En una sociedad adversa. Vivian familias aristocratas de omega y alfas. Los Alfas puros eran los que dominaban la sociedad, los alfas contaban con un 25 % d la sociedad. Pero solo un 5 % de está eran Alfas Puros. Por otro lado, los Omegas. Lo más ba...
Los días pasaron tan rápido que cuando menos se lo esperaron la boda ya estaba a la vuelta de la esquina. Tanto Yuuri como Viktor optaron por no saber más de sus futuras parejas. Yuuri pidió a su familia que no hablaran del tema, que se casaría con esa condición. Estaban a unos solos días de la boda y Yuuri estaba con los nervios a flor de piel. Yuuri sentía cada día más pánico al ver la fecha acercarse.
Quería escapar, quería correr, quería correr muy lejos, quería estar con él... con el peli plateado que le robó el corazón.
Yuuri se atormentaba pensando en qué pasaría si se escapara con el peli plata, aunque esto era muy absurdo y estúpido ya que el peli plata no lo veía de esa forma. Así Yuuri se resignó a que nunca más vería a Viktor. O eso creyó él...
Unos dos días antes de la boda los Katsuki se encontraban ocupados con las preparaciones. Estaba todo el mundo vuelto loco con las organizaciones del evento. Aunque sería algo muy pequeño solo para la familia y amigos cercanos, los Katsuki se esmeraban en que todo quedara espectacularmente. El señor Nikiforov les dio una tarjeta de crédito para que la usaran para los preparativos de la boda con la condición de que no quería ser molestado con cosas relacionado a la boda. Así que los Katsuki se esmeraban en el más pequeño detalle para no defraudar la confianza del señor Nikiforov.
Los Katsuki se estaban hospedando en la casa de Otabek ya que ellos no tenían casa en la ciudad. Yuuri se la pasaba encerrado en su cuarto, no fue hasta este día que la realidad lo golpeó fuerte cuando salió de su cuarto y miró todas las preparaciones para su boda. Fue ahí donde se dio cuenta que realmente se casaría con un extraño que seguramente era un viejo decrépito. Entró en pánico, el aire le faltaba, el cuerpo le temblaba, estaba sudando frío y sintió una gran presión en el estómago. Tenía que salir de ahí, y tenía que salir rápido. Poco le importó que estuviera lloviendo a cantaros. Se avecinaba una tormenta muy fuerte, pero a él no le importó. Sólo quería salir de ahí, escapar de esa realidad... su cruel realidad.
Yuuri salió corriendo y paró hasta que sus pulmones le pedían aire, fue ahí que se percató dónde estaba parado. Era exactamente el mismo lugar donde estuvo con Viktor. Miraba el lago y se veía tan diferente. Tal parece que el cielo sabía los sentimientos de Yuuri y lloraba con él. Ahí estaba Yuuri llorando como hacía mucho no lo había hecho. Tal vez nunca había llorado como ese día. Las lágrimas que recorrían su cara se le perdían entre las gotas de lluvia que caían sobre el. Yuuri quería que la lluvia borrara todo su dolor, todo su pesar, todos sus sentimientos... se perdió en su mente que no se dio cuenta que ya desde unos momentos el agua no le pegaba. Cuando reaccionó noto que alguien lo estaba cubriendo de la lluvia, y cuando volteo no lo podía creer. Era la persona que más añoraba y que quería ver no importa que...
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Viktor sólo lo miró sorprendido pero no quiso preguntar qué le pasaba. Sólo se quedó ahí junto a él. Después de un rato Yuuri se tranquilizó y se avergonzó de que Viktor lo mirara en ese estado. Viktor se ofreció para llevarlo a su casa pero Yuuri se rehúso. No quería regresar, aun no... no quería regresar a su realidad... así que Viktor lo invitó a tomar un café el cual Yuuri aceptó gustoso. Caminaban cerca uno del otro ya que Viktor solo tenía una sombrilla y no quería que ninguno de los dos se mojara. Pasaron por un estante donde vendían ropa de bodas.