40#Inesperadamente

34 3 0
                                    


Alaia McCartney.

Habían pasado dos meses, y por suerte las cosas fueron cambiando para mejor... Esas cosas que antes me impedían sentir una felicidad completa, ya se fueron, o mejor dicho; Mi padre se fue. Mi madre regresó hace una semana ya que mi abuela estaba algo mejor, decidió venirse ya que ella era consciente de que Matheo y yo no estábamos bien con mi padre, ni siquiera el perro estaba bien, pero llegó ella y me hizo sentir mucho mejor, y sobretodo ahora...Con Daniel todo iba cada vez mejor, habíamos tenido discusiones como todos, pero todo iba bien...

Todo había cambiado bastante, mi relación con Daniel era más intensa, más formal, yo ya tenía más confianza en su casa, me había hecho muy amiga de su hermana mayor, por no hablar de sus hermanos pequeños que me veían como a una más de la familia...

Me encontraba tumbada en mi cama, era muy temprano, ni siquiera había sonado la alarma, pero no podía dormir... Daniel dormía a mi lado placidamente, ayer se quedó a dormir y sí, ya podíamos dormir en la misma cama libremente, me tocó contarle a mi madre que ya había perdido la virginidad,  fue todo muy... incómodo.

Flash Back.

Era de noche, estaba lluviendo muchísimo, y nos encontrábamos sentados en el banco de un parque, hasta que la lluvia comenzó, Daniel no tenía su coche, así que fuimos andando, y en el trayecto hasta el coche ambos íbamos bajo un paraguas, pero yo tuve que hacer la gracia de correr y dejar que se mojara, y por si fuese poco, mientras que él corría hacia mi, se escurrió y cayó en un charco de agua.

Comencé a reír mientras que este se levantaba para atraparme y acabar mojada al igual que él. Finalmente me acabo alcanzando, me rodeó con sus brazos y noté  mi sudadera se humedecía. Daniel sacudió su pelo para así mojarme también. Reímos y cuando ya nos estábamos mojando demasiado, ambos nos metimos en el coche. Se dirigió hacia mi casa para llevarme, y cuando llegamos, quise abrir la puerta pero este me lo impidió.

— ¿Dónde crees que vas tan rápido? — Dijo Daniel para después morder su labio inferior.

Echó el asiento hacia atrás de forma que quedó un gran espacio entre él y el volante. Me atrajo hasta él, y me senté encima de él con mis piernas a cada lado. Comencé a besarlo y Daniel colocó sus manos en mi trasero para después empujarme para que pudiese sentir su miembro  sobre él mío, y entonces todo se fue a la mierda.

Mi madre nos pilló.

Esta dió dos golpecitos en la ventanilla haciendo que Daniel y yo nos sobresaltáramos. Mi madre siempre tan discreta...

Fin del Flash Back.

Debido a eso, me llenó de preguntas y pues me tocó contarle que ya no era virgen, pero bueno, era algo que le tenía que contar tarde o temprano.

Después de una media hora ya me encontraba en el instituto, era descanso, así que preferí estar sola en el salón de actos intentando sacar eso que tanto me estaba costando. Iban a ser las vacaciones de navidad, y se iba a celebrar una obra benefica, íbamos a dar un concierto para así recaudar dinero y comprar juguetes y comida para los niños y niñas que desgraciadamente no tenían familia.

Cuando terminé al completo la canción que le compuse a Daniel, decidí mostrarla en las clases de música, les gustó mucho a todos, y es por eso por lo que me encuentro aquí, la señorita Mery me consideró una buena compositora y tenía que escribir una canción, por suerte era totalmente libre, podía ser del tema que yo quisiera, pero aún así no se me ocurría nada, supongo que necesitaba estar inspirada. Probé con el piano, guitarra, bajo... ¡Nada!

En medio de mi frustración, escuché como alguien abría la puerta, y cuando me giré vi a Jordan.

— Alaia... — Dijo él.— Lo siento, no sabía que estabas aquí. Si quieres me puedo ir. 

— Tranquilo, yo ya me iba. No tengo nada que hacer aquí. — Dijo sujetando mi cabeza con mis manos, mientras que mis codos se apoyaban en el piano de cola.

— ¿Problemas con la composición? — Me preguntó este.

— Y tanto. No sé como empezar la letra.

— ¿Y la melodía? — Me preguntó él mientras que se sentaba a mi lado.

Solté un suspiro y comencé a tocar algo que se me había ocurrido, aunque fuesen unos diez segundos lo que duraba.

— No tienes ni la menor idea del talento que tienes. — Dijo Jordan con una sonrisa y reí. — Vas a llegar muy lejos McCartney.

— Vaya, gracias... 

— Esa intro es perfecta, busca inspiración, las mejores canciones no salen de la nada. —Este sonrió y sacó una libreta de su mochila, para después acercarse al piano colocándose justo a mi lado. — Mira, no hace mucho, compuse esta canción...

Jordan comenzó a tocar mientras que sonaba su voz por él salón, y me mostró la letra en su cuaderno, así que comencé a cantar junto a él. La canción era preciosa y me sentía agusto cantándola, hasta que alguien nos interrumpió... 

Mierda.

Daniel abrió la puerta del aula de golpe, como si sabía lo que se iba a encontrar. Este miró a Jordan y después, y lo que más me dolió fue me mirase a mí con más desprecio aún. Sin decir ni una sola palabra, se marchó así sin más...

— Daniel, espera... —Dije lo suficientemente alto como para que este me pudiera oír, y salí corriendo tras él, y vi que Jordan hizo igual. Cuando pude alcanzarlo, agarré su brazo y lo detuve.— No es lo que piensas, por favor hablemos. — Él nuevamente pasó de mi y siguió andando mientras que yo iba tras él.

— Daniel, yo he tenido la culpa, ella se iba a ir justo cuando entré pero yo se lo impedí, aún así no había pasado nada, tan solo estábamos cantando. — Le dijo Jordan mientras que lo seguía al igual que yo y de pronto inesperadamente Daniel se giró y le dio un puñetazo en la cara a Jordan, el cuál se acababa de caer al suelo y tenía el labio sangrando.

Coloqué mis manos sobre mi boca, pues no me esperaba eso para nada.

— ¡Daniel! ¿¡Estás loco!? — Le grité y me agaché para ver como estaba Jordan. Este me hizo una señal como que estaba bien mientras que se levantaba del suelo, y cuando quise dirigirme a Daniel este ya se había ido.

ℐ𝓃ℯ𝒻𝒶𝒷𝓁ℯ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora