Un dia con los jevens

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★Eiichi Otori.

Estábamos todos tranquilamente, aburridos en el sofa, sentados, acostados, desparramados en el suelo.

No nos dimos cuenta que faltaba Yamato.

Hace un par de días mi padre había comprado un perro, según la leyenda era la raza de perro favorita de mi madre así que decidió conservarla.

Desvíe la mirada de mi celular hacia la puerta, el perro entró corriendo rápidamente y se escondió detrás del sofá donde estaba acostado.

—¡Ven aquí estúpido perro! ¡Quiero ver qué tan rico sabes con salsa de soya!— grito Yamato persiguiendo al perro, Shion se levantó y abrazo al perro mientras que Nagi y Van se abrazaban de las piernas del peliverde evitando su movimiento.

Kira y yo tomamos sus brazos para que no golpeará a los chicos que detenían sus pies, Shion alejaba al perro y Eiji intentaba calmar a Yamato.

—¡¿Que rayos te pasa!?— grité y él soltó un gruñido tipo león hambriento. —Shion toma su brazo, Eiji ayúdale.

Ambos me hicieron caso y yo tomé al cachorro abrazándolo. Yamato volvió a gruñir y le gruñí también intentando calmar a la fiera hablando su idioma.

—¡No hay comida!— grito y suspiré.

—Eiji, quedas a cargo me llevare al perro a hacer las compras para evitar una masacre aquí.— mi hermano asintió con nerviosismo. En cuanto salí de la habitación di la señal de que soltaran a Yamato.

★Eiji Otori.

Después de que mi hermano se fue llegó la secretaria de mi padre anunciando.

—Como hoy es su día libre tendrán revisión, Raning vendrá a supervisarlos...por cierto ¿Y el joven Otori?— pregunto buscando a Eiichi con la mirada.

—E-él fue a hacer las compras, regresa en un rato.— ella asintió y salió por la puerta.

Después de que la joven haya desaparecido entre las escaleras Nagi grito eufóricamente.

—¡Nos mataran a todos! ¡Nos mataran a todos! ¡Nos mataran a todos!

—¡Nagi, nadie morirá!— tome sus hombros intentando hacerlo entrar en razón, pero él se zafó y corrió por toda la sala de estar gritando lo mismo.

Shion entró en pánico y se encerró en el armario.

Kira...Kira veía como estaba ardiendo todo y no movía un dedo.

Yamato empezó a correr por todos lados y quebró el espejo de Van provocando que este se tirará a llorar en el suelo tomando los cristales rotos.

Grité desesperados por un intento en vano de calmarlos a todos cosa que logré.

Shion abrió la puerta levemente, Van dejo de mirar a su espejo con lágrimas, Nagi dejo de gritar, Yamato dejo de correr destruyendo cosas por el hambre y todos me miraron.

—Chicos, hoy tendremos revisión, no hagamos un desastre o esto podría cobrarse muy caro, debemos mantener la calma y reflexionar... Eiichi volverá pronto.— sentí el airesito de la Rosa de Guadalupe. Habían comprendido mi punto...esto es hermoso.

—Eiji...tienes razón...¡Nos mataran a todos!— grito nuevamente y todos volvieron al desastre.

¡Chingado!

Eiichi...cuanto tiempo más tardaras.

★Eiichi.

—¿Debería llevar soda dietética o normal?— susurré para mi mismo mirando ambas botellas y analizando la información nutrimental de cada una.

HAKU (UTA NO PRINCE-SAMA) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora