Daniel Kennedy.
Seguí en el salón de actos mirando a Alaia, y viendo como a Jordan se le caía la baba al verla. Intuí que Alaia iba a cantar ya que todos se encontraban mirándola desde el suelo, y solo ella en el escenario.
Esta estaba nerviosa, se sentó en frente de un piano de cola y cuando comenzó a tocar, tuvo varios fallos al hacerlo debido a sus nervios...
-Yo... Lo siento. - Dijo ella casi en un susurro.
Volvió a intentarlo, y está vez si le salió bien. Por la melodía que se estaba escuchando, supe que se trataba de Someone Like You. En cuanto Alaia comenzó a cantar, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, no se porque pero una cosa tan insignificante como esta me hacían sentir tantas cosas a la vez... Adoraba su voz, adoraba a Alaia. Tenía una voz tan dulce.Sonreí al verla, al empezar a cantar no lo hacía muy alto, se podía ver su timidez, pero cada vez estaba más cómoda y segura y eso hizo que se viera aún mas dulce y hermosa.
Cuando terminó la canción todos empezaron a aplaudir.
-¡Hey! ¡Daniel! - Dijo alguien a mi derecha desde lejos, y al mirar vi que se trataba de Luke.- El entrenador te está buscando, ¿que haces ahí? - Me preguntó este y camine hacia afuera para así ir al campo y ver que quería el entrenador.Alaia McCartney
Sentí muchos nervios cuando canté, pero por los aplausos y las sonrisas que tenían todos, deduje que les gustó. Sentí un gran alivio al ver que todo había ido bien, ya que pocas veces he cantado en público.
Después de una media hora de teoría, la clase terminó, vi que tenía un mensaje en el móvil de Daniel, el cuál decía "Te espero afuera." Salí afuera y vi a lo lejos a Daniel junto a Luke riéndose, camine hacia ambos pero alguien llamándome me detuvo. Me giré y vi que se trataba de Jordan.
-¡Alaia! -Dijo este para que yo me parara, y eso mismo hice.
-Dime. -Le dije una vez que lo tenía en frente de mí.
-Esto... Has estado increíble. -Me dijo este y solté una pequeña risa.
-Gracias.-Dije para después volver a empezar a caminar.
-Espera, espera. -Dijo Jordan siguiendome y volviendo a retenerme. -Yo... Me preguntaba si hoy, esta tarde, querrías salir conmigo. Podríamos ir a algún sitio que te guste. - Tragué saliva al oír sus palabras. Si Daniel lo llega a escuchar no se que pasaría.
-Hoy no puedo. Lo siento. -Le dije como escusa.
-Bueno, ¿qué tal mañana? -Me preguntó y antes de que yo pudiese responder, alguien ya lo había echo por mi...
-Ha dicho que no. -Dijo alguien a mis espaldas, y ese alguien se trataba de Daniel...-Vamos Alaia. -Dijo este para que nos fuéramos.
-Ella puede hablar sola perfectamente. -Le dijo Jordan y Daniel soltó una pequeña risa. -Alaia, ¿quieres quedar mañana? - Me volvió a preguntar.
-No. -Respondió Daniel por mí.
-Oye, ¿pero a ti que mierda te pasa?-Le dijo Jordan algo más cabreado.
-¡Te ha dicho que no! -Gritó Daniel acercándose a él, y ambos parecían estar enfadados. -Vamos Alaia. -Me dijo Daniel esta vez a mí, no sabía que hacer, obvio que no quería quedar con Jordan, pero me hubiese gustado decírselo yo misma.- ¡Alaia vamos! - Repitió Daniel.
- ¡No!- Exclamó Jordan.- Ella sabe hablar solita.- Le dijo Jordan a Daniel, y este le empujó.
- ¿Qué coño haces empujándome? - Le dijo Daniel muy enfadado para después agarrarlo de los cuellos de la camiseta.
Los demás alumnos del instituto no tardaron en crear un corro para ver si se llegaban a agredir o no, y eso me dio muchísima rabia, no se como la gente puede disfrutar de este tipo de cosas.
