Hoy seria mi día "libre", la verdad necesitaba un respiro de todo, el trabajo me estaba estresando y la situación con Theo me estaba matando.
No sabia como sentirme, todo era bastante confuso pero aquellas mariposas tan anheladas nunca llegaron, al contrario fue tan incomodo y algo repulsivo, se suponía que estaba enamorada de Theo desde o wou creo que casi siempre pero... Algo dentro de no aceptaba nisiquiera el mas mínimo si, todo era absoluta negación, tenia qué rechazar a Theo y no sabia como.
Se como termina todas estas cosas al final, la amistad nunca vuelve a ser la misma, la incomodidad se hace presente, hasta que la distancia predomina y adiós amistad. Tal vez no estaba del todo segura de mis sentimientos pero lo que si sabia es que no quería perder a Theo y mucho menos de esa manera, pero tampoco podía ilusionarle diciéndole que prometeria pensar en cualquier propuesta que me hiciera cuando sabia qué iba a rechazarlo de todas formas. Si la vida es una completa cubeta de estiércol.Salí del hotel a caminar un poco, necesitaba despejar la mente, nada de trabajo, nada sobre temas románticos, solo yo, ya era hora de que pensara un poco mas en mi.
Y aunque dijera eso en mi mente no dejaba de llegar el pensamiento de Theo diciéndome que me amaba.-Maldición, maldita vida.
-¿No eres muy joven como para maldecir la vida?.
Pregunto una mujer mayor a mi lado, yo la observe y sonrei antes de encogerme de hombros.
-No me considero tan joven- respondí- dentro de un par de semanas cumplire los 30.
-De seguro tu esposo te hará una gran cena romántica- comento la mujer.
-No soy casada- respondí.
La mujer me miro detenidamente y sonrió.
-Muy bella para ser soltera- agrego antes de desviar la mirada- la vida a veces suele ser difícil, los problemas cotidianos suelen consumirnos, incluso los problemas ajenos. En ti jovencita me veo a mi solo te dire algo no tengas miedo, superarlo no todos los casos son iguales.
-Anayansi, ¿nos vamos?- pregunto un hombre mayor mientras se acercaba- buena mañana señorita.
-Solo piénsalo- dijo la mujer antes de levantarse- ¿ya compraste el regalo Matthew?.
-Si, Maddie nos va a matar- contesto el hombre con una risa mientras tomaba su mano.
-Te matara a ti, es mi hija a mi me ama.
El hombre rió mientras miraba con ternura a su esposa. Yo solo observe a aquella pareja de ancianos irse con una enorme alegria, ver aquella escena revivió en mi aquel pequeño sueño que tenia de niña. Recuerdo que jamás pedí un príncipe azul, ni a un héroe, ni mi alma gemela, o mi media naranja, lo que quería era un buen amigo, un amigo con el cual pudiera compartir toda mi vida, quería aquella vida como esas dos personas.
-¿Amairani?- oí preguntar- vaya que sorpresa.
Gire la mirada y observe a Leonard con un pequeño maltes, no pude evitar soltar una pequeña risa mientras miraba a ambos.
-Que lindo perrito tiene.
-Se lo que piensas- dijo mientras me miraba fingiendo molestia.
-¿Así?- pregunté.
-Si que ya no parezco tu amigo si no mas bien tu "amiguismos"- dijo mientras fingía una voz chillona.
No pude evitar soltar la carcajada, jamás había visto a un hombre maduro fingiendo un voz chillonas y menos a un hombre tan "importante" como Leonard, me acerce al perro y rasque sus pequeñas orejitas mientras este movía su colita emocionado.
-Parece que le agradas- comento Leonard.
-Pensé que venderías a negocios "importantes", no a comprarte este adorable maltes.
-Es de mi hermana.
-¿Tienes una hermana?- pregunte mientras me levantaba.
-Si ella a estado muy ocupada con algún proyecto o algo por el estilo.
-Si no es fácil manejar una compañía y menos empresas Hamilton.
-De hecho ella no trabaja con nuestra familia- yo mire a Leonard con extrema confusión- mi hermana nunca a querido depender del dinero de nuestros padres por eso busco trabajo en otra compañía.
-La oveja negra de la familia- dije mientras miraba a Leonard- eso es algo que se requiere de mucho valor. Me sorprende que tengas familia como ella, debe ser una maravillosa mujer.
-Lo es -respondió Leonard- y, ¿estas solo o esperas a alguien?.
-Estoy sola, tanto trabajo me estreso un poco- confesé- además quiero pensar bien ciertos asuntos.
Leonard asintió con la cabeza, supuse de inmediato que se dio la idea de cuales asuntos me preocupaban.
-Sin importar la decisión que tomes siempre estaré contigo- oí decir a Leonard tomándome por sorpresa- puedes contar conmigo, somos amigos después de todo.
-Si, si lo somos.
Vi como Leonard extendió los brazos para abrazarme pero los bajo de inmediato miraba su mano sin parar y finalmente la extendió para que yo la tomara. No pude evitar reír supongo que estaba dudoso aun sobre como tratarme como amiga.
Hice su mano a un lado y lo abrace.-Esta bien que me abracez, somos amigos- dije entre risas.
Sentí como Leonard me correspondió el abrazo, al separarnos oímos al pequeño maltes ladrar, yo me coloque en agache y comencé a rascar su panza.
-Y tu también pequeñita bola de pelos, eres el mejor amigo del hombre, cuida a este imbécil.
-¿Acabas de llamarme imbécil? - oí preguntar a Leonard.
-Pero fue con cariño, somos amigos después de todo.
Oí la carcajada de Leonard mientras negaba con la cabeza.
-Creo que ya no quiero tu amistad.
-Es una pena, porque esto es sin devoluciones.
-Yo creo que eso es excelente, bueno yo me iré a casa a alimentar al pequeño Tornado.
-¿El perro de tu hermana se llama tornado? - pregunte mientras miraba a la miniatura de perro.
-Un día lo llévate a tu departamento lo dejaré 5 minutos solo y veras el porque de su nombre.
-Tranquilo te creo, confío en tu palabra- dije mientras me levantaba- supongo que nos vemos después.
-Si... Este a ti, digo si no estas ocupada, ¿te gustaría ir a tomar algo?.
-Si porque no, me vendría bien despejar mi mente- dije mientras comenzaba a caminar- ¿y porque tu hermana trabaja en Londres?.
-Mi madre es de aquí.
-Vaya así que tienes doble nacionalidad.
-Si.
-Eso si es genial, yo por parte de mi madre soy sureña.
-No tienes acento de sureña.
-Leonard, no seas racista.
Dije y lo oí reír.
-Eso, eso no fue racismo.
-Si lo fue.
-No, no lo fue.
-La mujer siempre tiene la razón, incluso aunque no sea así.
-Eres extraña.
-Tu eres extraño.
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Mejor soltera que mal casada©
Teen FictionAmairani Montiel, una joven empresaria bastante exitosa quien está soltera y tiene ceberos problemas en contra del amor pues cree que es un completo mal. Su familia está preocupada por ella, no pueden dejar que Amairani se convierta en una completa...