Barbara Z.M

Catorce.

Me levante con unas inmensas ganas de no ir al colegio. No pude pegar un solo ojo en toda la noche y no solo por las palabras de Zayn, realmente por todo lo que había sucedido antes de venir a la fiesta.

Me duche y estaba luchando con ponerme un vestido o jeans. Vi el clima y decidí por los jeans, me puse un polo ajustado con unos bobos abajo amarillo patito, unos jeans que se ajustaban bien a mi cuerpo y unos tacones negros. Me mire en el espejo de cuerpo completo que tenía y sonreí, me gustó mucho el look. Me maquille sutilmente, brillo labial, un poco de delineador, perfume y listo.

Comí un pan con jamón y jugo de naranja. Seguido me cepille los dientes y salí de casa con mi bolso en mano.

Apenas pise el colegio y escuche murmullos, no habrán esperado que me vista con jeans. No era algo casual en mi. Que se les vaya quitando la idea de que siempre vestiré así pues me quedo con mis vestidos. Camine por los pasillos para ir a mi casillero. Se me estrujo el corazón cuando vi a Zayn recostado en él.

—Hola.—salude con una sonrisa, por el contrario, él estaba serio ¿Que le pasaba?

—¿Que paso con el chico?—me dijo apartándose. Me había olvidado completamente del chico borracho de ayer. Pues no lo vi en mi sala esta mañana, ni que se diga de Harry. Hoy hablaría con James ya que me prometió que lo cuidaría y no lo hizo.

—No sé, no lo vi esta mañana en mi casa. Tampoco a Harry.— le respondí sacando algunos libros que necesitaría este día.

—Ah bueno.— dijo ayudándome con la cartera. Le agradecí con una sonrisa. —No hemos avanzado nada con la tarea.

—¿Nos reunimos hoy?—el negó.

—Estaré ocupado hoy.— lo mire confundida ya que digamos Zayn no parece de mucha vida social. —Iré al hospital.

—¿Estas bien?—dije preocupada, el rio. —Ni mínima gracia Zayn.—reproche.

—Me causas ternura.— aun seguía con ese aire burlón. —Es mi mamá.—su estado de ánimo cambio a uno más melancólico. Asentí, no quería tocar el tema por el simple hecho de que sabía que a Zayn le afectaba. Aunque yo no supiera que tiene la señora, de todos modos.

—¿Vamos?— le pregunte tomando su brazo. El asintió, y nos dirigimos al aula en sumo silencio.

—Te ves bien hoy.— tomo mi cintura ya que algunos chicos me observaban. Sentí un cosquilleo en mi estómago.

—Gracias.— me senté detrás de él. Vi a Harry entrar con aire perezoso, me sonrió sin ánimos y se sentó a mi costado. —¿Harry? ¿Qué te paso?— me reí, Zayn volteo a ver la escena y tampoco contuvo la risa.

—No se burlen. Me levante con una resaca de muerte y la cama en la que desperté no fue tan cómoda.— habló acostándose en la carpeta. —Me avisan cuando termine la clase.—lo escuche decir, no le respondí por que la profesora ya había llegado.

Empecé a fastidiar a Zayn, estaba aburrida. Algunas veces se quejaba y otras veces reía. Terminaron las clases y salimos a receso. Primero desperté a Harry que se quejó así que lo dejé dormir, y salí con Zayn. Todas las miradas se posaron en nosotros.

—No sé cómo puedes vivir con las miradas de todos.— me dijo juntándose más a mí. Voltee a verlo y asesinaba con la mirada a algunos chicos que se quedaban mirando.

—Tranquilo cariño.— le dije acariciando su mejilla. El me vio raro, tal vez por el término 'cariño'.

—Es que se te quedan mirando todos.— continúo enojado. Otra cosa que me gustaba de él eran sus celos. Claro sin que se pase de límites.