CAPITULO XXII

10.4K 1.1K 131
                                    

Louis abrió los ojos de par en par.

-¿Lo tienes?

Harry asintió.

-Y no como zanahorias porque también tengo una necesidad oculta de desafiar a mi madre.

Louis se llevó la servilleta a la boca, tratando de no reír.

-Has olvidado el comentario que hizo sobre los espárragos -recordó Niall.

Harry pareció incómodo.

-Ese podemos olvidarlo.

-¡Pero si es el mejor! -Niall se volvió hacia Louis-Janie dijo que Harry no come espárragos porque los asocia con la impote...

-¡Cállate! -rugió Harry.

Niall, que en ningún momento había tenido intención de repetir por completo el descarado comentario sexual, se limitó a sonreír.

-De acuerdo.

Louis dedujo que la palabra que había interrumpido Harry era «impotencia».

Y estaba en posición de decirle a Niall que no era una palabra que pudiera aplicarse a su hermano mayor, pero no se le habría ocurrido hacerlo.

Cuando, involuntariamente, sus ojos se cruzaron con los de Harry, se ruborizó al ver el malicioso brillo que había en éstos, y estuvo a punto de atragantarse con el café.

Niall observó la escena, tratando de contener la risa.

-Tengo un montón de trabajo retrasado esperándome en el despacho -dijo Harry al cabo de un minuto, levantándose.

-He preparado un postre -dijo Louis de inmediato.

Harry lo miró, sorprendido.

-No tomo dulces. Ya lo sabes.

Louis sonrió enigmáticamente.

-Este postre te gustará. No es nada convencional.

-De acuerdo -dijo Harry-Pero tendrás que traérmelo al despacho. Y tampoco me vendría mal un café.

-Desde luego.

Niall dejó su servilleta en la mesa.

-Muy bien, tú ocúpate del trabajo duro. Yo voy a ir al bar de Shea a ver si encuentro a Billy Telford, prometió darme el precio de ese toro Salers que nos interesa. Se está retrasando porque espera sacarles más a los Tremaynes, pero no creo que ellos se lo vayan a comprar; voy a ver si le invito a unas copas y consigo sacarle un buen precio.

-Ni se te ocurra -advirtió Harry- No pienso volver a pagar tu fianza. Y lo digo en serio.

-¡Tú también bebes de vez en cuando! -replicó Niall, indignado.

-Pero siempre me lo tomo con tranquilidad, cosa que tú no haces. Ninguno de nosotros ha olvidado la última vez que te desmadraste en Jacobsville.

-Acababa de obtener mi licenciatura -contestó Niall- Tenía que celebrarlo.

-Celebrarlo sí. Pero no destrozar el bar. Y a varios clientes.

-Según recuerdo, Liam y Matt me echaron una mano.

-Menudos elementos estáis hechos -murmuró Louis.

Harry lo miró.

-Yo ya nunca me excedo con el alcohol.

-Yo tampoco -se apresuró a añadir Niall-Y no he dicho que hoy fuera a emborracharme. Sólo pensaba hacer que Billy se tomara unas copas. Es mucho más manejable cuando no está sobrio.

Harry movió un dedo admonitorio ante su hermano.

-Nada que firme estando borracho será legal. Recuérdalo.

Niall alzó ambas manos.

-¡Por Dios santo, Harry!

-Podemos pasar sin ese toro.

-¡No podemos! Es todo un campeón -Niall habló con auténtica pasión-. Nunca he visto un animal tan hermoso. Es saludable, fuerte, lustroso... ¡lo quiero!

Harry intercambió una divertida mirada con Louis.

-Al parecer, es amor -murmuró.
-Con todo mi respeto a las mujeres -dijo Niall, suspirando-no hay nada más hermoso en el mundo que un toro con casta en sus primeros años.

-No me extraña que no te hayas casado, pervertido -dijo Harry.

-¡No quiero casarme con el toro, sólo quiero tenerlo! Tu programa de cría va a seguir adelante. Pero yo tengo ideas. Grandes ideas. ¡Y necesito ese toro! -Niall se puso enérgicamente el sombrero y se levantó-. ¡Y de un modo u otro, Billy va a vendérmelo! -se volvió y salió con paso decidido de la cocina.

-¿Es de verdad tan bueno ese toro? -preguntó Louis.

Harry rió.

-Supongo que sí -movió la cabeza-.Pero creo que Niall tiene segundas intenciones.

-¿Como por ejemplo?

-No importa - Harry miró a Louis cálidamente un momento-Trae tu postre misterioso al despacho cuando lo tengas listo. Y no olvides el café.

-No, jefe -replicó el con una sonrisa coqueta.

Louis dio los últimos toques al bonito postre y lo colocó en una bandeja junto a la taza de café que a Harry le gustaba tomar después de la cena.

Llevó la bandeja al estudio, donde Harry se hallaba inclinado sobre el escritorio con un lápiz en una mano y la cabeza apoyada en la otra, repasando una hoja llena de anotaciones.

Cuando lo vio entrar se levantó, tomó la bandeja y la dejó en el borde del escritorio.

-¿Qué es? -preguntó, señalando con la cabeza lo que parecía una espuma blanca y elástica con crema en lo alto.

-Es un Paulova en miniatura -explicó Louis-Es merengue duro con un centro blando lleno de fruta fresca y crema batida. Lleva mucho rato hacerlo, pero está muy bueno. Al menos, eso pienso.

Harry tomó el tenedor y lo hundió lentamente en el postre. Este crujió ligeramente.

Intrigado, se llevó un trozo a la boca y lo saboreó. Se deshizo en su lengua.

-Está muy rico -dijo, sorprendido.

-Suponía que te gustaría -dijo Louis, radiante-En realidad no es un postre muy dulce. Es como comer una nube.

Harry rió.

🌵🌵🌵

HOLA CHICAS, SE QUE SIEMPRE ME TARDO, NORMALMENTE ES PORQUE ESTOY ATAREADA SOLO QUE ESTA VEZ FUE PORQUE MURIO UN FAMILIAR IMPORTANTE Y ESAS COSAS SON TRISTES Y RARAS.

EN FIN, AGRADEZCO MUCHO SU ENTUSIASMO CON LA HISTORIA, AUN FALTA, PERO VOY A EMPEZAR A SUBIR CAPITULO DE LA OTRA OBRA PARA IR AMBIENTANDO EL ASUNTO.

ARDILLA.

A STAR IN THE NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora