Capítulo 23

3.3K 311 9
                                    

bri los ojos con lentitud mientras el sueño iba desapareciendo lentamente, me estire sobre la cama y gire la cabeza, frunci el ceño cuando ya no note a Leonard en la cama toque su espacio estaba algo frio, eso significaba que llevaba ya un rato levantado, me levanté sin vergüenza alguna después de todo ya pasó lo que tenía que pasar, fui a colocarme ropa interior y observe una camiseta de Leonard en el sillón la cual me coloque abrochando sólo los botones del enmedio.
Salí de la habitación y observe a Leonard en la cocina con sólo unos pantoles de seda, me acerques la mesa para tomar la cafetera y una tazo.

-¿Pensabas llevarme el desayuno a la cama?- pregunte y observe como Leonard se giró para darme una mala cara- por que creo que te arruine la sorpresa.

-¿Como te sientes?- pregunto mientras se acercaba, note como dejo un plato de hot cakes sobre la mesa.

-Bien, aunque algo cansada- dije mientras soltaba un bostezo.

-Te dije que no te dejaría dormir en toda la noche.

-Pensé que era un decir- dije antes de tomar de mi café.

-Esa en mi camiseta.

-Tal vez.

-Se te ve bien- lo lo decir mientras me abrazaba- demasiado diría yo, tal vez te dejé más a menudo mis camisetas.

-Por cierto, viviremos en este departamento o el tuyo.

-Tengo una casa.

-Y si tienes una casa, ¿Por que vives aquí?.

-Pensé que era obvio, para estar más cerca de ti.

-Si en definitiva me casé con un idiota.

-No cortes el romanticismo cariño.

El sonido de mi teléfono nos distrajo a ambos yo bufe con molestia.

-Creo que deberiamos darnos prisa creo que ya deben estar más molesto por los de ayer.

-Bueno tu fuiste la que quiso quedarse en casa a hacer el amor en vez de ir a cenar con ellos.

-Leonard, te arrojare por el ventanal de mi departamento si no cierras la boca.

-Ya entendi, ningún comentario al respecto.

Mientras Leonard conducía no dejaba de observar el monto de cosas que tenía que hacer en el trabajo, santo cielo si Leonard no me mataba de estrés mi empresa lo haría.

-¿Sucede algo?- pregunto Leonard.

-No es nada, ya sabes el trabajo- respondí antes de guardar mi tableta.

-Te daré un gran masaje cuando terminemos todo esto.

-Prefiero que te ocupes de mi trabajo mientras duermo.

Oí a Leonard reir.

-De acuerdo si eso te hace sentir mejor.

-Si y mucho.

-Bien señorita Hamilton, hemos llegado.

Lo oi anunciar a Leonard, yo abrí la puerta del auto y observe el restaurante.
Comencé a caminar bastante nerviosa, nisiquiera sabía bien el porque, al entrar Leonard colocó su mano en mi espalda, yo lo mire y el me sonrió amablemente le devolví el gesto, nos dirimos hasta la zona privada que mi familia había reservado al llegar todos nos miraron, mis sobrinos corrieron a los brazos de Leonard y yo los observe fingiendo indignacion.

-Lo saludan a el primero en vez de a mi.

-Mamá dice que la abuela quiere matarte y que por eso no nos metamos en su camino- hablo Sami.

Mejor soltera que mal casada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora