-¿Estás lista?
Caroline suspira y asiente.
La doctora Rees asiente y los dos enfermeros que estaban a su lado, comienzan a moverse para colocarse a ambos lados de la cama de Caroline. Empiezan a mover unas palancas y la cama sede a sus movimientos.
Matt sigue tomando de la mano a la castaña cuando empezamos a caminar. La doctora Rees nos vuelve a explicar los detalles de la Mastectomía hasta que llegamos al área restringida, y nos piden que por favor esperemos en la sala de espera. Matt y Sarah vuelven a besar a su mamá y en unos segundos, ya había desaparecido de nuestras vistas.
Un dolor en el pecho se hizo presente en mí y no pude evitar tener un mal presentimiento. Me regañé mentalmente y sacudí mi cabeza tratando de disolver mis pensamientos y preocupaciones. Tenía que estar para Matt. Giré mi mirada a él, el cual todavía miraba la puerta, como si mágicamente Caroline apareciera sana y salva. Coloqué mi mano en su espalda y empecé a moverla tiernamente, pero él no apartaba su mirada.
-Vamos a sentarnos ¿sí?
-Claro- finalmente me miró y tomó mi mano.
Las primeras tres horas pasaron y aun no teníamos noticia. Sarah dormía mientras Matt hablaba por teléfono con su tía explicándole lo único que nosotros sabíamos. Noté que estaba inquieto, pues no paraba de mover su pie, produciendo un molesto sonido cuando sus zapato golpeaba el piso.
-No tienes que sentirte mal por no poder venir, lo entendemos perfectamente- las palabras de Matt me distrajeron de mis pensamientos- Te avisaremos apenas tengamos noticia. Bien. Buenas noches- y colgó.
El castaño revisó la hora en su celular y luego me miró.
-Tú deberías estar en casa, durmiendo en nuestra cama y no incomoda en una silla- su tono era reprobador. Mi estado solo lo volvía más protector.
-Estoy bien.
Matt suspiró.
-Lee, ve a casa, por favor. No quiero estar preocupado también por ti. Estas incomoda, noto como te muevas cada 10 minutos tratando de encontrar una posición cómoda, y tienes sueño. Por favor, tienes que cuidar de una persona más, ademas de a ti.
Tenía razón, lo estaba, pero no lo iba a admitir, no cuando él podía hacerme ir a casa. Y traer a nuestro hijo al tema... Lo miré a los ojos y su rostro parecía cansado, las ultimas noches estaban tomando acción en él.
-No quiero dejarte solo. No podré estar tranquila, ni podré dormir- bajé mi mirada- quiero estar para ti- finalmente admití.
Matt tomó mi mano y la acarició con su pulgar.
-Y te lo agradezco, sabes que sí, pero necesito que vayas a casa y estes cómoda.
Suspiré un poco irritada y traté de pensar en una respuesta que nos beneficiara a ambos.
-Me quedaré hasta que tengamos noticias y luego iré a casa ¿de acuerdo?
Matt se pasó la mano por su pelo y suspiró rendido. Sabía que ese era el mejor acuerdo al que iba a llegar.
-Eres tan testaruda...Bien- soltó irritado. Sonreí triunfal en mi mente.
15 minutos después mi estomago empezó a rugir. Matt escuchó y me miró. Frunció el ceño.
-¿Comiste algo hoy?
-Sí, no te preocupes. Son solo antojos nocturnos.
-Iré a buscarte algo.
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Here's to us. (Editando)
RomanceLea Miller y Matthew Adams se dan cuenta que su relación de 7 años no estaba funcionando desde tiempo atrás. Se aproxima una tormenta y quedan obligados a permanecer en casa después de una pelea. Al rededor de la noche recuerdan como inició y transc...