Out of a Mystery || Jughead Jones

6. Pandora.

Innumerables notificaciones llamaron mi atención.
—Dios mío.— corrí a buscar a Verónica y cuando llegue a su casillero la vi desvaneciéndose por el pasillo con Betty siguiéndola.
—¿La vio?— pregunté a Kevin, él asintió y me platicó un poco de lo que había pasado, decidí ir con las chicas. Resulta que Ronnie había salido con Chuck y ahora el muy idiota tenía una foto de ella con la cara bañada en maple en su perfil de Instagram. Clásico de los imbéciles de Riverdale.

Cuando un par de chicos salieron de los vestidores asombrados, supe lo que habían hecho, entre sin temor alguno y varios chicos ladraban —en honor a los Bulldogs.— Al llegar al centro del drama levanté mi mano y señalé a Moose, quien sabía que yo conocía su secreto así que dejó de ladrar y los demás imitaron su acción.
—Chuck, estos músculos son enormes.— me acerqué y tomé sus hombros, su orgullo creció y los realzó. —Lastima que no podamos decir lo mismo ahí abajo.— levante mi rodilla y golpee su entrepierna, todos los chicos rieron al ver cómo se retorcía de dolor y yo salí con la cara muy en alto.
Verónica me agradeció y después de una buena platica con las chicas fui a Pop's, donde recibí una llamada de Betty citándome en la escuela, pedía ropa negra y que llegara lo antes posible, me explicó que Verónica no era la primera en ser humillada de esa forma y que Ethel le había dicho que había una libreta donde el equipo de football ponía los nombres de las chicas con las que salían, las "bases" a las que habían llegado con ellas, sus apodos y el nombre del chico.

Al llegar allá me uní a Ethel, Kevin, Verónica y Betty; caminábamos por los pasillos y de pronto la voz de la hija Blossom nos dio un gran susto. Mientras ellas discutían, Ethel encontró la libreta y ahí encontramos a Verónica, Ethel y además, a la hermana de Betty, ella se exaltó y luego comenzó una discusión con Cheryl acerca de Jason y Polly.
Betty mostró una parte de ella que jamás había visto, dijo que tenía un plan y que si queríamos venganza teníamos que seguirla.
Decidí no formar parte de aquel enfermizo plan y simplemente fui a Pop's, donde ordene dos hamburguesas y luego fui a casa a ver televisión con Vegas; mientras todos, incluso el solitario Jughead, estaban en algún evento social, yo estaba en casa comiendo una hamburguesa con mi perro.
Me quede dormida en el sofá con Vegas encima de mi.
—Llegué.— gritó papá al entrar por la puerta, lo que causó que Vegas saliera disparado haciéndome caer del sofá.
—Ouch, Dios perro loco.— dije levantándome molesta.
—Tu pediste que lo conserváramos.— río papá.
—Y no me arrepiento.— sonreí y Vegas corrió hacia mi.

Por la mañana, Jughead llamó para avisarme que había citado a Dilton en el azul y oro, fui para allá y el querido Jug me puso al día sobre la nueva información que tenía del líder de los exploradores.
—Wow, es todo un caso.— exclamé.
—Claro que lo es.— dijo Jug.
Dilton vino a vender una historia por la suya. Resulta que sus niños habían hablado, uno confeso que adultos llevaba un arma y que él había soltado el disparo. Pidió que no dijéramos nada y, a cambio, nos daría algo más.
—Grundy estaba ahí.— escupió Doiley.
Ese chico acababa de abrir la caja de Pandora, la curiosidad de Betty no me dejaría tranquila y el simple hecho de que ella supiera lo de Archie con Grundy era un detonador para cualquier lazo que yo tuviera con ella; Jughead volteó a verme con preocupación en sus azules y misteriosos ojos. En ese momento supe que él también conocía las consecuencias y que tendríamos que pensar en una manera de lidiar con esto sin que afectara nuestra relación con la menor de la familia Cooper.

Pasé toda la noche pensando en cómo podría salir de ese lío sin que mi mejor amiga lo supiera, de pronto Archie irrumpió en mi habitación.
—Tu caminar sin cesar es molesto.— escupió irritado.
—Lo siento.— susurre no del todo atenta.
—¿Qué sucede?— preguntó mi hermano, ahora con un tono preocupado, pues sabía que yo nunca pedía perdón.
—Betty lo sabe.— dije y sentí como un peso de desvanecía de mis hombros.
—¿Qué ella qué?— gritó susurrando y sus palabras no pudieron salir con menos temor.