Sentía un dolor punzante en mi cabeza, venía y se iba, venía y se iba. Pero no me importó. Prefería por mucho un dolor de cabeza, que tener unos momentos parar pensar en ayer. "Sábado, un día nuevo..."
Abrí mis ojos lentamente, tratando de acostumbrar mis ojos a la pequeña luz que se colaba por las persianas. Volví a cerrar mis ojos recordando la noche pasada y respiré profundo, hasta que me sentí un poco más tranquila.
Miré al rededor. Ethan no estaba, no había nadie, y sin embargo, no me moví ni un centímetro de mi lugar. Mi celular sonaba, sonaba una y otra vez, y aun así, no me moví. Sabía que era Matt, o mi preocupada mejor amiga. Emma probablemente vendría pronto, así que no me molesté por contactarla. Ya tuvo que enterarse. Todos, lógicamente. Estábamos en una fiesta.
Miré hacia la luz, tratando de pensar, otra vez, en como se colaba, en su color, en lo que sea... pero escuché como la puerta de mi habitación se abría. Me moví, alarmada.
"Por favor, que no sea Matt"- mi mente rogaba.
Suspiré aliviada cuando vi entrar a Ethan con ropa diferente a la de ayer. En una mano sostenía un portavasos con 2 cafés y en otra, traía a Balú. Sonreí cuando mi perrito trataba de zafare de él para venir conmigo. Ethan lo puso en mis pies y colocó los cafés con cuidado en la mesa de noche. Balú corrió a mis brazos y no perdió ni un momento para chupar mi cara.
-Te he traído capuchino, no sabía que otra cosa tomabas- dijo Ethan tendiéndome el café, no mostrándome toda su cara.
-Está bien, gracias Ethan- dije extrañada, tomando un trago. La cafeína bajó por mi traquea, aliviando el dolor de cabeza y brindándome calidez.- ¿Cómo conseguiste traer a Balú? ¿Y cómo hiciste para que nadie lo notara?
Ethan suspiró.
-Fui a casa para tomar un baño, y decidí traerlo- dijo restándole importancia- Meterlo aquí adentro, en realidad fue fácil, solo lo escondí en mi chaqueta- sonrió un poco.
-Ya ¿y eso explica tu mejilla?- dije mirando finalmente su intento de ocultar la mejilla izquierda. No tenía corte, pero parecía que iba a tener un moretón en unas horas.
Ethan miró sus nudillos.
-No es nada. Debe ser de ayer.
-Ethan... ¿qué ocurrió?- demandé. Ethan no respondió, a lo cual yo respondí con un suspiro frustrada- dime, Ethan.
Le tomó unos segundos hablar, pero finalmente rodó sus ojos, rindiéndose.
-Llegué a casa, me bañé y cuando bajé todos están en la sala, incluso Emma. Matt estaba en el sillón, y apenas me miró se puso histérico y me exigió que le dijera donde estabas. Le dije que en tu residencia, pero que te dejara tranquila aunque fuera unas horas para que te calmaras y pensaras. Él, por supuesto, no se lo tomó bien, me dijo que me estaba aprovechando de ti, que él sabía que tú me atraías y- hizo una pausa- simplemente dejé que se desahogara y dijera todo lo que quisiera, cuando me di cuenta, me tiró un derechazo,- hizo una pequeña pausa- luego yo también le di un derechazo- dijo avergonzado pero pude notar una pequeña sonrisa de triunfo- le dije que iba a tomar a Balú cuando Emma y los demás lo estaban tranquilizando, y esa es la historia.
Suspiré frustrada.
-No necesito esto Ethan, ya no estamos en la secundaria.
-Lo sé, lo siento.- dijo mirándome avergonzado.
Hubo un momento de silencio, sin embargo, no era incomodo.
-¿Lea?
-¿Sí?- dije mientras acariciaba a Balú.
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Here's to us. (Editando)
RomanceLea Miller y Matthew Adams se dan cuenta que su relación de 7 años no estaba funcionando desde tiempo atrás. Se aproxima una tormenta y quedan obligados a permanecer en casa después de una pelea. Al rededor de la noche recuerdan como inició y transc...