Prólogo

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—Maestro—murmuró el joven padawan con la voz rota.

—Entrena al muchacho, por favor, entrénalo, él es el elegido, sé que tú también lo sientes, entrénalo, por favor—le suplicó el jedi tomándolo del brazo.

—Lo haré, lo haré maestro—le prometió el joven con lágrimas en las mejillas.

El maestro jedi sonrió con orgullo, extendió la mano y le acarició la mejilla a su aprendiz limpiando las lágrimas de su rostro.

—Me alegra saber que aún recuerdas como hacerlo— murmuró el jedi con una pequeña sonrisa, Obi-Wan no pudo evitar sonreír también, tenía razón, no recordaba cuando había sido la última vez que había llorado, el jedi guardó silencio un minuto mirando a aquel muchacho que tanto había significado para él—Todo este tiempo no ha sido suficiente para manifestar... lo orgulloso que estoy de ti—murmuró el maestro, acariciándole la mejilla con cariño— serás un gran jedi, mejor de lo que yo seré jamás, no soy merecedor de tus lágrimas, estoy... estoy muy orgulloso de ti, ...hijo...

—¿Maestro?—llamó el joven desesperado—¡Maestro!

Pero este no le contesto, ya no lo haría jamás.

—Lo haré..., entrenaré al muchacho, te lo prometo, maestro...—su voz se quebró y no pudo seguir hablando, ese hombre lo había sido todo para él, si había algo en lo que se había equivocado era en lo último que había dicho, ese hombre merecía mucho más que sus lágrimas, ese hombre lo merecía todo.

El joven se abrazó al cuerpo inerte de su maestro, su mejor amigo, su padre.

El mejor jedi que hubiera podido llegar a conocer...

Quin-Gon Jinn

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7 años han pasado desde que los hermanos Gronsp, los mejores jedi de la historia, abandonaron la República quizás para no volver jamás, o al menos eso es lo que dicen los rumores que circulan por lo largo y ancho de la República, sin embargo entre los jedi el rumor era otro, se creía que ellos volverían, después de todo lo prometieron.

Prometieron que volverían, volverían cuando el menor de ellos cumpliera los quince años y ese tiempo se acabará, tarde o temprano se va a acabar el plazo y serán obligados a volver.

Un año, es esto lo que falta para que el tiempo expire, guerras y conflictos los esperan en la República, pero también los esperan grandes amigos que darán lo que fuera por verlos sonreír de nuevo, encontrar la luz al fin del camino, aún cuando no hay esperanza encontrarán la solución, la luz de su camino...

—¿Sentiste eso?

—Si— sus palabras estaban llenas de tristeza—el maestro Quin-Gon falleció.

Star Wars el regreso de los GronspDonde viven las historias. Descúbrelo ahora