34. Volver de los muertos

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—Ahora tendremos que ir a Riverdale High.— escuché del otro lado de la línea.
—Lo sé, avísales que nadie puede ir sin su chamarra. Vamos a marcar territorio.— hablé
—Skye, sabes que si.— escuché cómo sonreía, Sweet Pea siempre apoyándome en todo.
—Te veré allá.— acordé.
—Oh y Flame...— habló algo nervioso. —Sabes que irán por él ¿no?— se refería a que la pandilla iba a ir a ofrecerle la chaqueta a Jughead.
—Lo sabemos, gracias.— colgué.
Jughead llegó por detrás y me abrazó por la cintura.
—Buenos días, bello durmiente.— sonreí y me volteé para encararlo, le planté un beso en los labios y debo admitir que me costó dejar de mirar su cabello; a pesar de que acababa de levantarse se veía espectacular. Pasé el resto de la noche anterior en su remolque y como Hiram Lodge se había adueñado de la preparatoria del sur, ahora todos iríamos a Riverdale High.

Jug y yo fuimos juntos en la motocicleta de su padre, al llegar, los chicos estaban esperando cerca de la entrada. Me acerqué y los saludé, Jughead iba detrás de mi.
—Jones.— Sweet Pea le hizo un saludo con la cabeza.
—Creo que tienen algo para mi.— escuché su voz a mis espaldas, me sorprendí tanto que apenas noté mi cara perpleja, me esforcé para cambiar mi gesto. Todos esbozaron una sonrisa. —¿Creíste que te iba a dejar hacerlo sola?— exclamó cuando vió mi reacción.
—También para ti.— me señaló Toni y noté que su mirada se dirigió detrás de mi, dudosa volteé y ahí estaba. Caminando hacia mi con paso firme, una enorme sonrisa y los brazos abiertos.
No podría creerlo, estaba aquí, vivo, sano y salvo.
—Oh por Dios.— susurré y corrí hacia Fangs. Lo abracé tan fuerte como pude y él respondió igual, aunque con un quejido integrado.
—Flamita, es bueno verte.— sonrió y revolvió mi cabello.
—Es bueno que vuelvas de los muertos, Fangs.— lo abracé de nuevo, me di cuenta que algo faltaba y lo golpeé en el estómago. —Eso es por morir.—
El río y se recuperó de mi suave golpe en un instante —Ya son dos en el día.— me pasó el brazo por los hombros y movió la cabeza hacia S.P, caminamos hacia el resto del grupo que miraban conmovidos y fue entonces cuando me di cuenta que había una chaqueta en su mano. Se la lanzó a Jughead, quién la atrapó en el aire con una sonrisa. Se quitó la chaqueta que llevaba puesta y se deslizó por el cuero con tanta facilidad, hecho a la medida.
—Te queda fantástica.— tomé la chaqueta de cuero de las solapas y lo acerqué a mi para besarlo.
—Hagamos esto, Flame.— hizo énfasis en mi apodo y yo reí, me cruzó el brazo por los hombros y con el resto de las serpientes detrás de nosotros, caminamos a la entrada.

Recibíamos miradas de todo tipo, pero no importaba, nada podía arruinarlo. Mi increíble novio usando la chaqueta de las serpientes con tanto orgullo y mi querido amigo, volviendo de entre los muertos como toda una leyenda.

Jughead yo nos desviamos a la sala de estudiantes, saludamos a todos los chicos quienes respondieron cálidos y felices de vernos ahí. Nos poníamos al día, estábamos sentados en un sofá para dos, Jughead aún tenía su brazo al rededor de mi y yo había puesto mis piernas sobre las suyas, las risas inundaban el lugar hasta que un escándalo las opacó.
Estaba segura de que Cheryl sabía que vendríamos, al escuchar su característica voz me levante de inmediato y salí casi corriendo, había un montón de estudiantes bloqueando la salida, pero me abrí camino hasta el centro del revuelo.
—¿Por qué no vienes y me los dices en la cara, rojita?— gritó Toni.
—Oh, me acercaría, pero mejor no quiero tus sucias...— respondía Cheryl, con el equipo de football a sus espaldas formando en las escaleras.
—Basta.— grité poniéndome en medio de las dos. Dediqué una mirada retadora a Moose, quién estaba en la cabeza del equipo, sabiendo que yo sabía su secreto, ordenó una retirada inmediata. Hice una seña con la cabeza a Sweet Pea, quien hizo que las serpientes se desvanecieran. Quedábamos nosotras tres en medio de un traslado de estudiantes a todos lados.
Hablé fuerte y aquella Skye Andrews que alguna vez Cheryl conoció, dejó paso libre a la nueva yo.
—Tendrás que hacerte a un lado.— Blossom sabia que me debía, la mantengo al tanto de todo lo que encuentro sobre su hermano. Me dedicó una mirada asesina y frunció levemente los labios.
—Considérame fuera...— ladeó su cuerpo —pero no del todo.— mencionó cuando caminé a su lado. —Estaré detrás de ustedes, Andrews.— gritó por detrás.

Después de el drama de Cheryl, el día marchaba dentro de lo normal a pesar de las miradas y la poca aceptación, fluíamos bien. Caminaba junto con Betty, Verónica y Kevin mientras cruzábamos por el baño de chicos cuando un escándalo se hizo audible, pronto un par de golpes resonaron en el metal y entré de inmediato.
—Largo.— me dirigí a un par de espectadores. —Dije que largo.— grité y salieron rápido. Me acomodé en frente de Big Boy, Sweet Pea y Fangs; Reggie y otros dos estaban en frente. Señalé a los Bulldogs y hablé.
—Esto es guerra.—

Out of a Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora