CAPITULO XXXI

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Pero Louis se había ido y no podía encontrarlo.

Algunas noches creyó estar a punto de volverse loco a causa de los recuerdos.

Podrían haberlo raptado, o asesinado, o podría estar pasando hambre...

Entonces recordó la herencia.

¡Habría tenido que ponerse en contacto con su abogado!

Podría haberse dado de bofetadas por no haber pensado antes en ello, pero se había sentido demasiado disgustado como para pensar correctamente.

Harry fue al despacho de Matherson y profirió amenazas que habrían hecho temblar al hombre más duro.

Louis tendría que ponerse en contacto con Matherson, y cuando lo hiciera... ¡lo tendría!

∆∆∆

Pocos días después de su visita al bufete, el abogado lo llamó por teléfono.

-Styles -contestó Harry secamente desde el teléfono del despacho.

-Matherson -respondió el abogado-He pensado que le gustaría saber que el joven Tomlinson me ha llamado hoy.

Harry se levantó, sin aliento, rígido de alivio.

-¿Sí? ¿Dónde está?

-Tengo un identificador de llamadas, así que conseguí su número. El problema es que era el número de una cabina telefónica.

-¿De dónde?

-De St. Louis, Missouri -respondió el abogado-Y tengo otro dato que puede ayudar. Trabaja como jefe de repostería en un restaurante.

-Siempre le estaré agradecido por esto -dijo Harry con gratitud- Si alguna vez tiene problemas de trabajo, venga a verme. Adiós, señor Matherson.

Harry colgó y llamó de inmediato a la última agencia de detectives que había contratado.

Al finalizar la tarde ya tenían el nombre del restaurante en que trabajaba Louis y las señas de su apartamento.

Harry no estaba dispuesto a esperar un vuelo regular, de manera que hizo que un jet de la empresa fuera a recogerlo y lo llevara a St. Louis.

∆∆∆

Ya era la hora de cenar cuando, tras reservar habitación en un hotel, fue al restaurante en que Louis trabajaba y pidió que le sirvieran bizcocho.

El camarero le dedicó una mirada de extrañeza, pero Harry hizo caso omiso de sus sugerencias sobre otros delicados platos de pastelería.

Finalmente, el camarero se encogió de hombros y tomó nota.

-Con mantequilla de manzana -añadió Harry educadamente.

Conocía lo suficiente los buenos restaurantes como para saber que el dinero podía comprar un extraño desayuno a horas intempestivas, si el cliente tenía dinero y estaba dispuesto a pagar un buen precio por él.

El camarero pasó el pedido a Louis, que se puso pálido y tuvo que apoyarse en el mostrador.

-Descríbame al cliente -dijo.
Sorprendido, el camarero hizo lo que le pedía y vio cómo su pálido rostro enrojecía de pronto de enfado.
-Así que me ha encontrado -murmuró Louis-¡Y cree que voy a prepararle un bizcocho a esta hora de la noche!

Al oír que Louis alzaba la voz, el jefe de camareros se acercó.

-El cliente de la mesa seis quiere bizcocho y mantequilla de manzana -explicó el camarero, resignado- El joven Louis está muy molesto.

-¿La mesa seis? -El jefe de camareros frunció el ceño-Sí, lo he visto. Lleva un traje muy caro. Si quiere bizcocho, prepárele uno, señor Tomlinson. Si es un hombre influyente, en el futuro podría traer nuevos clientes.

Louis se quitó el gorro de jefe de repostería y lo dejó sobre el mostrador.

-Gracias por haberme dado la oportunidad de trabajar aquí, pero tengo que irme. Preparo bizcochos para el desayuno, no para la cena.

Sin añadir nada más, se volvió y salió por la puerta trasera, dejando asombrado al jefe de camareros.

El camarero se vio obligado a comunicarle lo sucedido a Harry, cuyos ojos centellearon.

-En ese caso, tendré que ir a buscarlo -dijo, levantándose-Nadie prepara los bizcochos como Louis.

Se fue dejando al camarero boquiabierto.

En el coche que había alquilado podía llegar al apartamento de Louis antes que el.

Y así fue.

Cuando el subió las escaleras hasta la segunda planta, Harry lo estaba esperando en el descansillo.

Parecía agotado y unas oscuras ojeras rodeaban sus ojos, pero su mirada no era nada hostil.

Miró a Louis atentamente, fijándose en los afinados rasgos de su rostro y en que había adelgazado.

-No estás hecho para trabajar en un restaurante -dijo con suavidad.

-Y gracias a ti ya no voy a hacerlo. ¡Acabo de renunciar! -replicó Louis en tono beligerante, aunque su corazón se había puesto a latir como loco nada más ver a Harry. Lo había echado tanto de menos que casi le dolía mirarlo. Pero le había hecho daño, y la herida aún estaba fresca-¿Qué haces aquí? Dijiste que ya te habías cansado de mí, ¿no? Que ya estabas saciado...

-Dije muchas idioteces -murmuró Harry, arrepentido -No pretendo que las pases por alto y quiero disculparme por ello, si estás dispuesto a darme la oportunidad de hacerlo.

Louis se ablandó de inmediato.

-¿De qué serviría, Harry? -preguntó, aún cauteloso- Me fui. Conseguiste lo querías, una casa sin mí. ¿Por qué no te vas?

Harry suspiró.

Había supuesto que Louis no se lo pondría fácil.

Apoyó un hombro contra la pared y permaneció un momento en silencio, tratando de pensar en algo que pudiera inducir a Louis a volver al rancho.

-La señora Lewis no sabe hacer bizcocho -dijo-Nos está matando de hambre con sus supuestos guisos. Los rosales de atrás se están muriendo -añadió, jugando todas las cartas que tenía.
-Apenas ha llovido -murmuró Louis, mirándolo -¿No los has regado?

-No sé nada sobre rosales.

-Se van a marchitar -dijo Louis con sincero pesar-Dos de ellos son muy antiguos. Valen mucho, y no me refiero precisamente al precio.

-Si quieres salvarlos, será mejor que vuelvas a casa.

-¡No mientras tú estés en ella! -dijo Louis, alzando la barbilla.

Harry sonrió con tristeza.

-Temía que sintieras eso.

-No quiero volver.

-¿Eres demasiado rico como para molestarte por un trabajo inferior a tu nivel? -preguntó él en tono sarcástico, porque estaba perdiendo y no podía soportarlo.

Louis hizo una mueca.

-Resulta que no va a haber ningún dinero -dijo-Las acciones no valían nada. Mi madre hizo una mala inversión y perdió un millón de dólares -pero su risa sonó hueca- Siempre tendré que trabajar para vivir. Pero siempre supuse que así sería. Nunca esperé que mi madre me dejara nada. Me odiaba.

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MARATON 2/4

CHICAS AYER YA NO LO PUDE SEGUIR PORQUE ESTOY EN EXAMENES Y NECESITABA ESTUDIAR SI NO MI VIDA SE VA AL TRASTE.

🌹🌹ARDILLA🌹🌹

A STAR IN THE NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora