Pasaron los días, las semanas y Viktor casi no cruzaba palabra con Yuuri, sólo cuando este iba a entregar la comida para ambos rusos que siempre estaban en el despacho encerrados.
Las pocas palabras eran," déjalo ahí", "gracias", "ya puedes irte", "está bien", "si"," no", y esto le mataba el alma a Yuuri. Yuuri cada día extrañaba a Viktor y por la noche añoraba su cuerpo. Ante la aburrición de estar todo el día en la mansión sin hacer prácticamente nada, Yuuri decidió hacerse cargo del jardín. Y fue ahí en ese hermoso jardín que conoció a su nuevo amigo Leo de la Iglesia, el chofer.
Leo era el chofer de Viktor, pero más bien, él era el "mil usos" de la mansión. Viktor a veces le gustaba salir solo, sin chofer, así que Leo también se hacía cargo del jardín, de darle mantenimiento a los otros carros, y de que todo estuviera en perfectas condiciones en la mansión. Sin embargo, desde que Yuuri comenzó hacerse cargo del jardín, Leo le dio por estar aún más en el jardín, tal parece que de la nada le salió amor por las plantas según él. Y eso a Yuuri le caía muy bien, pues ahora tenía alguien más con quien conversar. Viktor no le prestaba ni la más mínima atención cuando le llevaba la comida, ni siquiera lo miraba.
Leo era un joven que venía de familia humilde pero muy trabajadora, él tenía trabajando en la mansión Nikiforov desde que nació, ya que sus padres sirvieron a los Nikiforov desde que eran jóvenes y recién casados para después formar su pequeña familia bajo el cargo de los Nikiforov. Sin embargo, Yuuri no sabía nada sobre los padres de este ni de Viktor.
Leo no era alguien muy sociable, pues no salía mucho y Yuuri miraba poco de sí mismo en Leo ya que Yuuri tampoco salía y no tenía amigos, pero para sorpresa de Yuuri, Leo era muy agradable y muy cómico. Yuuri en verdad disfrutaba el tiempo con Leo, hasta le hacía olvidar la soledad que vivía en la mansión y sin darse cuenta poco a poco Leo fue llenando la soledad de Yuuri. Incluso Yuuri últimamente olvidaba la hora en la que tenía que llevar la comida al despacho de Viktor. Yuuri siempre lucía feliz cuando estaba con Leo y es que Leo contaba cada cosa que siempre hacía a Yuuri reír tanto que le dolía el estómago y olvidaba todo lo que estaba alrededor suyo.
—toc toc
—Adelante Yuuri, déjalo ahí.
—Oh cariño, lo siento pero no soy el lindo y sensual cerdito jajajaja...vaya aquí está el gatito —dijo Chris con una sonrisa burlona mirando a ambos Rusos que estaban muy concentrados viendo unos documentos. Viktor sabía que pronto Yuuri llevaría la comida así que quitó el seguro de la puerta de antemano.
—¿Chris? Pero... creí que llegarías en una semana, ¿investigaste lo que te pedí?—preguntó el ruso sin levantar siquiera la cara pues seguía revisando los documentos
— ¿Pero qué frío eres Viktor, si amigo estoy bien, me fue bien, si... sii... y tú qué tal?
—Vamos idiota no estamos para tus bromas, y no me digas gatito—refunfuñó un rubio sentado en el escritorio de Viktor. Esta escena la veía casi a diario Yuuri, y esto le mataba el alma pues Yurio siempre estaba sentado en el escritorio de Viktor muy junto a él. Yuuri siempre salía de este despacho con los ojos apunto de ceder con las lágrimas.
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Juegos Del Destino❄️💙[Terminado]
FanfictionEn una sociedad adversa. Vivian familias aristocratas de omega y alfas. Los Alfas puros eran los que dominaban la sociedad, los alfas contaban con un 25 % d la sociedad. Pero solo un 5 % de está eran Alfas Puros. Por otro lado, los Omegas. Lo más ba...