"Es contigo con quien yo sueño.
Intentan conquistarme,
pero tú tienes ese aire canalla
y eso es lo que quiero.
Así que, cariño,
ven a salvarme.
No necesito esos otros números
cuando ya tengo a mi número uno.Anoche, me quedé en la cama tan triste,
porque me di cuenta de la verdad,
ellos no pueden amarme como tú.
Intenté buscar alguien nuevo,
cariño, no tienen ni idea,
no pueden amarme como tú.Aún tienes eso que yo quiero,
tú derrochabas amor,
y nunca podía tener suficiente.
Ahora, estoy tratando con estos chicos,
cuando en realidad necesito un hombre
que pueda hacerlo como yo.A-M-O-R, me encanta la manera en la que me lo das.
Cuando estás conmigo, chico, lo quiero todos los días..."¿Alguna vez se escuchó hablar sobre las citas entre madres e hijos o padres e hijas?, ¿No?, es una lástima, son de las mejores y las número uno en la lista de "Las mejores citas del mundo."
Era como si Bill hubiera retrocedido en el tiempo a esa época en la que lo vivía a lado de su madre; tomado de su mano para cuidarla mientras caminaban por el parque, en el supermercado, cuándo lo abrazaba y llenaba de besos y mimos cuando algo no estaba bien, la manera en que solía protegerlo contra cualquier peligro que le amenazara, cuándo hacia de su ayudante en las consultas médicas, la echaba de menos a ella y aquellos momentos que habían pasado juntos.
En aquel fin de semana que compartieron pasaron muchas cosas; salieron al cine, fueron a cenar, caminaron por el parque, jugaron juegos de mesa, contaron chistes, cocinaron juntos, vieron viejas fotografías familiares, hubo momentos en que el se encontraba triste pero nada que una sesión de cosquillas por parte de su madre no aliviaban, sin duda era la mejor madre y doctora del mundo.
Había pasado tan rápido el fin de semana a su lado que sin darse cuenta ya era lunes; había ido a la escuela recuperado, descansado, feliz, animado que lograba contagiar hasta el mas amargado que se encontraba a su alrededor; el trabajo con su padre fue dinámico que en un dos por tres ya estaba de vuelta en casa con Axel quien yacía en el sofá de la sala comiendo mientras miraba una película de acción, se le veía emocionado, seguramente porque era una de sus favoritas.
Skarsgård paso de largo pero saludándolo hasta que subió las escaleras, entro a su habitación, tomó su computadora portátil, se sentó en su cama y sé dedicó a hacer una vídeollamada que a los cinco segundos fue aceptada por una chica sonriente y con un aspecto cansado, verla de nuevo le hizo sonreír.
—Hola preciosa.-.Saludó con una mano la cual estaba en el aire agitándola con ligereza.
—Hola cariño.-.Se escuchó la voz cansada de su novia tras la bocina de la computadora.Ella lucia muy cómoda sentada en un sofá con el ruido de la televisión al fondo, usaba un abrigo y un pijama cubierto, se notaba que sentía frío por sus labios que temblaban sin parar.
—¿Cómo te va en Washington?, ¿Sigues con mucho trabajo? .-.La vió bufar y suspirar. —Siento que cada día y semana es peor, llegan nuevos proyectos de distintas marcas y es imposible rechazarlas, encargarse de todo eso nos ha abierto muchas puertas a cada uno de nosotros, hemos tenido un éxito increíble, los clientes siempre están satisfechos.
—No sabes lo feliz que me siento por escuchar eso preciosa, siempre he confiado en el gran talento que tienes, mereces todo lo bueno que te esta sucediendo gracias a tu carrera y esfuerzo.-. Ella no dudó en sonreír ampliamente y dejó salir una ligera risita nerviosa.
—Ahora es tu turno, debes contarme todo lo que te ha pasado estas semanas en las que estuve sin comunicación contigo.
—el suspiró—Bueno, ha sido algo pesado, la escuela, el trabajo, ya sabes, los exámenes, uno que otro trabajo, proyecto, pero siempre procuro hacerlo todo con tiempo para no hacer todo a último momento como los demás. He salido un par de veces con los chicos.
