HYBRID PARADISE [One-Shots] [Personaje x Lectora] [CERRADO]

Zeref Dragneel x Lectora [Fairy Tail]

[Tienes un medidor en tu muñeca, que te indica que tan peligroso/a es tu alma gemela] 

[Época actual] 

La suave música de jazz que recorre los largos pasillos blancos la motivaban a dar pequeños saltitos energéticos, en un intento fallido de quizás un tap. Las luces rojas titilaban y la alarma hubiera sido extremadamente molesta de no ser por la melodiosa música, que cada tanto era opacada por gritos agudos.

Paso las uñas negras sobre la pared gris, viendo los arañazos marcados que dejaba a medida que caminaba.

―Luego a la izquierda ―Giro en la dirección murmurada, sonriendo al ver la puerta negra de metal―. Y ta-da.

Debajo de la misma hay liquido viscoso que escurría en su dirección, sus botas hicieron contacto y al momento de levantar el pie, se formó algo parecido a un chicle. Unos pasos detrás suyo le hicieron saber que el laboratorio había sido limpiado de cualquier científico o ser viviente que allí viviera.

―(T/n)-sama, hemos terminado con la limpieza ―Invel clavo sus ojos sobre el líquido espeso―. ¿Está allí lo que necesita?

Ella asintió, pensativa.

―Desde aquí me haré cargo yo ―Alzó la mano para callar sus quejas―. Soy la única que puede lidiar con algo así; sin ofender, Invel.

El híbrido de leopardo de las nieves bufó por lo bajo, retrocediendo a medida que el aire alrededor de (T/n) se tornaba pesado y caliente. Sus manos brillaron de un color violáceo oscuro, las cuales apoyo sobre la puerta de metal, que enseguida salió impulsada hacia atrás, siendo arrancada con tanta facilidad que podría asustar a cualquiera.

La marca de las manos de (T/n) brillaban sobre el metal.

La habitación tiene olor a químicos y sangre. En medio de la misma hay un tubo de vidrio gigante, obviamente roto. Los cristales del vidrio se mezclaban con el líquido negruzco, y dentro del mismo, hay una gema amatista.

―¿Zeref se cree Thanos o algo así? ―Pregunto a nadie en particular, tomando la misma con las manos desnudas. Las venas de sus brazos resplandecieron y palpitaron ante el contacto, dejándola en un estado de mareo.

Fue como si le hubieran dado una descarga eléctrica.

Invel agacho las orejas redondas, viendo las alas de (T/n) ―que apenas sobresalían de su espalda― convertirse en algo mucho más grande. La castaña jadeo con pesadez, dejando caer la amatista, que ahora carecía de color alguno. Era una piedra preciosa vacía, sin nada. Inconscientemente el hizo una mueca, casi irónico. La híbrida de dragón es igual.

Preciosa, la obra favorita de Zeref, pero vacía.

Bueno, ¿Qué se podía esperar?

Revivir a su alma gemela...obviamente regresaría diferente.

―Vamos, ya he terminado de consumir la energía dragonica de esa piedra ―Los ojos relucían bajo la poca luz que transmiten los LED rotos.

El híbrido felino inclino la cabeza, permitiéndole el paso, la larga cola de dragón arrastrándose sobre el suelo de cerámica blanco.

No le faltaba mucho para convertirse en un dragón de verdad.