Out of a Mystery || Jughead Jones

21. Elizabeth Cooper

—Vamos Skye, solo es un poco de Jingle Jangle.— río Verónica, había una pequeña fiesta en la habitación de uno de sus viejos amigos, Archie, Cheryl, Josie, Reggie, Betty y Kevin también estaban ahí. Todo se estaba poniendo muy raro, se divertían demasiado y eso me ponía de malas, no se porque realmente.
—Que no, no quiero verme así idiota.— señalé a Cheryl quien estaba jugando con el aire, me levante del sofá y salí dejando un portazo detrás de mi, subí a mi motocicleta y antes de poder arrancar, una dulce voz interrumpió mis maldiciones.
—Por favor, llévame.— dijo Betty quien estaba en la misma situación que yo allá arriba, con gusto le di mi casco y conduje hasta Pop's.
Hacía mucho que no hablaba con Betty a solas, nos dedicamos a recordar mucho de nuestra infancia, le conté sobre Jughead y ella me contó sobre Polly y todo el misterio que estaba causando la muerte de Jason, me pidió que investigara con las serpientes para ver si alguien sabía algo y claro que acepté aunque en el fondo sabía que no podría decirle mucho sin romper una regla de las serpientes, cosa que no estaba dispuesta a hacer. Después de un largo rato hablando con mi gran amiga de la infancia, tuve que irme al bar, pues había acordado ayudar a Sweet Pea con su tarea de literatura.

—Cielos, jamás me imagine que en el lado Norte pasaran esa clase de cosas.— comentó al escuchar lo de las drogas.
—Si bueno, todos tenemos un lado oscuro.— reí haciendo una fotografía más del bar.
—Recuérdame porque estoy tomando unas fenomenales fotografías del bar.— dije disparando el flash.
—Porque te ofreciste a ayudarme con mi tarea de literatura sobre los hogares. Este no solo es un bar para mi, también es mi hogar, aquí pase muchos momentos muy significativos y puede que tu no lo entiendas pero...— lo interrumpí.
—Sweet Pea, viví aquí un mes y por más dos años he pasado más tiempo aquí que en mi casa, claro que lo entiendo.— le recordé y pareció clarificar su mente.
Terminé de tomar un par de fotos más, tomamos un par de club sodas y luego volví a casa. Al llegar allá mi padre estaba dormido en el sofá y Archie recién estaba subiendo las escaleras, no le tomé importancia y subí a mi habitación a dormir.

Por la mañana me levanté y tomé una ducha, me vestí con un vestido ligero por el tremendo calor que hacía y bajé a desayunar, salí a caminar con Vegas por la plaza central de Riverdale y algunas personas aún se me quedaban viendo bastante extraño, cosa a la que ya me había acostumbrado.
Al poco rato, me encontré con Jughead cerca del centro, llevaba tres conos de helado; uno de algodón de azúcar, otro de galleta y uno de vainilla.
—Para ti.— me estiro el de algodón.
—Y para ti, amigo.— depositó el de vainilla en el piso para que Vegas pudiera comérselo.
Nos sentamos en el parque a disfrutar nuestros deliciosos postres y hablamos un rato pero fuimos interrumpidos por una Betty muy misteriosa en el teléfono.
—Necesito ayuda.— fue lo único que dijo, así que fuimos a su casa, no sin antes dejar a Vegas en la mía.
Betty estaba en la isla de su cocina frente a su computador, su cara era aterradora, pues estaba llena de enojo, tristeza, misterio, decepción, rabia, pero sobre todo, remordimiento.
—Betty ¿qué sucede?— preguntó Jug al verla de esa forma.
—La odio. Mi familia se está cayendo a pedazos por su culpa y no hay nada que yo pueda hacer al respecto, debo quedarme sentada mirando como nos arrastra a todos con ella y sus malditos problemas.— comenzó a hablar —No quiero ser parte de su circo, yo no soy como ella, yo puedo hacer la diferencia de una forma positiva pero ella viene a opacar mi camino cada vez que lo intento.— las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, Jug y yo la envolvimos en un abrazo y tratamos de averiguar más.
—¿Hablas de Polly?— pregunté
—Hablo de mi madre, Skye. Yo no quiero ser como Alice Cooper y tampoco quiero que ella me vea como Polly Cooper.— escupió con tanta rabia que podía mirarse a kilómetros. —Mi nombre es Elizabeth Cooper.— gritó —Y así como ella se adueñó de mis secretos, yo lo haré también.— avanzó hacia la computadora.
—¿A que te refieres? Betty, explícanos algo, por favor.— hablo Jughead.
—Por alguna razón este dato está borrado o censurado de todos y cada uno de los archivos de Riverdale, no importa como lo conseguí el punto es que lo tengo y ahora es mío, puedo hacer con este lo que yo quiera y vengarme por lo que me ha hecho pasar.— comentó enojada.
—Betty no entiendo.— golpee la mesa frustrada y harta de sus enredos, no tenía la paciencia más abundante del mundo y ella no ayudaba.
—Mi madre fue una serpiente.— escupió al fin.