- ¡Parad! ¡Daniel para! - Exclamé mientras que agarraba el brazo de Daniel para que lo soltara, pero no conseguí nada. Jordan volvió a empujarlo haciendo que Daniel lo soltara.
- ¿Qué problema tienes? ¡Ella puede quedar conmigo si le da gana! ¡Y tú no te vas a meter en nada porque no es asunto tuyo! - Le gritó Jordan a Daniel.
- Chicos ya, ¡parad! - Les repetí.
-¡Eso díselo a tú amigo!- Me gritó Jordan mientras que me agarraba del brazo atrayéndome hasta él.
- ¿¡Su amigo!? ¡Es mía! ¡mía! ¡mi novia! - Le gritó Daniel con enfado a Jordan mientras que lo empujaba.- ¡Así que no te vas a volver a acercar a ella! ¿me has entendido? - Le gritó Daniel agarrando a Jordan mientras que hizo que su espalda chocara contra las taquillas.
En cuanto Daniel gritó eso, todos pusieron su mirada en mí, ya todos se habían enterado de lo nuestro, y se empezó a oír un murmullo insoportable. Sin decir ni una sola palabra salí del instituto entre toda la multitud y caminé hacia mi casa sin dejar de pensar en lo que Daniel acababa de hacer. Le dejé muy claro que por ahora no quería que nadie lo supiera, y tengo mis razones, pero a él no le importó. Mientras que caminaba perdida en mis pensamientos, oí la voz de Daniel llamarme a mis espaldas, pero lo ignoré completamente.
- ¡Alaia! ¡Espera por favor! - Dijo este una vez que me alcanzó mientras que me agarraba del brazo para que así quedase en frente de él.
- Daniel no quiero hablar ahora. Por favor déjame sola.- Le dije mientras que quitaba su mano de mi brazo.
- Alaia, ha sido sin querer, me he dejado llevar y por eso mismo lo he soltado todo. - A pesar de disculparse, no quería ni verlo, esto me traería problemas... Seguí caminando y lo dejé atrás. No me apetecía hablar con él ahora.
Cuando llegué a mi casa, mi madre supo perfectamente que algo me había pasado, y por más que le decía que no, a ella no se le iba por nada del mundo esa idea de la cabeza.
- Bueno, esta bien... Si tú lo dices.- Me dijo mi madre al fin.- Esto... Alaia, quiero comentarte algo, a ti y a tu hermano. - Dijo mi madre mientras que agarraba mi mano, y la miré con confusión ya que su tono de voz sonaba preocupado.
- Sí, claro.- Le dije para después sentarme junto a ella en el sofá, y después de que mi madre llamase a Matheo y este se sentara con nosotras, ella soltó un suspiro.
- Antes de nada, quiero aclarar que no me queda otra, y por eso he llegado a estas circunstancias. Veréis... Mi mamá se encuentra enferma, muy enferma, y ya sabéis que está mayor y tal, y soy la mayor de mis tres hermanas, así que tengo; o mejor dicho, quiero irme con ella durante un tiempo, mis planes son estar unas dos semanas, pero si empeora, tendré que estar más, y sé que sois los mejores y los más comprensivos y esto lo entendéis perfectamente.- Dijo mi madre con una pequeña sonrisa mientras que acariciaba el rostro de Matheo.- Y no puedo dejaros aquí solos durante tanto tiempo, he llamado a todos los que he podido para ver quien se puede hacer cargo de ustedes durante el tiempo que yo no esté en casa, y nadie puede, todas mis hermanas y primas se van con mi madre, pues no sabemos que puede pasar con ella... Así vuestro padre se hará cargo de ustedes.
ESTÁS LEYENDO
ℐ𝓃ℯ𝒻𝒶𝒷𝓁ℯ.
RomanceNos quedamos dormidos en un mundo y despertamos en otro. Así de impredecible es la vida... A veces pasa lo que no esperas, y esperas lo que no pasa. El mundo sigue su curso, aunque a veces no sea lo que queramos, pero que raro que al final de todo...