Barbara Z.M

Tres.

Regresando a mi camino por los pasillos perdida entre mis pensamientos note a lo lejos a Zayn quien calaba de un cigarrillo, este hombre lo que tiene de malo también lo tiene de precioso. No dude en nada al acercarme a el, después de que me haya dejado en claro que no quería tenerme cerca.

—Sabes que estamos en la escuela y no se puede fumar.— lo sobresalte, me lanzo una mirada que si fuera la chica más sensible del mundo me hubiera hecho llorar.

—Te dije que no te me acerques.— dijo con voz perezosa metiéndose el cigarro nuevamente en la boca.

—Que humor.— rodé los ojos y me senté a un lado de él, y bueno el como siempre me miro mal.

—¿Deseas algo?— dijo cínico y voto el cigarrillo para mirarme a mí. Me perdí en la profundidad de sus ojos color avellanas, estaba segura que jamás había visto unos ojos así con unas pestañas tan hermosas.

Moví sutilmente mi cabeza borrando los pensamientos para responderle. —¿Que harías por mi?—respondí sonriente y tire mi cabello hacia atrás.

—Es sarcasmo.

—Lo se.— mientras el se distraía, tuve el momento de verlo mejor, zapatos negros, pantalón pegado negro, polo blanco cubierta por una camisa a cuadros rojos con negro, su barba estaba algo crecida. Era simplemente perfecto.

—Deja de verme así.— dijo con una sonrisa burlona. —Te puedes enamorar.— me sonroje por lo que dijo, pero trate de ocultarlo con mi cabello.

—Que gracioso eres.—dije con una sonrisa falsa. —Solo vine para recordarte que tenemos un trabajo juntos e iré a tu casa. Así que tenemos que ir empezando el proyecto.— continúe parándome, esto era totalmente divertido mucho mas porque sabia que el no me pasaba.

—No me hagas recordarlo, harás que me arrepienta y me vaya de este colegio.— dijo desviando su vista, yo solo me quedé a su lado sin decir ni una sola palabra. Al notar que estaba realmente concentrado seguí su mirada y me encontré con... ¿Jade?

Si, estaba viendo a la chica que mas odio en esta maldita escuela. —Zayn.— chasquee mis dedos frente a su cara, el me aparto de pronto. —Oye.

—¿Qué?— me vio mal, parece que le encantaba la vista.

—Trate de hacerte compañía y ser buena persona contigo, pero veo que me detestas y prefieres ver los culos de las demás, así que me largo.— dije enojada sin saber porque reaccione así, odio sobre todas las cosas que me ignoren, y lo primero que hace es ignorarme. Me voltee para caminar.

—No te pongas celosa.— dijo cuando estaba a espaldas de él. Su tono burlón no lo pase desapercibido.

—¿Yo celosa? ¿Quién te crees?— dije por ultimo dejándolo con la palabra en la boca.

Tengo que aceptar que si soy un poco celosa, pero el sentimiento es horrible. Es mejor cuando te celan. Iba con una sonrisa triunfante por los pasillos. ¿Vieron cómo lo deje? Salí del colegio para irme al campus que estaba repleto de adolescentes. Revolee los ojos. ¿Si tenía amigas? Pues no, quien las necesita si tienes a un amigo fabuloso.

Me senté y saque mi celular para ver mis mensajes un rato. —¿Me puedo sentar aquí?—dijo una voz que me recordaban a la persona que mas amo en este colegio. Si, era sarcasmo.

Alcé la vista y era la odiosa de Jade.

—No, pero si quieres siéntate por allá.— dije apuntando unos asientos que estaban cerca a la basura. —Al menos tendrás compañía con alguien de tu clase.— dije con una sonrisa llena de cinismo. Me fulmino con la mirada y se fue moviendo todo lo que no tiene.