25. Proteger

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—Bien chicos, fue suficiente. Hora de irse.— llegó un auto y bajó el sheriff Keller con un corta cadenas.
—¡Una ambulancia, necesitamos una ambulancia!— grité y al ver la escena corrió a su auto y bajó segundos después, cortó las cadenas y corrimos con Fangs.
Su herida estaba muy grave, apenas podía sentir su pulso.

—¿Cómo está?— preguntó Jughead, quién venía llegando con cuatro vasos de café.
—Aún no sabemos nada.— habló Sweet Pea.
Mi teléfono rompió el silencio que había crecido.
—¿Hola?— hablé con pocas ganas.
—Hiram Lodge comprará la escuela, el parque de remolques y el white whyrm. Esta aliado con los Ghoulies. Oh, y deberías checar debajo del sofá del remolque. Encontrarás lo que buscas.— colgaron. Era una voz distorsionada, sin embargo, aunque la información me había dado no era del todo confiable, no pensaba descubrirlo con los brazos cruzados.
Les pedí a los chicos que me mantuvieran informada de la situación de Fangs y salí del hospital, subí a mi motocicleta y conduje lo más rápido que pude al penthouse de los Lodge.

—Vengo a ver al malnacido que quiere comprar mi vida.— dije al sujeto que abrió la puerta y me abrí paso al estudio de Hiram, había estado ahí un par de veces así que no fue difícil encontrar el camino. Abrí la puerta sin tocar, el hombre tenía sus lentes puestos y una pluma en mano.
—¿Cómo te atreves? No tienes derecho alguno sobre esa ciudad, apenas saliste de prisión y estás tan hambriento que te estás conformando con sobras. ¿Para qué querrías propiedades que apenas valen un quinto de este lugar? Déjanos vivir en paz.— exclamé, me dediqué a sacar todo aquello que estaba dentro de mi cabeza.
—Skye, eres tan ingenua que apenas puedes pensar fuera de la caja ¿cierto? Verás, si las destruyo, obtendré propiedades para nuevos lugares que generen ingresos constantes y buen flujo de bienes para todo Riverdale. Les hago un favor.— dijo y me llevó fuera de su estudio.
—Sé que escondes algo y lo encontraré. Con todo lo que tengo aquí dentro, es solo cuestión de tiempo para que caigas. — escupí y salí de ahí, obviamente no había nada mío dentro de su estudio, pero así se asustaba a los perros grandes.

Estaba cansada de mentiras así que conduje hasta el parque de remolques y azote la puerta de F.P
—Genial, todos están aquí.— dije irónicamente —Largo, excepto ustedes.— señalé a Joaquín y a F.P, al ver mi furia, nadie se atrevió a contradecirme.
—¿Flame, qué pasa?— me dirigí al sofá y lo levanté con todas mis fuerzas, había una maleta debajo. No dude en abrirla pero lo impidieron.
—Hey, basta.— grito F.P arrebatándome la mochila de las manos.
—Exacto, basta. Basta de mentiras, de engaños y encubrimientos. Quiero la verdad.— enfurecí más. —¿Quién mató a Jason Blossom?— F.P hizo una seña a Joaquín, quién pronto me sacó del trailer con un poco de esfuerzo.
—Ya déjalo, Flame, o complicarás las cosas.— cerró la puerta, solté un puñetazo en la misma y salí de ahí. Pero con un plan en mente, nunca terminaba sin uno.

Escondí mi motocicleta en los arbustos y llame a Jughead, le pedí que le avisara a su padre sobre Fangs pero que no le dijera que yo se lo había pedido. Pocos minutos después toda la pandilla salió al rugir de los motores dejando solo su polvo atrás. Me sentía mal por no ir con ellos, pero necesitaba respuestas.
Entré al trailer de F.P y busqué la maleta, la cual para mi sorpresa estaba debajo de la cama. La abrí y solo estaba la chamarra de Jason y una pequeña llave.
Me causaba intriga y conociendo al rey de las serpientes, el candado no estaría lejos. Busque en sus cajones, debajo de cada sofá, incluyendo la cama, en la nevera, su alacena y finalmente en su closet. Afortunadamente había una pequeña caja de metal, estaba un poco pesada, la saqué y utilicé la llave.
Mis ojos no creían lo que estaba en frente de ellos, estaba atónita lo único que yo quería era encontrar respuestas, así fuera una, pero solamente encontré más preguntas. Más callejones sin salida. ¿Cómo se suponía que iba a decírselo a Jughead? ¿Debería decírselo? ¿Qué debo hacer?
Caminaba en círculos mentalmente y por fin decidí hacer algo, la levanté. Levanté el arma que yacía en aquella caja de metal, abajo había un sobre con algo de dinero, no era una cantidad grandísima pero tampoco era tan pequeña.
Tenía tantas preguntas, estaba atónita en todos los sentidos. No creía que el hombre en el que yo confiaba tanto tendría algo así, no es que nunca haya visto un arma en las manos de F.P Jones, sino que nunca había la visto escondida y mucho menos con una cantidad de dinero.

El arma estaba en mis manos, la agarre como si yo fuera aquella persona que decidió dispararla. Use la mirilla y quité el seguro, era una niña tonta en busca de poder, por un segundo esa arma se sintió como poder. Lo que no sabía, era que el hombre solo me estaba protegiendo, pues aquella estúpida búsqueda podía representar el fin para mi.

Out of a Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora