A Love Based On Songs

Wolves

"En tus ojos, hay un azul intenso.
Uno al que amar, y uno al que perder.
Dulzor divino, una dura verdad,
agua o vino, no me hagas elegir.
He estado corriendo a través de la selva, 
he estado corriendo con los lobos
para llegar a ti.
He bajado por los callejones más oscuros, 
he visto el lado oscuro de la luna
para llegar a ti.
He buscado amor en cada desconocido, 
tomé demasiado para calmar la ira.
Todo por ti, sí, todo por ti.
Para llegar a ti..."

Desesperación, frustración, coraje, enfado, un sinfín de sentimientos y emociones encontrados era todo lo que su cuerpo sentía y emanaba, si se tuviera un aparato especial para poder verlo las personas se asustarían.

Tanto había esperado y buscado para que terminara por perder la única y probablemente la última oportunidad de hablar con ella y conocerla.

No sabía que hacer, se rehusaba a rendirse así que no lo dudó mas y comenzó a caminar para salir de la cafetería, dio alrededor de cinco pasos cuando sintió que alguien tocó su hombro haciéndolo voltear, era Axel.

—Se que quieres ir a buscarla, pero estuviste parado dos minutos, puedo asegurarte que ella ya no esta cerca de aquí. Mejor volvamos a nuestra mesa antes de que te mueras por no haber comido nada. —dijo con una sonrisa de costado— Amigo, puedo percibir todo lo sientes en estos momentos pero si hoy no tuviste la oportunidad puede que haya alguna otra, incluso otras mas.

Bill no estaba tranquilo con lo que acababa de escuchar, que algo vuelva a suceder es prácticamente imposible, pero lo que no recordó es que las cosas no pasan del mismo modo dos veces o mas.

Durante todo el transcurso de la hora estuvo en silencio; mientras comía y escuchaba a su amigo hablar, el solo se limitaba a asentir y a responder con frases breves y muy cortas, tenía un estado de animo fatal.

Sus clases fueron como siempre, dinámicas tanto por los profesores como alumnos, todos notaron algo, Skarsgård lucia fatal, el hecho de que su tono de piel fuera demasiado claro dejaba ver las horribles ojeras y el estado de cansancio en que se encontraba por culpa de la jovencita que no le dejaba en paz mentalmente.

Pasaron las seis horas reglamentarias de la jornada escolar, fue de los primeros en salir del aula junto a su profesor, vaya suerte que habían tenido al no llevarse tareas, lo que menos quería hacer en el día era algo de eso.
Ni el ni Axel planeaban ir a casa, tampoco al trabajo con sus padres. Ellos tenían pocos asuntos que atender, podían solos y con ayuda de sus demás trabajadores que se encargarían de auxiliarlos, se tomarían un tiempo libre para ir a comer por ahí.

Ambos tomaron sus autos y conducieron hasta un lugar cualquiera y ese fue a un restaurante de hamburguesas, si, de todas las personas que estaban dentro del establecimiento eran los únicos que vestían formal.
Se decidieron por hamburguesas dobles con papas y sus respectivas bebidas para después sentarse en un lugar que se encontraba en medio del lugar.

—Bill, ya pasaron horas desde lo que pasó y sigues igual o peor,tienes que dejar de lado ese tema, todos en el aula notaron que estabas raro.-.Axel lo miraba fijamente, su amigo no le dedicó siquiera una mirada rápida, no decía nada solo comía.
—Puede que vuelvas a verla, tal vez no mañana pero si en un par de semanas, el tiempo que ha pasado desde la primera vez que la viste hasta hoy. —suspiró— Bill...

Y entonces volteó a mirarlo.

—Si te imaginaras como me siento, tan solo una mínima parte entenderías lo imponente que estoy, la tuve demasiado cerca y cómo un idiota distraído no me di cuenta de estaba frente a mi.-.Dejó su hamburguesa sobre la caja de cartón en donde esta venía para acto seguido tomar dos servilletas, limpiar sus manos y terminar por beber de su vaso.—Estoy harto Axel, demasiado harto con este tema.
—¿Y qué quieres que yo haga?, ¿Qué vaya por toda la universidad buscándola?, no, es ridículo y algo innecesario.

Y solo se le escuchó suspirar para retomar lo que hacia un par de minutos atrás, comer en completo silencio.

—Eres imposible Istvan.-.Comentó con evidente desagrado mirándolo fijamente.

Y el silencio continuaba.

Una hora y media después llegaron a casa, Bill se encerró en su habitación y Axel se quedó en la sala mirando televisión, no le tomaba importancia, pensaba en como podría ayudar con aquella situación que acongojaba a su mejor amigo.

¿Y si contrataban a alguien para investigarlo solo dando sus características físicas?, idea tonta, de nada serviría si algunas personas cuentan con facciones y semejanzas en sus cuerpos.

O tal vez no es tan malo considerarla como una última opción.

¿O sí?

Nota de la autora:
¡Capítulo trece!, es una lástima que Bill se haya distraído y desperdiciado esa oportunidad.