Cartas a mi novia

Carta 71

Ser la protagonista de un romance de  cuento de hadas es para muchos, algo curioso, para mi es algo que aún no me lo puedo creer. Muchas chicas sueñan con algo así, como en los libros o películas. Devoran libros de amor y se apasionan con las comedias románticas. Y con ello, ellas piensan que pueden prever lo que se supone que puede pasar entre dos personas.

Pero no es así.....

La vida da muchas vueltas, es como una ruleta. Nunca sabes lo que  puede llegar a pasar, todo puede ser fortuito o totalmente inesperado, como lo que sucedió en nuestro aniversario. No pensé bien las cosas y solo actúe sin mas,  por  mi mente no paso que estuvieras haciendo algo para mi, y solo me enoje pensando que me ignorabas en nuestro día. Luego al decirme que estabas atenta a algo que iba a suceder en tu salón, todo lo bueno que había guardado y que pensaba que quizás pudieras estar haciendo se fue al caño, me altere, me enoje sin mas solo pensando en mis motivos. Por mi mente si paso que tal vez estarías haciendo algo para mi,  como otras tantas veces que lo eh pensado, y al leer lo que tú estabas haciendo en realidad, no pude contenerme y me enfade más,  y más aún al ver mi falta de ortografía y parecer niña de preescolar. Además tienes que admitir que cuando yo me enojo, no eres la mejor dando ánimos o calmando las cosas,  muchas veces haces que me enoje aun mas,  te vuelves más terca y testaruda que yo que me dan ganas de....

Me dan ganas de gritarte que eres una tonta, mi tonta que a pesar de actuar así, amo con toda el alma.

No dormí esa noche, aunque te dije que lo haría, no paraba de dar vueltas en la cama y de llorar, se supone que nuestro día no iba a acabar así, se se suponía que tendría que ser diferente,  se suponía que no tendríamos que irnos a dormir sin darnos un beso de buenas noches,  se suponía tantas cosas que estoy segura que lo haremos mejor el mes siguiente.

Te amo a pesa  de las peleas, que es lo mejor que sabemos hacer. 😘

Atte. Tu novia.

PD. Llegaste a mi vida así,  de golpe, y yo tan distraída, que me enamore del susto.