—Siempre me ha gustado que seas responsable y que lo pases bien con tus amigos, ¿Y qué tal todo en casa?, ¿Y tú familia?-.Lo miró con evidente interés, deseosa por saber todo lo que pasó, quería ponerse al día.
—Vi a mi padre, a Megan y a mis hermanos, a mi hermano no porque ha estado ocupada pero en cuanto este libre la invitaré a salir, pase el fin de semana con mamá y.., ¡Oh, por cierto!, Axel está acá en casa desde que te fuiste un par de días después.-.Se le escuchaba feliz, cómo un niño pequeño contando como había sido su día.
—Que bueno que te has tomado el tiempo para verlos, pasarlo con todos y que Axel te acompañe, cariño.—sonrío una vez más—
—Si, claro que si, Y...-.Rascó su nuca un poco, dudaba en preguntar algo que le intrigaba pero tomó valor y lo soltó.—¿Cuándo es que podrás volver?Hubo un silencio que parecía que iba a volverse eterno, el la miraba fijamente esperando una respuesta, ella miraba hacia un punto cualquiera de la pared hasta que finalmente suspiró y sé dignó a hablar mirándolo con una expresión imposible de explicar.
—Bill.., yo no.., yo no...-.Y antes de decir cualquier otra cosa fue interrumpida.
—No planeas volver...-.El tono en que lo dijo estaba cargado de decepción.Ella volvió a callar y sé limitó a asentir tres veces seguidas, el presintió que si decía alguna cosa su voz se quebraría y terminaría por llorar, odiaba verla de esa manera, le provocaba dolor en el pecho.
—Supongo que mandarás a una compañía de mudanzas por tus cosas en algún momento, ¿Podrías decirme aproximadamente cuando será?, necesito tiempo para buscar cajas y comenzar a guardar.
Ella se rompió y comenzó a llorar desconsoladamente cubriendo su rostro, su llanto era muy fuerte, se escuchaba como si estuviera a su lado, el único problema era que no podía abrazarla y decirle que todo estaría bien.
—Lo siento mucho, en verdad que lo siento, quise decírtelo desde que me fui pero no pude hacerlo, no podía, no tenía el suficiente valor como para responderte y decirte, temía demasiado tu reacción, así que dejé pasar el tiempo para tranquilizarme y pensar en como lo soltaría.-.Apenas y lograban entenderse las palabras pero sorpresivamente le entendía perfectamente.—Yo sabía que debía irme y agradecí que no me respondieras cuando te llamé para avisarte que saldría de viaje.
—No llores preciosa, sabes que nunca me ha gustado verte así.-.Sonó comprensivo pero la tristeza lo estaba quemando vivo.—¿Sabes?, presentía que algo pasaba pero no algo como esto, creía que me engañabas, lo hiciste pero agradezco que no con otro chico.-.Soltó una risa desganada que la hizo descubrir su rostro.
—Nunca seria capaz de ser tan tonta como para reemplazarte con alguien más ni tampoco de engañarte de una forma tan estúpida, jamás me arriesgaría a que me odiaras por algo como eso.-.Estiró su brazo y tomó un pañuelo para limpiar sus lágrimas y otro para su nariz que estaba roja.—Pasaré por mis cosas dentro de una semana, me llevé la gran mayoría el día que me fui así que no hay mucho que empacar, cabrá todo en mi auto.El asintió con demasiado pesar, quiso gritarle y reclamarle pero sabía que no era ninguna autoridad para interponerse en sus planes.
—Entonces nos veremos hasta esa fecha, procura que sea cuando esté en casa para ayudarte.
—asintió—Si, tranquilo.—carraspeó—Nos vemos Bill.
Y sin decir o hacer otra cosa la llamaba terminó dejándolo a el solo con su reflejo en la pantalla negra sin darle oportunidad de despedirse.
—Nos vemos Alida.
Nota de la autora:
¡Capitulo dieciséis!, creo que ya estaban esperando a que momento sucediera, muchas gracias por su paciencia.
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A Love Based On Songs
FanfictionTodo el mundo considera hermosa aquella sensación que se siente cuando se cae enamorado por una persona maravillosa. El encanto aumenta cuando hay enamoramiento mutuo, todos felices y satisfechos de poder apreciar aquello. Pero, ¿Qué hay de aquellos...