía que le daba cosquillas. Sentir el roce de mi inberbe piel la hacía estremecer, como a mí sentir sus delicadas manos recorrer mi cara.
Era extrañamente especial.

Comencé a hablar minutos luego de darme cuenta lo idiota que me ponía que ella hiciera eso, y ella continuó. Le contaba sobre algunas llamadas que había recibido a lo largo de la semana, y que por desgracia nuestra, debíamos asistir a un par de reuniones para que los empresarios no pensaran que estaba fuera del mercado.

Ella escuchaba, y a veces mencionaba cosas muy parecidas a negarse a asistir, pero a medida que yo continuaba con lo que más sabía hacer, negociar, ella aceptaba.

Debía mostrarla a la prensa como mi legítima esposa, como la Señora Styles, y no había otra manera más de hacerlo que ir a las estúpidas y monótonas juntas de empresarios fallidos siendo entrevistados por revistas que se interesan en buscarlos.

Mi esposa comenzó a hablar luego de que le conté los planes de la semana, y me agradecí que lo hiciera.
Me contaba cosas que, definitivamente, no sabía de ella, y como su esposo, tenía el deber de saber.
-Lo recuerdo tan bien -sollozó. Yo acariciaba su brazo con mi mano y posaba mi brazo libre sobre sus hombros.
-Mjm -emití, para que continuara.
-Yo estaba jugando videojuegos con mis mejores amigo, y recibí una llamada que me hizo detener el juego... -lloraba, sollozaba y yo me sentía un imbécil por preguntar -, era mamá en la línea... solo recuerdo que comenzó a decir cosas como 'pórtate bien'...'no me defraudes', y luego se despedía de mí... y yo... -sus lágrimas no la dejaban terminar, estaba devastada y yo estaba como estúpido sin saber que hacer -... yo no entendía nada. Me dijo que me quería demasiado, y luego cortó la llamada... y murió Harry -dijo al hundirse en mi pecho -, murió... y yo no lo sabía.
-Todo está bien -la abracé a mi pecho, sin importar que sus lágrimas mojasen mi camisa.
-No Harry, no lo está -negó, aún entre mis brazos. Yo besaba su cabello y trataba de calmarla, aunque entendiera a la perfección que se sentía ser abandonado por tus propios padres de esa manera -. Yo no pude salvarla, no supe cómo hacerlo, y ... sigo enojada por eso -la rodeé aún más fuerte que antes, y traté de hacerle saber que yo estaba allí para ella, quería que lo supiera -... cuando recibí la llamada lo único que pensé fue 'ella no, por favor', y le rogué a Dios... no funcionó.
Estuvo llorando unos minutos más, y por más que trataba de hacerme el fuerte, fue imposible.
Lloramos como si no hubiese mañana, porque ambos sabíamos lo doloroso que era perder a un ser tan querido como la persona que te engendró. Pero, esa no era la razón principal.
Yo lloraba porque ya sabía lo que pasaría después. Moriría dejándola, completamente sola, y sería mí culpa por no responder al tratamiento.

Estaba triste porque la quería tanto que daría mis brazos por ella, o una pierna si fuera necesario. Estaba molesto, porque me sentía tan impotente de no poderle dar todo eso que ella quería de por vida. Estaba frustrado, por no ser capaz de levantarme una mañana a su lado, verla dormir y verme obligado a prepararles el desayuno a nuestros hijos.

Mi padre decía que cosas como que una mujer imagine el futuro al lado de un hombre, es normal. Pero, cuando un hombre hace lo mismo, la cosa va en serio.
Y yo, me desvelaba como idiota imaginándome a _______ en un vestido rosa ceñido del busto, con la panza a reventar porque cargaba dentro a nuestro hijo. Me veía caminando a su lado, orgulloso de ser yo quien la besaba antes de dormir, ser yo quien le tomaba la mano libremente.
Pero no, eso no sería así.

(...)

Eran las seis de la mañana del siguiente día, y ______ ya me había despertado para que me bañase y nos fuéramos al hospital. Por el segundo tratamiento.
Me levanté con flojera y me di una ducha que duró más o menos quince minutos.

En busca de esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora