Veinte.

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Trate de ignorarlo y aparte mi vista de el para evitar que las lágrimas caigan.

—Hola.— la voz de Charlotte me saco de mis pensamientos. La mire haciendo mi mejor sonrisa fingida.

—Hola.— Dije desanimada y no principalmente porque no estaba a gusto de su presencia, solo me sentía desganada.

—¿Estas bien? Tienes unas ojeras.— se sentó a mi lado.

—¿Se me nota mucho?— toque mis ojos. —No dormí bien.—agregué.

—¿Te sucedió algo?— me pregunto preocupada. No sabía si contarle, recién la conocí ayer. Literalmente no, pero ayer entablamos una conversación mas cercana.

—Tuve una mala noche.— trate de que suene convincente, pero al parecer no sonó así ya que me devolvió una mirada dudosa. —¿Cómo te fue con Ed?—cambie de tema.

—Bien, ayer nos conocimos un poco— alzo los hombros con una sonrisa. Reí con ella. —Es muy lindo.— chillo.

—Te gusta mucho.—Afirme y ella asintió.

—Si, así de mucho como Zayn contigo.— mi sonrisa desapareció en seguida. Mierda, no quería acordarme de eso.

—No estoy muy segura de eso.— hice una mueca y luego lamente por dentro al abrir mi boca porque estaba siendo tan obvia.

—¿Por qué?—pregunto frunciendo el ceño.

—Es que...—hice una mueca y luego miré el sitio donde se supone debe estar sentado Zayn. Mi boca se abrió en una enorme 'O', poniéndome a la vez de mil colores. ¿Qué mierda hace conversando con Jade? Y todavía la muy descarada se le insinúa, me sentiría mejor si es que el la mandara a la mierda, pero esta que le sigue el juego.

Charlotte vio con el ceño fruncido a la dirección donde veía, sus ojos se abrieron de par en par. Estaba más sorprendida que yo.

—¿Que está pasando ahí?— apunto sin disimular. La mire suspirando.

—No lo sé.—las ganas de llorar vinieron de nuevo. Zayn de verdad ni sentía una pisca de amor por mí y yo como idiota declarándome. Maldita sea.

—Estas pálida.— me toco la frente. —¿Segura que estas bien?—asentí sintiendo un poco de sudor frio por mi frente. La verdad no me sentía bien, un poco mareada y cansada. Debe ser por no comer muy bien el desayuno, y quedarme llorando casi toda la noche. Me sentía enferma.

—Me siento un poco mal.—cerré los ojos por el dolor de cabeza que se avecino y luego los abrí viendo algunos puntos blancos. —¿Me acompañas a la enfermería?— dije y ella asintió preocupada, se paró y seguí sus pasos. Pasamos por el sitio de Jade y Zayn, note la tensión de este al verme, pero solo me ignoro.

A medio camino tuve que agarrarme del hombro de Charlotte.

—De verdad no estás bien Barbie.— agarro mi cadera mientras que pasaba mi brazo por su hombro y así continuamos nuestro camino hacia la enfermería.

No sé ni cuando, ni a qué hora me dormí. Abrí mis ojos y estaba echada en la cama de la enfermería la cual era incomoda haciendo que mi cuello no lo soporte más, moví mi mano y sentí algo sujetando esta, mire y era la mano de Harry. Lo mire a el que me devolvió una sonrisa.

—Me has tenido preocupado.—se agarró el pecho. —Qué bueno que ya te levantaste.— acaricio mi mano.

—Lo sé, lo siento ¿Charlotte se fue?— pregunte algo somnolienta.

—Si, hace rato. Tenía taller de arte.— levanto los hombros.

—¿Y tú no tienes clases?—alce una ceja.

Barbara Z.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora