ℐ𝓃ℯ𝒻𝒶𝒷𝓁ℯ.

18#Una larga noche.

Alaia McCartney.
Finalmente acabemos de leer la carta, y puedo jurar que a Daniel le emocionó tanto como para llorar.
- ¡Que no quiero llorar! - Dijo él entre risas después de haberme burlado de él. Estuvimos riéndonos mientras que estábamos tumbados sobre remolque y mirábamos las estrellas.- Por cierto, ¿Que fue lo que te pasó en la fiesta? - Me preguntó él y solté un pequeño suspiro.
- Veamos, en primer lugar; todos me empujaban al bailar, en segundo lugar; todos tus amigos em preguntaban unas cosas un tanto delicadas... - Dije y él comenzó a reír.
- Son de los que cogen confianza a la primera...- Bromeó Daniel mientras que reía.
- Ya, pues por mucha confianza que tengas, creo que no es debido preguntarle a una chica si se a operado las tetas... - Dije yo y él rió aún más.- Bueno, en tercer lugar; cuando fui al baño unas chicas me mandaron hacia un supuesto baño, y ahí me encontré a una chica acostandose con uno.- Dije y él estalló en risas.- ¡No te rías! - Dije yo riendo aún más que él.- Bueno, en cuarto lugar; después de ver esa escenita todos los que habían en el baño se rieron de mi, en quinto lugar; un chico me preguntó si quería copiar a esos del baño.
- ¿¡Qué!? - Dijo él más serio al escuchar eso de ese chico.- ¿Y porqué no me lo dijiste?
- ¿Para que te lo iba a decir? - Le pregunté encogiendome de hombros.
- Para partirle la cara, por ejemplo.- Dijo él con enfado y sonreí.
- Tranquilizate Hulk.-Dije riendo.- En fin... en sexto lugar; después de haber pasado todo eso con lo de que un chico casi me tira y tú le llamaste gilipollas... las amiguitas de Stacy cuchicheaban sobre mi en toda mi cara, y en séptimo lugar; dos chicas me tiraron hielos encima, y tú queridísima y simpática amiga Stacy, me dejó en ridículo delante de toda una fiesta...
- Vaya, veo que te lo has debido de pasar muy bien...- Dijo Daniel y ambos reímos.

Seguimos hablando más y más y más, hasta que me di cuenta de que eran las cinco de la madrugada.
- ¡Dios, Daniel! ¡Mira la hora que es! - Exclamé y después de decir eso, nos bajamos del remolque y por suerte para Daniel, encontramos unas llaves, y estás pertenecían a la persiana de hierro, lo cual significaba que ya no tenía que volver a utilizar todas sus fuerzas para poder salir.

Después de una larga caminata, al fin llegamos a mi casa, y una vez ahí, abrí la puerta con las llaves, intentando hacer el menor ruido posible. Por suerte nadie se despertó, y cuando subí a mi habitación, me encontré con Emma sentada en mi cama y con el móvil entre sus manos.
- ¿¡Dónde has estado!? - Me preguntó ella preocupada y coloqué mi dedo índice sobre mis labios en señal de que se callara.
- Espera a que me de una ducha y ya te contaré. - Le susurré mientras que agarraba lo necesario para darme una ducha. Tardé lo menos posible y entonces, salí en ropa interior a mi habitación donde aún estaba Emma despierta.
- Sigo esperando a que me cuentes...- Me dijo ella y acercándose a mi.
- Vale, pero antes dime donde estuviste tú todo el rato.- Le dije mientras que me colocaba un pijama.
- Pues a Luke le dio hambre así que fuimos a comprar algo de comer, y como tardamos tanto en comer y eso, pues nos dimos un paseo estuvimos hablando y tal, y cuando llegamos preguntamos por ustedes pero nos dijeron que os fuisteis de la fiesta y desde entonces te estuve llamando pero no me lo cogías.- Me explicó ella.
- Ya, pues ahora viene el porque me fui...- Le conté todo lo ocurrido y cuando se lo dije ella me miró con una sonrisa muy... rara. - ¿Qué te ha pasado en la cara? - Dije riendo.
- Que estoy furiosa por la imbécil de Stacy y sus amiguitas, pero a la vez sorprendida por Daniel. - Contestó ella y la miré con confusión.
- ¿A que te refieres con eso de sorprendida por Daniel? - Le pregunté.
- Pues a ver, no es que haya estado con toda la que se le a cruzado, pero el 90% de las chicas que han mantenido cualquier tipo de relación con Daniel, ya sea sentimental, cordial o amistosa, ha terminado estando con él. - Me explicó Emma y me escogí de hombros.
- Pues supongo que yo pertenezco a a ese 10% que queda.- Le dije yo y ella río.
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Daniel Kennedy.
- ¡Vamos! ¡Arriba capitán! ¡Ya te dije que para un futbolista no es bueno ni salir de fiesta, ni estar acostandose con todas las que pillan! - Me gritó Chris y una vez más volví a reír.

Me encontraba en un entrenamiento, estaba agotado y muerto de las ganas de dormir, y para colmo hacía una calor terrible. Mi tobillo ya estaba mucho mejor, ya ni siquiera me dolía, pero aún así este tío me estaba dando unos ejercicios que hacían que me temblara todo el cuerpo.

Me senté en el banquillo y entonces Chris me miró y sopló su silbato haciendo que un pitido sonara.
- ¡Espabila Kennedy! - Me gritó él mientras que yo me echaba agua sobre mi cabeza sintiendo un alivio enrome al notar todas las gotas de agua caer desde mi cabeza hasta mi torso y mi espalda desnuda.

Me levanté y caminé hasta el centro y Chris nos mando a Logan y a mi a tirar penaltis, así que eso hicimos.

Al fin el entrenamiento terminó, y cuando llegué a mi casa me encontré con esta completamente vacía, bueno no completamente, puesto que mi hermana si se encontraba ahí.
- ¿Dónde están los demás? - Le pregunté a Cassy, la cual estaba sentada en el sofá con su vista fijada en su móvil.
- Papá a ido a la empresa, mamá y los pequeños han ido a comprar unas cosas que necesitaba Sofía para la escuela.- Me contestó ella y me senté a su lado para después pasar una mano por mi cabello.- ¡Oh, Dios, quita! Estás todo sudado.- Exclamó Cassy  y pasé totalmente de ella, estaba demasiado cansado como para seguirle el juego. - Daniel vete a tu habitación, estás que pareces un animal. Me dijo ella empujando con sus pies mientras que yo reía hasta que consiguió levantarme.
-Joder, que pesada eres... voy a darme una ducha.- Dije para después resoplar y y caminé hacia el baño.