El mar siempre le pareció un lugar hermoso, tan grande y lleno de maravillas, donde uno podía perderse con facilidad, olvidarse de todo. En situaciones así, le gustaba pensar en ello; en las profundidades del abismo, en la oscuridad que la rodearía y el sonido de los diferentes seres marinos a su alrededor. Le brindaba paz, un sentimiento de calma y pertenencia, porque ella solía vivir en un lugar de ese tipo.
Las comunidades de humanos que viven bajo el mar eran algo conocido hoy en día, sobre todo por la cantidad de híbridos nuevos que salen cada año. Su hogar, seguramente, fuera uno de los pocos donde los híbridos acuáticos podrían sentirse con una libertad plena.
Una sociedad bajo el agua, hasta las Sirenas lo envidiarían.
La cadena alrededor de su cuello emitió un sonido al momento de moverse, alzando los pies de la cubeta de agua helada. Las escamas de sus pies se veían mucho mejor que a la noche, la falta de hidratación siento el principal factor de su apariencia apagada y reseca. Los híbridos como ella, cuyo cuerpo tiene más parte de acuático que terrestre, debían mantener un cuidado constante de su piel con hidratantes y alimentos que pudiera proporcionarle una cantidad abundante de líquidos.
Pero cuando se es una híbrida esclava, tales cosas como el «cuidado» no existen.
El movimiento continuo del barco parecía mecerla en un intento fallido de incitarla a un sueño profundo, sin embargo, apenas acaba de amanecer, tenía todo un día por delante cargado de trabajo en la cocina como para dejarse vencer. Sus ojos captaron un atisbo de azul oscuro fuera de la pequeña ventana de su camarote, el mar y las olas invitándola a volver donde pertenece.
Entrecerró su mirada, sus labios apretándose en una línea fina que apenas dejaba ver los dientes filosos que sobresalían de su mordida inferior.
(T/n) Stomias
19 años, femenina.
Híbrida de Pez Dragón Abisal
—¡Muévanse de una vez, la cocina no se mantendrá limpia por su cuenta! ¡Stomias, tu limpiaras la sala de banquete principal! —grito uno de los cuidadores, golpeando con rudeza la puerta de su habitación. Por lo menos tuvo la decencia de tocar—. Arriba, cerebro de pez.
Inspiro por la nariz, llenando sus pulmones con el aire contaminado (debido al humo que viene de la sala de maquinaria, los olores de la cocina y la clara falta de limpieza en el área donde vive) y una vez más, pensó en la idea de escapar. Debajo de su almohada improvisada, hay un cuchillo que tomo de la cocina en uno de esos días que le toco limpieza.
Sus dedos largos rodearon el metal con facilidad, escondiéndolo entre su ropa. Hoy hay un gran festín para los que son de la nobleza o de alto estatus, sería una noche concurrida donde todos estarían ocupados. Tal vez, esta sea su oportunidad, de regresar al azul oscuro que tanto añora.
Separo los labios, dejándose entrever la larga hilera de dientes puntiagudos, todos inclinados hacia adentro y de diferentes medidas, «Dientes de tiburón» probablemente fuera el insulto más aceptable de todos los que le dijeron durante su estadía en el barco.
—¡Ya voy! —respondió, no sin antes cubrir la mitad de su rostro con un pañuelo rojizo. Si algún cliente la veía de casualidad, su jefe iba a regañarla.
La puerta se abrió con un crujido, dejando ver al cuidador de siempre del otro lado, el cual introdujo la llave en la cerradura de sus cadenas. El metal pesado cayo, y la sensación de alivio fue clara en sus facciones. No tuvo mucho tiempo para relajarse porque ya la estaba empujando en dirección a la sala del banquete.
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HYBRID PARADISE [One-Shots] [Personaje x Lectora] [CERRADO]
Fanfiction-Ha sido un día terrible -dijo ella- ¿Podrías decirme algo hermoso? -añadió, mientras lo miraba. Y el dijo su nombre. [Personaje x Lectora] [One-Shots] [Varios Animes] [HYBRID AU] Historias originales, por favor, no copiar. No se aceptan adaptaci...