Gala de navidad Parte I

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Maratón 1/3

Puede que South Shields fuera una ciudad pequeña, pero era uno de los enclaves más prósperos, de todo el país de hecho. Contaba con su propio club de campo. Dos en realidad, aunque el que realmente contaba era el Club de Tenis y Ocio de South Shields. Construido en 1902, el club, como todo el mundo lo conocía, se extendía a lo largo de mil doscientos metros cuadrados de terrenos ondulados que daban cabida a campos de golf de color esmeralda, zonas de bosque, senderos de paseo y pistas de tenis de tierra batida. Estaba considerado uno de los más exclusivos de Nueva Inglaterra. Se rumoreaba que algunas de las adquisiciones y fusiones del último siglo se habían negociado desde los cómodos sillones de piel del bar del club.

Una larga fila de vehículos serpenteaba colina arriba hasta el edificio de estilo paladino construido en piedra caliza que relucía como una baliza. Había luz en todos los generosos ventanales y la fachada había sido engalanada con guirnaldas navideñas. Varios aparcacoches del club vestidos con chaqueta negra se apresuraban en retirar de la puerta los Rolls Royce, los Jaguar, los Bentley y los Mercedes de los invitados.

—Buenas noches, señor y señora Thirlwall —los saludó un empleado dispuesto a la entrada del club ataviado con esmoquin para dar la bienvenida a los invitados. Acto seguido una sonriente mujer vestida con falda y chaqueta negra les quitó los abrigos—. La gala tendrá lugar en el salón de baile principal.—

El en aire flotaba cierto aire de expectación mientras Jade se dirigía hacia el salón de baile, como si estuviera a punto de entrar en otro mundo. No se trataba de una puerta normal y corriente, sino de una elegante arcada. Al traspasarla el techo del salón se elevaba hasta el cielo, acogiendo el rumor de las voces de los varios cientos de invitados allí reunidos. El suelo estaba cubierto de una mullida alfombra y se habían dispuesto montones de mesas.

Sesenta y cinco para ser exactos.Jade lo sabía porque ellas se habían encargado de preparar y trasportar los arreglos florales para las mesas, que habían dejado sobre éstas cubiertas tan sólo por los manteles. Sin embargo, en ese momento, la porcelana y la plata resplandecían, y las enormes arañas de luces lanzaban un suave fulgor sobre los hombros desnudos y cubiertos de joyas de las damas. En un rincón la orquesta tocaba Winter Wonderland.

—Sonríe —le murmuró Norma al oído, entregándole un canapé—. Te lo estás pasando bien.

Y sin saber cómo Jade se encontró con una copa de champán en la mano, sonriendo y saludando a la gente que conociera cuando era una niña.

—Vaya, vaya, pero si es Jade Thirlwall —dijo un hombre de mediana edad con el pelo totalmente blanco—. Y sola. Los jóvenes no tienen dos dedos de frente en estos tiempos que corren, ¿verdad? Si tuviera cuarenta años menos, te raptaría y huiríamos a Montecarlo —y diciendo esto le guiñó un ojo con picardía.

—¿No es su mujer aquélla que viene hacia aquí, señor Lucas? —preguntó Jade esforzándose por aguantar la sonrisa.

—Ah, sí. Será nuestro secreto. Hola, Eloise —dijo el hombre a la sonriente mujer de cabello plateado vestida con un vestido de color lavanda.

—Hola, querido —contestó ella—. ¿Ya le has pedido a Jade que se fuguen otra vez?—

—Creo que esto me va a costar un collar de diamantes —le susurró el hombre a Jade.

—Bastará con uno bonito naranjo para solario, querido —dijo la mujer dándole una palmadita en la mano—. Y uno o dos bailes.—

—Siempre y cuando Jade me reserve uno —contestó él.

—Ah, tendrás que hacerlo,Jade, o no dejará de darme lata —dijo Eloise poniendo los ojos en blanco—. Vamos, Ben, los Preston están allí.—

—¿No los vimos ayer? —masculló él, apenado.

—Sí, querido, pero ahora es esta noche.—

—No olvides el baile —le advirtió a Jade mientras Eloise se lo llevaba de allí tirándole de una manga.

Jade se rió al ver la expresión avergonzada del hombre y empezó a disfrutar.

—Cuidado —le susurró Norma—. Estás sonriendo.—

***32 votos en cada capítulo del maratón y actualizo.

All I want for Christmas it's you|| Jerrie ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora