El día del baile aconteció entre estudiantes emocionados y ansiosos. Pansy caminaba por los pasillos con su rostro indescifrable, ignorando el ambiente alegre que inundaba el castillo. Daphne y algunas chicas permanecían en el dormitorio afinando últimos detalles a sus vestidos, la ojiverde no estaba de humor para tolerar sus gritos y murmullos, solo deseaba un poco de tranquilidad... o mejor dicho soledad.
Sus pasos se detuvieron mientras contemplaba a unos metros al famoso trio dorado, y a juzgar por los gestos de Hermione parecían estar en medio de una discusión. Pansy sonrió pero no hizo el menor intento por acercarse y lanzar algunos de sus comentarios, sino que en lugar de eso giro sobre sus talones y regreso por donde había venido. No tenía ganas ni ánimos de ver a la castaña en esos momentos.
Ginny exhalo con emoción mientras aplaudía una y otra vez, admirando su trabajo de arriba abajo.
— ¡Te ves hermosa, 'Mi! — Exclamo contemplando el reflejo de la chica.
Hermione sonreía satisfecha con el resultado, pero la sensación incomoda en su pecho aun permanecía. Fue un descuido suyo o Ginevra la conocía demasiado bien, pero la joven se coloco frente a ella en un abrir y cerrar de ojos. Sus manos se apropiaron de sus hombros al mismo tiempo que la empujaba hacia atrás con cuidado.
— ¿Estas bien? ¿Sientes alguna molestia por el hechizo?
La castaña parpadeo desconcertada, pero inmediatamente sacudió su cabeza negativamente.
— No. Todo esta bien, Ginny.
— No eres buena mintiendo, ¿sabes? Anda dime que sucede. — Musito sentándose junto a ella.
Hermione suspiro por lo debajo y observo sus manos por un momento, estaba temblando sin poder evitarlo.
— ¿Él no te está obligando a ser su pareja, verdad? — Cuestiono la pelirroja con preocupación y algo más que Hermione no pudo identificar.
— ¡No Ginny! Él... Él jamás haría algo así. Es todo un caballero. — Apresuro a decir poniéndose de pie nuevamente.
— Más le vale que así sea. — Dijo la chica cruzando sus brazos. — Y discúlpame por ponerme así pero no entiendo, siento que hay algo mal y no quieres decírmelo.
La castaña inhalo profundamente y fingió una sonrisa. Por desgracia lo que sentía no era fácil de compartir, su temor a ser rechazada y juzgada le impedía sentirse cómoda con ella misma.
— No hay nada de que preocuparse, Gin. Estoy bien. — Afirmo, tomando las manos de su amiga. — Bueno,... puede que tal vez tema olvidar alguno de los pasos del baile y quedar en ridículo frente a todos. Otra vez.
Ginny suspiro con alivio al notar la honestidad de su amiga y rápidamente aparto sus manos para envolverla en un abrazo.
— Eres Hermione Granger, la más inteligente de todo Hogwarts. — Susurro la Weasley en voz baja. — Y eso ni los estúpidos de Slytherin pueden cambiar.
La morena asintió y se alejo para observar el reloj en la pared. La hora de bajar había llegado.
— Tu puedes, 'Mione. — Alentó la menor observándola con una sonrisa.
Hermione correspondió a su sonrisa y tras ver una última vez su reflejo se dirigió a la puerta del dormitorio. Vagamente escuchando a su amiga decir lo linda que lucía.
Harry había sido el primero en notar su presencia mientras descendía. El chico había detenido su nerviosa caminata y quedo pasmado al verla cada vez mas cerca. Hermione no pudo evitar reír al verlo parpadear con rapidez, asegurándose que ella no era una visión o una alucinación. Apenas y había tenido un momento para abrazarlo cuando la presencia de Viktor se colocó a su lado. El búlgaro tomo su mano y con delicadeza la alzo para depositar un beso en ella. Hermione se sonrojo y Harry una vez más parecía no creer lo que veía.
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Round & Round
RomanceHermione descubrió demasiado pronto que quizás se había equivocado y esa chica no iba a ser una amiga. No en ese momento, ni en otro cercano porque Pansy... Pansy Parkinson, era una de las estudiantes provenientes de las familias más poderosas y rec...