Wildest Dreams

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"El es tan alto, y es tremendamente atractivo,

Di que me recordarás
De pie en un bonito vestido
Mirando al atardecer, cariño
Labios rojos y mejillas sonrosadas
Di que me verás otra vez
Incluso si sólo es en tus
Sueños más salvajes

Me verás en retrospectiva
Enredada contigo toda la noche
Quemándolo
Algún día, cuando me dejes
Apuesto a que estos recuerdos te seguirán a todas partes

Di que me verás otra vez
Incluso si sólo finges

En tus sueños más salvajes..."



Dormía plácidamente, eran las 3 a.m. del día sábado cuando despertó exaltado, sudado, agitado, con miedo. No entendía cómo es que desde aquel día en que ocurrió lo de la joven misteriosa el no dejaba de pensar en ella y en las posibles cosas, personas o situaciones que quieran enlazarlos.

Pero nada, no encontraba algo o alguien que los vinculara. Todos los días de regreso a casa pasaba por donde mismo en su auto; el mismo lugar, a la misma hora y volteaba a su costado derecho y otras veces al izquierdo para volverla a encontrar, pero era como si ella hubiera desaparecido o convertido en una ilusión que se metió a sus sueños.

Por más que intento buscarla en la universidad no logro encontrarla; ni en la cafetería, ni en los pasillos, ni tampoco en la entrada, en el estacionamiento o si quiera en la parada del autobús frente a la escuela, ella era un fantasma, una muerta ante su vista y ante la de los demás.

—Maldita sea, ¿Por qué vuelves y te vas?, ¿Por qué? -.Su voz reflejaba el estrés que sentía, estaba frustrado, día tras noche la joven de piel blanca, labios gruesos y rosados se presenciaba en sus pensamientos y sueños, no lograba conciliar el sueño, le daba temor cerrar sus ojos y encontrársela; frotaba su rostro con las palmas de sus manos con desesperación. -.En algún momento te encontrare y no solamente en mis sueños, lo haré y estoy decidido a eso.

Estaba solo, Alida no estaría con el hasta dentro de un par de semanas, ella había salido de viaje de una manera inesperada. Ese mismo día se encontró con una nota sobre la mesa que decía lo siguiente:

"Cariño, estaré fuera por unas semanas, viajare a Washington para atender un asunto del trabajo, prometo recompensarte el tiempo cuando vuelva.

Te llamare siempre que pueda, te amo mucho, Alida.

Pd: Intente llamarte pero no respondías mis llamadas."

Al leer la posdata no dudo en buscar su teléfono encontrándose con las llamadas pérdidas de su chica, al verlas sintió pesar, si no lo hubiera dejado en silencio habría podido desearle lo mejor y dedicarle un par de palabras para hacerle saber lo mucho que la ama y la extrañara. No era la primera vez que se quedaría solo pero si en la cual no la vería por semanas y sin despedirse.

Eso no le ayudaba para nada, le necesitaba, quería hablar con ella, verla, estar a su lado, solo eran sus pensamientos, delirios y su soledad.

Su primer fin de semana fue el siguiente; el solo en casa, cocinando, viendo televisión, aburrirse, ver películas, arreglar un par de cosas fuera de su lugar, trabajo, tareas, Axel con sus demás compañeros visitándolo para ver futbol y salir por ahí a alguna fiesta o comer en alguno de sus muchos lugares favoritos.

Hubo momentos en que Bill agradecía estar solo, hacía mucho que no disfrutaba de esta manera con los demás, se sentía liberado; su verdadero yo oculto en lo más recóndito de su ser salió a flote, estaba feliz de volver a aquello tan sano que le hacía olvidarse de todo eso que le mantenía ocupado y con ciertas restricciones.

Axel, además de sacarlo de su cueva decidió que se quedaría a acompañarlo hasta el día en que Alida regresara de la capital; "Los mejores amigos están para apoyarse siempre que el otro lo necesite."

Dos hombres en una casa, relajándose, haciendo y hablando cosas de hombres, hasta que salió a flote un tema en particular.

—Axel, ella está en todas partes. —dijo afligido— Por más que he intentado olvidar o evitar que suceda no puedo, es una tortura que quiero que termine y en lugar de eso es como si fuera en aumento día con día. Ella está en mis pensamientos y mis sueños.

—Aguarda.., ¿Hablas de que piensas en ella? -
—sonaba confundido-
—. ¿Eres consciente de que prácticamente piensas y sueñas con ella mientras tienes una novia que está de viaje por trabajo?-.El tono de su voz reflejaba un poco de molestia pero al mismo tiempo sorpresa por la confesión del individuo frente a él. -Bill, sabes que eso no es correcto.

-
—Lo sé, pero dime, ¿Qué puedo hacer?, es algo involuntario, no es como si todos los días dijera "Oh, espero soñar con ella, pensarla", no, sabes como soy, me conoces perfectamente, eres mi mejor amigo.- Sonaba desesperado; sus manos sostenían su cabello entre sus dedos, estaba a punto de arrancarlo pero si no fuera por la poca cordura que le quedara lo habría hecho sin importarle nada.

—No lo sé, Bill, no tengo telepatía, tampoco soy quien para decirte o descifrar lo que sientes, eso depende de ti. -.Hizo una ligera mueca, estaba entre la espada y la pared, su mejor amigo estaba pasando por algo que jamás se hubiera imaginado y el no encontraba la forma de poder ayudarlo y evitar meterse en problemas.

—Amo a Alida, es mi novia desde hace dos años, yo no siento nada por la otra chica, por favor, no la conozco más que de vista y solo la he visto una vez en mi vida, es lo que recuerdo, ella no es lo que quiero en mi vida ni en mi futuro. Además, no es como si tuviera sueños indecentes, solo son del tipo confusos e intrigantes.

Amo a mi pareja, quiero casarme con ella, una vida a su lado, hijos, ella es mi futuro.-.Se había puesto rojo de la furia, no quería que su mejor amigo pensara que gustaba de alguien que no era nada en su vida, él ya tenía a alguien con quien compartía planes a futuro; un matrimonio, hijos, una vida.

—Yo en ningún momento he dicho que no la ames, a lo que me refería era que, independientemente de que también sea hombre no significa que sé que hacer o cómo reaccionar en estos casos, depende de ti. Eres inteligente, serio y estable, no dejes que una estupidez haga que afecte todo lo que tienes y quieres.-.Suspiro, llevo una de sus manos a hombro derecho de su acompañante pasando su brazo por su espalda para después palmearla al igual que su hombro derecho.

—Me alegra no tener novia, no quiero estar en tu lugar.

Y la noche del primer día del fin de semana se basó en ello hasta terminar por ser reemplazado por bromas y tonterías por parte de Axel con el propósito de reconfortar a su amigo.



Nota de la autora:
¡Acabas de leer el décimo capítulo de la historia!, parece que Skarsgård tiene todo un lío en su mente.

A Love Based On SongsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora