11.Querer y no poder.

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Alaia McCartney.
Me desperté sobresaltada debido al irritante sonido del despertador, tenía este demasiado cerca así que hizo que se oyera más intenso. Golpeé el despertador hasta que este dejó de sonar. Estaba muy adormilada así que caminé en plan zombie hacia el baño para darme una ducha, me saqué toda la ropa que llevaba encima, y cuando me metí en la ducha estaba tan dormida que se me olvidó que el grifo lo tenías que girar para que el agua no te congelara, y así fue, grité tan fuerte que incluso podría haber despertado a mi hermano. Giré con rapidez el grifo y mi cuerpo se relajó al sentir el agua templada caer sobre mi. Después de que ocurriera mi accidente, ya me encontraba más despierta. Ya había terminado y estaba casi lista, tan solo me faltaba colocarme la ropa. Opté por ponerme unos jeans oscuros con una raja en las rodillas, una sudadera blanca con los puños en color rosa claro y mis deportivas blancas. Una vez ya preparada para irme, me dirigí hacia el instituto y vi a Daniel con sus amigos, y uno de ellos era Luke. Daniel me sonrió así que le sonreí y caminé intentando no entablar ninguna clase de conversación con él. Entré en el aula y vi a Emma sentada en su silla, con la cabeza apoyada sobre la mesa y con un chaquetón encima.
—¿Emma? — Le pregunté esperando una respuesta de su parte mientras que le levantaba poco a poco el chaquetón y al no oír esa respuesta, moví un poco su hombro intentando que esta se despertara, pero nada, seguía durmiendo, así que esta vez volví a mover su hombro, solo que esta vez moviendolo bruscamente y mientras que le gritaba no muy fuerte su nombre en el oído.
—¿¡QUÉ!? — Gritó ella alarmada creyendo que sucedía algo malo, y se fue calmando cuando vio que no ocurría nada malo.
— Estabas dormida.— Le dije entre risas mientras que me sentaba a su lado.
— Es que ayer me dormí cerca de las cinco de la madrugada.— Me dijo ella frotándose los ojos para así estar más activa.
— ¿Y porqué te dormiste a esa hora?— Le pregunté mientras que acomodaba un mechón de pelo detrás de mi oreja.
—Hablando con Luke.— Me contestó ella sonriente y comencé a reír.

La clase de literatura comenzó, estuve atenta a ella, pues es una de mis materias favoritas. Intenté no mantener ningún contacto con Daniel, pero él se pasó toda la clase mirando hacia atrás para verme a mi, incluso la profesora lo regañó varias veces por hacerlo, y eso me hizo pensar que se dio cuenta de que lo quería evitar. Las demás clases fueron todas iguales, y ya tocaba geografía e historia, que por cierto, es otras de mis materias favoritas... Me encontraba en una mesa de tres con una chica llamada Jade y Emma, estábamos todos en la clase menos Daniel, y esta vez no era porque estuviera entrenando ni nada de eso, aparte de que creo que no puede hacerlo debido a su esguince, los demás componentes del equipo estaban en el aula.

Se oyó la puerta abrirse, así que me giré y vi que Daniel acababa de abrir la puerta sin siquiera llamar antes, y antes de que él comenzara a hablar la profesora le hizo una señal para que volviera a entrar pero esta vez llamando a la puerta. Daniel resopló y hizo lo que le dijo la profesora.
— Ahora si. ¿Porqué llegaste tarde? — Le preguntó esta.
— Mi entrenador me retuvo, pero me a dicho que tengo que ir otra vez, me estaba impriendo unos papeles y mientras que lo hacía me pidió que te dijera que estaba con él.— Le contestó él y la profesora asintió con la cabeza y siguió con la clase después de que Daniel se fuera.
— Bien chicos, haremos un trabajo en parejas sobre el incio de los siglos XVII, no tendrán que exponerlo, quería que lo hicieran pero se me trabó el proyector así que entonces tan solo lo escribirán en vuestro cuaderno.— Dijo la profesora y fue organizado las parejas, y justo yo sobraba, en la clase estábamos veintiún personas, así que en esos momentos estábamos impares. — Entonces tú lo harás con...— Dijo la profesora pensativa mientras que yo le prestaba atención, y entonces una vez más el sonido de la puerta abriéndose la interrumpió. Todos nos giramos nuevamente y vimos a Daniel.
— ¡Con Daniel! — Dijo la profesora sonriente.
— ¡No! — Dije yo sin pensarlo. Todos, incluyendo a Daniel me miraron con confusión. — Eh... ¡No Emma, no! No puedes dejar que Jade haga todo el trabajo. — Le dije a Emma intentando disimular y que los demás creyeran que tan sólo estaba conversando con Emma. Afortunadamente Emma se dio cuenta de que estaba disimulando y me siguió la conversación para que así todo se viera más natural.
— Bueno, esta bien, lo haremos juntas... — Dijo Emma y todos se me quedaron mirando con un silencio muy incómodo, pero por suerte la profesora rompió ese silencio.
— Eh, Daniel... Haremos un trabajo sobre los inicios de los siglos XVII en parejas, y Alaia y tú lo haréis juntos.— Le dijo la profesora a Daniel mientras que este entraba dentro del aula. — Oh, y Daniel, una cosa más. — Le dijo la profesora y este la miró para ver que es lo que le iba a decir.— Entra otra vez y llama a la puerta antes de hacerlo.— Le dijo la profesora señalando la puerta y este después de voltear los ojos hizo lo que le dijo.

ℐ𝓃ℯ𝒻𝒶𝒷𝓁ℯ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora