Round & Round

Prefacio

...Así que todo finalmente ha terminado. Por fin Lord Voldemort ha sido derrotado. Meses y años anhelando este momento junto a Harry y... No sé cómo me siento. Estoy feliz, realmente, pero también una gran parte de mi alma está destrozada. Compañeros con los que crecí y personas que consideraba como parte de mi familia fueron asesinadas.

Dumbledore, Tonks, Remus... Fred. E inclusive Lavender.

Hogwarts ha sido destruido también. Los escombros que algún día fueron edificaciones aparentemente inquebrantables son prueba de la batalla que el mundo mágico vivió.

Al observar a mí alrededor, más allá de los heridos, magos y estudiantes trato de encontrar un poco de consuelo. Tal vez la batalla con Voldemort termino, pero la lucha por salir adelante continuara. Quiero mantener la calma mientras me alejo de Ron y su familia, en estos momentos no necesita de más llantos e impotencia por la muerte de Fred. El nudo en mi garganta duele impidiéndome hablar o susurrar que no debo llorar. Tengo que ser fuerte, debo reponerme y buscar la manera de recuperar lo que he sacrificado.

Caminar sin rumbo fijo provoco que terminara en lo que antes solía ser el aviario. Los escombros de lo que algún día fue están dispersos alrededor. Mis rodillas se doblan sobre el terreno, sin importar la sensación dolorosa de piedras bajo ellas. No puedo contenerme más y empiezo a llorar, a desahogar todo lo que durante meses soporté y en las últimas horas presencié. Perdí la noción del tiempo y lo que estaba sucediendo a través de él. Finalmente, cuando recobré la conciencia me encontré siendo abrazada con firmeza por alguien más.

¿En qué momento había ocurrido? Pero lo más importante, ¿por qué a Pansy le importaba?

A estas alturas creía que había huido como la mayoría de los cobardes de Slytherin, o al menos que estaría regocijándose de mi dolor y vulnerabilidad. No pude evitar apartarme de ella con brusquedad y fingir que no note el gesto de tristeza ante mi rechazo. Pansy permaneció inmóvil por unos segundos antes de llevar su mano mallugada hasta el bolsillo de su túnica polvorienta.

Ya con una pequeña distancia entre ambas, pude notar que su aspecto estaba muy lejos del que solía tener siempre. Su cabello estaba despeinado completamente, tenía mechones sueltos sin ninguna dirección. Su cara estaba llena de tierra y había pequeños cortes con sangre seca. La túnica, blusa y falda que habitualmente lucia elegantemente impecables, se encontraban rotas y sucias en ciertas áreas.

— Toma. — Susurró, extendiendo temblorosamente su mano con un pañuelo verde de seda.

La desconfianza debió ser demasiado obvia en mi cara, ya que ella parecía dolida.

— No te haré daño, te lo prometo.

Reí amargamente al escucharla, recordando que un día en circunstancias diferentes dijo lo mismo y no pudo cumplirlo... ¿Qué diferencia tendría ahora?

— Guárdatelo Parkinson. No lo necesito. — Mentí limpiando todo rastro de lágrimas en mi cara.

Ella lentamente bajo su mano y asintió desviando su mirada al suelo. Nada más se dijo mientras me ponía de pie nuevamente, Pansy permaneció hincada sobre las piedras sin moverse. Era demasiado surrealista verla con la guardia abajo y aspecto desaliñado. Después de lo que pareció una eternidad finalmente salí de mis cavilaciones dispuesta a irme, pero al dar el primer paso hacia atrás, ella se abalanzó sobre mis piernas, aferrándose a ellas como si de eso dependiera su vida.

— Lo siento, Hermione. Lo siento tanto. —  Exclamo entre sollozos.

— Pansy...— Susurre, totalmente sorprendida por sus acciones.

— Lo intente, pero aun así te he perdido.

Contemple su cabello desarreglado por unos momentos hasta que lentamente trate de aflojar su agarre. Su llanto y suplicas se intensificaron, pero aun así luché por liberarme, ya a varios metros de distancia no pude evitar observarla sobre mi hombro. Ojalá todo esto hubiera terminado diferente para todos... para nosotros.

~x~

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Hasta la próxima.

(*Prohibida la distribución o adaptación de esta historia sin mi autorización.)