A STAR IN THE NIGHT

CAPÍTULO XVII

Harry alzó la cabeza y volvió a mirarlo, leyendo con precisión en el sensual brillo de los ojos de Louis, en el débil pulso de su garganta, en la pequeña protuberancia que habia crecido en su pantalón.

Deslizó un dedo por el borde de su ropa interior.

—¿Tenías que ponerte precisamente este pantalón? —gruñó.

—Tú nunca me has mirado —se defendió Louis—Sandy quería salir conmigo, y este atuendo era lo más bonito que tenía en el armario.

—Sí, lo sé —sonrió irónicamente Harry—. Pensé que no podía arriesgarme a salir contigo. Pero mira lo que ha pasado por no hacerlo.

—Sandy estaba tan borracho... —murmuró Louis- Me hubiera forzado si no...

—No mientras me quedara un soplo de aliento en el cuerpo —dijo Harry con intensidad.

—¿Cómo supiste que podía pasar algo así? —preguntó Louis de repente.

Harry apartó un mechon de su frente.

—No sé —dijo, frunciendo el ceño—. Había oído algún comentario sobre Gaines que me había preocupado. Al parecer, es un buen tipo hasta que se acerca a una botella —se encogió de hombros—. Supongo que fue una premonición. Afortunadamente, hice caso de ella.

—Sí —un rizo de pelo había caído sobre la amplia frente de Harry.

Tímidamente, Louis alzó una mano y lo apartó.

Él sonrió, porque era la primera vez que tomaba la iniciativa.

El lo miró a los ojos, como pidiendo permiso, comprendiendo las nuevas sensaciones que florecían en su interior, Harry tomó una de sus manos y la llevó a su pecho, presionándola con firmeza.

Louis movió la mano experimentalmente, tanteando con los dedos el rizado pelo que podía sentir bajo la camiseta.

Impaciente, Harry se alzó y se quitó la camiseta, arrojándola a continuación al suelo, luego volvió a tumbarse junto a Louis, trenzando sus piernas con las de el mientras volvía a guiarle una mano hacia su pecho.

El volvió a dudar.

—Incluso los adolescentes hacen esto —susurró Harry, sonriendo ante su recato—. Es perfectamente permisible.

—¿Lo es? —Louis lo tocó con la punta de los dedos como si temiera que se le fueran a quemar.
Pero enseguida los presionó contra la espesa mata de pelo y exploró fascinado la superficie del ancho y cálido pecho de Harry.

Él se arqueó de puro placer y rió a causa de las sensaciones que le producían las caricias de Louis.

Hacía mucho tiempo que ninguna persona lo tocaba así.

El sonrió tímidamente, fascinado por su reacción. Harry parecía tan estoico, tan reservado, que su desinhibida actitud resultaba sorprendente.

—Los hombres somos como los gatos —murmuró—. Nos encanta que nos acaricien.

—Oh —Louis lo contempló como si fuera una escultura expuesta en un museo.

—¿Te sientes más seguro ahora? —Preguntó él con suavidad—. ¿Más audaz?

—No estoy seguro—Louis lo miró con gesto interrogante.

—No vamos a hacer nada fuerte —prometió él. La mirada de sus ojos verdes era más suave que nunca—. Sé que eres un principiante.

—¿Que vas a... a hacer? —balbuceó Louis.

—Besarte —contestó Harry, deslizando la mirada hacia sus claviculas.

—¿Ahí? —jadeó el.

Con gran lentitud y delicadeza, sonriendo ante la expresión de su rostro, Harry le bajo el sueter, dejando al descubierto las clavículas marcadas.

—Ahí —susurró. Inclinó la cabeza y deslizó la mejilla por la encendida carne, cuidando de no hacerle ningún daño.

Mientras Louis—trataba de adaptarse a tantas y tan agradables nuevas sensaciones, Harry deslizó los labios por su suave y sedosa piel y el sintió que ésta se abría.

Harry comenzó a saborearla con la lengua en una creciente fiebre de necesidad. Louis entrelazó los dedos en su espesa cabellera, sujetándolo contra sí, gimiendo suavemente de placer mientras él se acercaba a sus pezones.

—¿Aquí también? —preguntó él, deteniéndose un momento y mirándolo para recibir su consentimiento.

—¡Oh, sí! —gimió Louis.
La boca de Harry se abrió obedientemente y tomó el endurecido pezón, comenzando a succionarlo dulcemente.

Un suave gritito de placer escapó de la garganta de Louis, sintió que Harry temblaba y, de repente, éste se tumbó de espaldas, arrastrándolo consigo.
Lo sostuvo con fuerza a su lado, con las piernas íntimamente entrelazadas, mientras se esforzaba por recuperar el ritmo normal de su respiración.

Louis apoyo una mano sobre su pecho, pero él la tomó y la sostuvo con cierta rudeza a su lado.

—Me estoy excitando demasiado —murmuró Harry—Y tú también. No voy a dejar que vaya tan lejos.

Louis lo miró con abierta curiosidad.

—¿Qué sientes cuando me besas así? —preguntó rápidamente, antes de perder el valor.

—¿Qué sientes tú cuando lo hago?

—No sé... Un cosquilleo por todo el cuerpo. Calor. Nunca había sentido nada parecido.

—Yo tampoco —dijo Harry, tenso. Sus ojos parecieron poseerlo mientras los deslizaba como anhelantes manos por todo su cuerpo—. Tus pecho es pecoso —añadió, con una íntima sonrisa, y rió cuando Louis se ruborizó. Le hizo alzar el rostro y lo besó en la punta de la nariz—. No pienso ir al bar más cercano a cotillear respecto a tus pecas —susurró al percibir cierta aprensión en la mirada de Louis —Es un secreto de amante; algo que no se comparte con otras personas. Como la cicatriz de mi tripa.

Louis frunció el ceño ligeramente.

Harry tiró hacia bajo de la cintura de sus vaqueros y llevó la mano de Louis hacia la parte visible de una larga y gruesa cicatriz que sobresalía por encima del cinturón.

—Llega hasta mi entrepierna —dijo, solemnemente—. Afortunadamente, no alcanzó las partes más... vitales.

Pero la cicatriz va a permanecer ahí siempre.

Louis no apartó la mano.

—Siento que resultaras herido.

Harry sonrió.

—Esto es algo que no he enseñado a nadie —dijo—Excepto a mis hermanos.

Louis lo miró a los ojos.

—Un secreto de... amantes —susurró, asombrado de poder pensar con tanta facilidad en Harry y en sí mismo en esos términos.

Harry asintió. No sonreía,

—Como las pecas de tu pecho, alrededor de los pezones.

Louis sintió que su respiración se aceleraba de inmediato y que sus botones rosados volvían a endurecerse.

Frunció ligeramente el ceño, porque era una sensación un poco incómoda y aún no la comprendía.

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TERCER CAPÍTULO DEL MARATON.
DE VERDAD ESPERO QUE AL VOLVER TENGA MUCHO AMOR EN MIS COMENTARIOS O ESTARÉ RE INDIGNADA.
VOY A IR A UN LUGAR SIN RED, ES UN RETIRO NATURAL Y NO HAY WIFI.
COMENTEN, VOTEN, Y LEAN.

ARDILLA.