Capítulo 14

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El domingo, fui despertada por una insistente llamada.

-Lea, contesta el maldito teléfono, estoy tratando de disfrutar los últimos días de vacaciones- escuché a una dormida y enojada Anna decir. Ayer había llegado en la madrugada porque había tenido una pelea con Elliot. Nada serio, Anna era un poco dramática.

Abrí los ojos frustrada y estiré mi brazo lo suficiente para tomarlo y contestar la llamada.

-¿Hola?

-¡Lea, querida!

Fruncí el ceño.

-¿Mamá?

-Pues quien más, cielo. ¿Estabas dormida? Lea Anne Miller, son las 10 de la mañana...- dijo indignada.

-Estoy de vacaciones, mamá- dije frotándome los ojos. Me senté en la cama y miré la hora para comprobar. Bufé, eran las 8:28, clásico de mi madre alterar las horas.

-Bueno querida, alístate que estoy cerca del campus, vamos a ir a desayunar. Paso por ti en 20 minutos.

-Nos vemos- me despedí.

No protesté porque salir a comer con mi mamá era comer en un buen restaurante, y comer en un buen restaurante era comer delicioso. Al menos, con mi madre, su gusto en la comida era impecable. 20 minutos después me encontrada lista, tomé mi bolso y me despedí de Anna (o al menos esperaba a que me haya escuchado entre uno de sus sueños) y bajé para encontrar el auto de mi madre. Su chofer se bajó y abrió la puerta por mí.

-Hola Freddy, gracias, no tenías que molestarte- dije sonriendo apenada.

-Buenos días señorita Miller, no hay problema, es mi trabajo.

Le regalé una sonrisa tímida y subí al auto para toparme a mi mamá y por supuesto, impecable. Me saludó con dos besos y nos pusimos en marcha al restaurante.

-¿Cuando viniste de Londres?

-El jueves, estaba visitando a tus abuelos en Portland y quería verte, y ya sabes, hablar- sonrió en grande.

-¿Cómo está Peter?

-Peter está genial- dijo sonriendo enamorada.

-Me alegro- dije sonriéndole.

El viaje fue tranquilo y de unos 15 minutos. Al llegar, Freddy abrió la puerta y las dos bajamos.

En la entrada un mesero nos atendió y nos dirigió a una mesa en la terraza. El día estaba soleado aunque un poco frío, lo que compensaba el clima. Luego de que el mesero tomara nuestra orden mi madre me sonrió. "Aquí viene."

-El otro día me topé a Matt visitando a su mamá en Portland...

Paré de respirar por unos segundos, eso no me lo esperaba.

-¿Cuando me ibas a decir que habían terminado?- su tono era demandante, sin embargo me sonrió con tristeza.

-No lo sé, supongo que no quería hablar sobre eso. La verdad es que... no sé que hacer mamá -me encogí de hombros.

-¿A qué te refieres?- dijo luego de tomar un sorbo de su té.

Mi madre y yo siempre tuvimos una buena relación, yo le contaba todo lo que no podía contarle a mi papá a ella.

-¿Alguna vez estuviste enamorada de dos hombres al mismo tiempo?- me miró confundida- no es lo que parece, esto fue después de que Matt y yo termináramos. Yo...- ella me miraba con atención- él, Ethan, se podría decir que se volvió mi mejor amigo, ha sido un amigo muy comprensivo y paciente. El viernes me confesó que estaba enamorado de mi, y le contesté que de alguna manera, también yo lo hacía, pero que también amaba a Matt, quiero decir, no ha pasado tanto como para que desaparezca de mí. Pensé que se iba a enojar tanto, y no fue así, para nada, no... no sé mamá, no sé que hacer. Amo a Matt, pero no nos hemos hablado y le dije que quería mi tiempo... y Ethan, oh Dios mamá, se ha portado tan bien conmigo.

-¿Y por qué no le diste la oportunidad a Ethan?

-Porque algo no se sentía bien si lo hacía...

Mamá me sonrió con ternura.

-Mi amor, en ese caso creo que ya es tiempo de que hables con Matt.

-Lo sé.

-No te voy a decir que hacer. Matt estaba... ya sabes, mal. Y no digo que debes de estar con él por lastima, porque sé que lo quieres montones. Y por el otro lado, este chico que me hablas, parece que también te ha sabido ganarse tu confianza y parte de ti. Y entiendo, es difícil, no quieres que ninguno salga lastimado. Pero cariño, independientemente de tu decisión, alguno va a salir lastimado, es inevitable. Aunque tienes que entender, que no se trata de ellos, sino de ti.

Suspiré y le sonreí, de alguna manera, me sentía un poco más tranquila. Nuestra comida llegó y pasamos de platica en platica, hasta que me llegó una duda.

-¿Por qué me invitaste a desayunar? Yo no me quejo, solo tengo duda- sonreí con obviedad.

Mamá sonrió. Tomé mi judo de naranja esperando por su respuesta.

-Me voy a casar.

Abrí mi boca en sorpresa y me fue inevitable sonreír en grande.

-¿Con Roberto?

Ella rodó los ojos con diversión.

-Muy graciosa.

-Mamá felicidades- me levanté de mi asiento y la abracé. Una vez en mi asiento tomé su mano izquierda y miré el enorme y reluciente anillo- ¿cómo es que no me di cuenta en el camino?

-Porque eres una gran despistada, Lea.

Una vez terminado el desayuno, mamá me preguntó que si quería ir de compras con ella, pero le dije que tenía que hablar con Matt. Antes de salir del auto me abrazó fuerte y me dijo que todo iba a salir bien. Le agradecí por la comida y me despedí bajando del carro. Sin entrar al edificio tomé mi celular y aunque dudé mucho, marque el numero de Matt. Solo bastaron dos tonos para que tomara mi llamada.

-¿Lea?

-Hola Matt- mi voz sonaba un poco a un susurro.

-¿Estas bien? ¿pasó algo?

Sonreí.

-Todo está bien, solo...- respiré hondo- quería saber si podíamos hablar, tal vez... No sé si ya volviste de tus vacaciones...

-S-sí, sí, por supuesto- sonaba feliz- ¿quieres ir a desayunar?

-En realidad vengo de desayunar con mamá, pero, te puedo acompañar si no has comido- mordí mi labio. Tenía tanto de no escuchar su voz.

-No, en realidad yo también ya comí, solo quería invitarte a comer- rió bajo y yo también lo acompañé.

-Si quieres podríamos ir por un café, mmm, no sé, como tu quieras.

"Oh Dios Lea, solo cálmate"

-Un café suena perfecto. ¿Paso por ti en 15?- su animo definitivamente había cambiado, en un buen sentido. Sonreí.

-No hace falta, tranquilo, nos vemos allá.

Here's to us. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora