23: Recuerdos que matan.

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Alice se sentó frente a la ventana que daba al balcón y dejó su libro sobre los estudios del diseño a un lado

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Alice se sentó frente a la ventana que daba al balcón y dejó su libro sobre los estudios del diseño a un lado. Su teléfono siguió vibrando, recibiendo varios mensajes de Kyle.

Kyle: Igual creo que mañana por la noche podríamos ir a bailar, es viernes.

Alice: Quizás, ojalá Justin venga temprano por los niños.

Kyle: Lo hará, muero por verte.

Alice: Lindo.

Kyle: Hermosa.

Alice dejó el teléfono a un lado y cerró los ojos. Se sentía inquieta y no sabía porqué. Se sentía mal, a pesar de que hace días estaba bastante feliz e incluso ilusionada.

Aún no podía sacarse de la mente los ojos dolidos de Justin, él le dolía, ese era su gran problema, pero de alguna forma sentía que Justin estaba sintiendo lo mismo que sintió ella al verlo con Samantha.

Esto no era un juego de niños, pero ninguno de los dos podía evitar pensar con inmadurez.

«Alice nadó hasta Justin y se abrazó de su cuello en cuanto estuvo a su lado. Justin sonrió y la abrazó con fuerza por debajo del agua.

—Te quiero mucho —susurró Alice antes de besarlo.

—Yo igual, Honey —Justin alcanzó a responder, antes de que sus labios fueran callados por los de Alice.

Se besaron lentamente en la piscina, disfrutando del hermoso atardecer que tenía el privilegio de observar el patio trasero de la mansión Bieber. Justin bajó su mano hasta el trasero de Alice y lo acarició con confianza, mientras su cuerpo se apegaba aún más al de ella. Aquel día cumplían siete meses de noviazgo, y ambos habían decidido ir a pasar la tarde a la mansión, ya que los padres de Justin no estarían y Jazmín se iría a la casa de sus amigas.

Alice sonrió contra la boca de Justin cuando sintió un bulto en su vientre, y no pudo evitar soltar un risita nerviosa. Justin sonrió pícaramente y la abrazó aún más fuerte, con bastante ternura.

—Cada día me sorprendes más, Alice —confesó, cuando Alice bajó su mano hasta y le acarició la pelvis—. Estás tocando terreno peligroso.

—Me quiero arriesgar —Alice lo miró.

Justin sonrió, ella se veía tan hermosa, con el pelo peinado hacia atrás gracias al agua y su cara natural y fresca.

Justin le devoró los labios en dos segundos, y Alice no tardó en envolver sus piernas en las caderas de Justin por debajo del agua. La boca de Justin bajaba libremente por el cuello de la chica y succionaba con bastante emoción de allí. Los pezones de Alice se endurecían, dándose a traslucir a través de su bikini. Justin se mordió los labios y bajó su boca hasta el borde del bikini de Alice, donde lamió con gusto.

Honey - JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora