Epílogo

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Dedicado a @RomyBuitrago & @RoxanneMrquez;

Tenían razón, la esperanza es lo último que muere.

;)

A/N: Ninguno de los personajes me pertenece. Queda prohibida la distribución y adaptación de esta historia sin mí previa autorización.

~x~

¿Qué es la plenitud? Para algunos es el sinónimo de dejar atrás el miedo e inseguridad y empezar a cambiar, y para otros; es la posibilidad de cicatrizar las heridas que en el pasado nos hayan causado mucho daño. Es empezar a concientizar que el sufrimiento es cuestión de elección y no algo que dirige nuestra vida, que si bien es inevitable sentirlo debido a nuestra humanidad, él nos puede servir para crecer y avanzar.

Tener plenitud emocional no es algo sencillo de lograr, requiere de mucho esfuerzo y paciencia; Pansy lo había constatado. Dejar ir a Hermione fue una experiencia que marco su vida. El perderla implico luchar contra su propia voluntad para no buscarla y tratar de recuperarla. Durante meses reflexiono y llego a la conclusión de que primero debía arreglar su vida, deshacerse de todo hábito negativo que en años anteriores le impidió aceptarse y ser feliz.

McGonagall se había vuelto una mentora para ella, casi al grado de provocarle ya un cariño maternal. El último día que vio a Hermione fue ella quien sabiamente le aconsejo que le brindara tiempo y espacio, Pansy en su momento no quiso aceptar a lo que se refería, pero la bruja afirmo notarlo en algunas ocasiones. Y a pesar de que la castaña era como otra hija a la cual no quisiera ver nunca sufrir de nuevo, parte de su alegría y felicidad estaba junto a ella. Confiaba en que volverían a reencontrarse, pero con el paso del tiempo cada vez era más difícil para la ojiverde mantener su esperanza.

Millicent y Daphne habían logrado instalarse en un pequeño apartamento en Londres. Las dos chicas vivían felices, pero si en algún momento tenían un conflicto (como normalmente ocurre entre las parejas) Pansy era la primera en saberlo y estar ahí para apoyarlas.

—¿Sabes? Podría haberme ganado algunos billetes a causa tuya, tus madres enserio que están locas y si son así contigo no quiero imaginarme cuando... — La voz de Pansy se desvaneció abruptamente al igual que sus pasos. La ojiverde contemplo con emoción hacia el otro lado de la cera donde una figura familiar caminaba. — ¡Oh mierda, mierda, mie...!

Un carraspeo a su lado logro sacarla de su estupefacción y Pansy noto por primera vez al hombre que esperaba el cambio de semáforo.

— Es una joven muy bella, no debería utilizar ese vocabulario. — Aconsejo el anciano con una sonrisa burlona.

Las mejillas de la bruja intensificaron su color su rojizo ante la vergüenza que sentía, o mejor dicho, a causa del tumulto de emociones que Hermione le había provocado.

— Lamento mucho si le incomode. Es solo que...

Sus ojos se dirigieron hacia la acera de enfrente mientras cruzaba la calle junto al extraño. Moría de ganas por desahogar todo la emoción que sentía, pero se contuvo para no cometer una locura; El hombre aguardo pacientemente a que terminara su frase, pero Pansy opto por sacudir su cabeza y murmurar una disculpa más.

— Sea lo que sea que te ha puesto así vale la pena mantenerlo. — Escucho decir al extraño, antes de que este reanudara su camino.

La ojiverde desvió su mirada hacia el cachorro que la veía impaciente.

—¡Oh vamos, no es tan sencillo! ¿Qué puedo decirle? Han pasado más de siete meses desde la última vez que... ¿y si no quiere escucharme? ¿O finge que no me conoce?

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