Semi Eita x Lectora [Haikyuu!!]

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Se preguntó qué demonios estaba haciendo, mientras corría por aquel callejón iluminado por luces neón, con un híbrido aferrado a su brazo, que cojeaba debido a una herida de navaja en su pierna izquierda. Era pequeño, debía tener no más de quince años, pero su edad y altura no le impidieron golpear a los cuatro hombres de control de híbridos.

Eita solo iba rumbo a su hogar, luego de un cansador día en el trabajo y la universidad, incluso tenía la mochila con la mercadería que había comprado para la cena. Vivía en una zona bastante comercial, el sonido de las fiestas y las luces siempre dificultándole el conciliar el sueño, pero como estudiante becado no podía quejarse demasiado, por lo menos tenía un sitio decente para vivir y que quedaba cerca de su universidad.

Cuando le dieron el departamento, le advirtieron sobre este tipo de cosas; las peleas callejeras y las persecuciones entre híbridos y los de control.

—Jamás te involucres con los híbridos de Neo Tokio —había dicho la casera el primer día que se conocieron—. A menos que quieras estar en la lista negra de Ookami.

—¿Ookami? ¿Quién es?

La anciana miro a su alrededor, a pesar de que estaban dentro de la seguridad de su departamento.

—La híbrida líder; usa una máscara de lobo y siempre lleva consigo unas navajas, como si fueran garras —los ojos oscuros de la mujer lo observaron fijamente—. Si alguna vez la cruzas, lo cual espero que nunca pase, ten en cuenta dos cosas; dependiendo de tu actitud hacia los demás, puede que te deje escapar...

El rubio hizo una mueca.

—¿O sino?

—Te matara.

Semi dio un vistazo a su lado, chasqueando la lengua al ver el estado agotado del cabellos anaranjados. Dijo que su nombre es Hinata, un híbrido de cuervo (las plumas negruzcas que se entremezclaban con su cabello lo delataban) además de las alas oscuras que sobresalían de su espalda, pero una de ellas se veía como si tuviera una ligera malformación (eso explicaba que no pudiera escapar con facilidad al principio). El rubio acelero el paso, escuchando las voces de los de control de híbridos que no dejaban de perseguirlos. A pesar de que el callejón no dejaba mucho espacio y debía esquivar cada tanto a una persona o un tacho de basura, ambos se las arreglaron de maravilla para continuar.

—¡Hay que girar a la derecha! —dijo el adolescente, su voz chillona resonando en el silencio de la noche—. Allí hay un pasadizo que solo nosotros conocemos, que da a nuestra guarida.

Eita asintió, y sin pensárselo dos veces, cargo al pequeño en su hombro, como si fuera un costal de papas. Sus años de hacer deporte vinieron de maravilla, sumado a que de esa manera pudo correr de manera más rápida. Hinata de a momentos pegaba chillidos, usando sus alas para bloquear algunos intentos de ataque.

Giro a la derecha, tal como había dicho, y para su sorpresa, era un callejón sin salida.

—¡Oi! ¿Seguro que no te equivocaste? —lo dejo en el suelo, con la respiración agitada y varias gotas de sudor bajando por su frente. Podía sentir su pulso acelerado retumbando en sus oídos.

Aunque quisieran retomar el camino de antes, era imposible, porque ya los habían acorralado. El rubio escondió al híbrido de cuervo tras suyo, observando a los cuatro hombres que lo rodeaban, las armas apuntando en su dirección.

—Si nos entregas al niño, te dejaremos libre y no habrá ningún cargo en tu contra —dijo uno de ellos, una marca de arañazo en su mejilla derecha.

HYBRID PARADISE [One-Shots] [Personaje x Lectora] [CERRADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora