HYBRID PARADISE [One-Shots] [Personaje x Lectora] [CERRADO]

Ruth x Lector [Mahoutsukai No Yome]

Sostuvo su costado derecho, sintiendo la sangre que resbalaba entre sus dedos. Como la fábrica de la camiseta se pegaba a la herida y lo mucho que le cuesta respirar. Con una mano sobre la pared más cercana, se dejó arrastrar por la calle desierta. Su nombre es Ruth, y es un ex híbrido de peleas callejeras. 

Tiene veinte años apenas, pero se siente como si tuviera mucho más. En su corta vida, había vivido y experimentado suficientes cosas como para dar por hecho que ya sabía todo de la vida misma. 

El, al igual que muchos otros híbridos, fueron separados de sus madres cuando eran "cachorros". Ruth tuvo la suerte de conseguir un hogar, conociendo así a su preciada Isabell, que partió de este mundo a una corta edad. Como su híbrido, como su hermano, como su familia, el había hecho lo posible para mantenerse a su lado. Visitaba su tumba constantemente, la mantenía limpia y siempre llevaba flores frescas. No había forma de hacerlo cambiar de idea o hacer que permaneciera dentro de la casa por mucho tiempo.

Fue de esa forma que lograron llevárselo. 

Los híbridos más comunes para las peleas callejeras con los perros, sobre todo aquellos que tienen gen de una raza grande, como pasó con el. Ruth tiene una mezcla de Setter Irlandés con un Setter Gordon. De ahí su potente color negro. 

Con un suspiro, se dejó deslizar sobre la pared, dejando un rastro de sangre consigo. Esta adolorido, lo único que quiere es dormir, olvidarse de las peleas. Volver a ser el híbrido de compañía de antes, tener una vida. 

Mientras el dolor lo obligaba a caer inconsciente, junto con la pérdida de sangre, a breves momentos de caer en aquella oscuridad pudo olfatear un aroma suave a su alrededor. A la vez que pasos apurados iban en su dirección.

Solo esperaba que no fueran los matones de las peleas de híbridos.

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Lo que logró despertarlo fue el aroma fuerte a comida recién hecha, su olfato nunca lo engañaba; es pollo. Abrió los ojos rápidamente, siendo consciente que estaba herido y sangrando en medio de la calle. Sin embargo, el escenario de ahora es completamente diferente. El techo es blanco, las paredes de un celeste claro. 

Sus manos palparon la cama donde está acostado, casi no recordaba cuándo fue la última vez que durmió sobre una. Al incorporarse con lentitud, se vio obligado a soltar un sonido gutural debido a la presión en su costado. Su pecho está firmemente vendado y solo esta con sus pantalones negros. 

—Veo que despertaste, ¿cómo te sientes? —una chica ingresó a la pequeña habitación en la que esta. Lleva una bata blanca y unos anteojos con marco negro, el cabello atado en una coleta alta.

Ruth por instinto, al encontrarse en un lugar que desconoce, gruño. La vio aproximar una de sus manos con suma lentitud y entre sus dedos pudo ver algo parecido a una croqueta. Dejo la misma cerca de su nariz, si el quería podía darle un manotazo o morderla incluso. Optó por simplemente oler; avena, trigo y..¿avellana? 

El instinto siempre es más fuerte, sobre todo cuando se tiene gen canino. Abrió la boca esperando que ella dejase la croqueta y apenas hizo contacto con su lengua, mastico fuertemente. Tiene relleno de avellana, es crujiente y dulce. 

—Entiendo que estés asustado, pero no te haré daño, ¿está bien? —mientras el híbrido era alimentado por más croquetas, ella deslizó una de sus manos por el espeso cabello negro— Mi nombre es (T/n), este es mi consultorio. Tuviste suerte de desmayarte a solo una cuadra.