Jueves. Trataba de mantener mi respiración constante y mi mente pensando en que era jueves y el fin de semana se acercaba, pero lo único que sentía era que mi corazón se iba a salir de su lugar y que mi garganta necesitaba desesperadamente agua. "Inhala, exhala" me repetía millones de veces. Una capa de sudor me recorría todo el cuerpo y mis pies se movían en un trote del que no tenía ni idea de quien estaba dando esa orden, porque yo definitivamente quería parar.
-Vamos Lea, que lenta eres- Matt se reía de mí mientras disminuía su trote para posicionarse a mi lado. Lo fulminé con la mirada y decidí que era tiempo para un descanso luego de más de una hora de ejercicio, así que paré de correr para luego colocar mis manos en mis rodillas, mientras trataba de regular mi respiración.
-Estos son los momentos donde te odio- le dije a Matt mientras solo reía más.
-Dijiste que tenía que ser rudo contigo amor, y yo tomaré el consejo, no solo para esto, pero para muchas cosas más- dijo mientras subía sus cejas de arriba hacia abajo.
Le regalé una sonrisa traviesa.
-Si no me das agua, juro que no habrá otras situaciones donde puedas ser duro.
-Son las 6:13 de la mañana y ya estas mandona- dijo con una pequeña sonrisa mientras miraba su reloj de mano y negaba con la cabeza- toma- me tendió una botella de agua. ¿Dónde rayos la tenía?
Tomé la botella y bebí de ella sin parar hasta que quedó más abajo de la mitad. Matt se estiraba mientras yo seguía repitiéndome el proceso de respiración una y otra vez.
-¿Ya terminamos? Por favor dime que sí.
-Está bien, otra actividad en la que te gano- dijo encogiéndose de hombros.
Lo fulminé con la mirada, soy una competitiva, y él lo sabe.
-Mañana te partiré el culo, justo como lo hice con los promedios.
-Ya veremos- Matt sonrió.
Caminamos hasta mi residencia donde Matt se despidió con un beso y me dijo que me vería en la universidad. Abrí la puerta y camine hacia mi habitación. Cuando entré, mi compañera de cuarto estaba en la cama con su novio, desnudos. Abrí mis ojos lo más que pude, para luego cerrarlos lo más profundo, y como si aun así pudiera ver, cubrí mis ojos con las manos.
-No vi nada, lo prometo- dije riendo.
-Lea, ¿que haces tan temprano aquí? Pensé que no vendrías como hasta en media hora- escuché a Anna maldecir y como la cama sonaba, probablemente se estaban bajando de ella y se estaban vistiendo. Al menos eso esperaba.
A como pude entré a la habitación.
-Estaba realmente cansada, pero ojalá Matt hubiera insistido más en que siguiéramos con el ejercicio- dije mientras introducía un dedo en mi boca, como si fuera a vomitar por lo que acababa de ver. Anna me dijo que ya podía ver, así que aparte mis manos de los ojos y lentamente abrí los ojos.
-Hola tórtolos, les agradezco si a la próxima, mmm, no se... colocan un calcetín o algo parecido en la perilla de la puerta, ya saben, para evitar estas situaciones- dije tomando una toalla y mis cosas personales para tomar una ducha.
Elliot, el novio de mi compañera de cuarto, frotó su nuca con vergüenza, y nuevamente me reí de la situación y negué con la cabeza.
-Bien, voy a tomar una ducha, pero por el amor de Dios, duro solo 20 minutos, aseguren de que sacien sus necesidades para ese entonces.
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Here's to us. (Editando)
RomanceLea Miller y Matthew Adams se dan cuenta que su relación de 7 años no estaba funcionando desde tiempo atrás. Se aproxima una tormenta y quedan obligados a permanecer en casa después de una pelea. Al rededor de la noche recuerdan como inició y transc...